La ceremonia de los The Best FIFA Football Awards™ fue una noche para homenajear a los mejores del fútbol y poner una nota de esperanza en este trágico y convulso 2020.

Sarah Bouhaddi, Lucy Bronze y Sarina Wiegman fueron las ganadoras de los principales premios individuales del fútbol femenino. Bouhaddi y Bronze recibieron por primera vez sus respectivos galardones y, después de conquistar todos los títulos nacionales e internacionales posibles con el Olympique Lyonnais la temporada pasada, no cabe duda de que este ha sido su año. En cuanto a Wiegman, es la segunda vez que se hace con el Premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino, puesto que ya lo recibió en 2017.

Las tres atendieron a los medios en una conferencia de prensa virtual a la conclusión del evento. FIFA.com recopila las mejores reacciones de estas The Best.

“Estoy contentísima, claro. Uno de los primeros mensajes que recibí fue el de Wendie Renard. Bromeamos un poco diciendo que el premio se quedaba en la familia del Lyon. Es muy bonito que exista esta conexión y respeto mutuo entre futbolistas”.

“En el Lyon siempre hay la expectativa de ganar la Liga de Campeones todos los años. Todos los equipos quieren eliminar al Lyon, pero es estupendo haber vuelto a Manchester, empezar bastante bien, ganar una final de copa y seguir adelante en la Liga de Campeones, estar de vuelta en casa y ganar de nuevo títulos en Inglaterra”.

“Después de la noticia de la muerte de Gérard Houllier esta semana, hay que decir que tuvo una influencia enorme en el Lyon, y en mí específicamente. Después de los partidos siempre venía directamente a verme y siempre me ponía el brazo por el hombro antes de los compromisos importantes. Él era como si fuese de Liverpool, y eso hacía que sintiese afinidad con una jugadora del norte de Inglaterra como yo. Todos los jugadores a los que entrenó durante su carrera fueron fenomenales, y era especial que una persona como él pasase siquiera un poco de tiempo conmigo. Por la triste noticia de esta semana, hay que dedicarle el premio. Es una grandísima pérdida, yo le estoy muy agradecida por todo lo que hizo por mí”.

“Quiero compartir este trofeo con mi club y con mi presidente [Jean-Michel Aulas]. Gracias a ellos estoy hoy aquí. Yo me he esforzado mucho, pero ellos me proporcionaron todo lo necesario para llegar al máximo nivel. También estoy muy agradecida a todos los instructores y entrenadores con los que me he cruzado, ya desde niña. Me ayudaron a crecer, a forjarme. Todo lo que tengo hoy es gracias a ellos. Quiero dedicar este trofeo a todas las personas que me han ayudado durante mi carrera y que aún me siguen a día de hoy”.

“[Refiriéndose a Bronze] No queríamos que se fuese. Por desgracia, decidió marcharse. Pero fue un gran honor pasar todo ese tiempo con ella, todas esas temporadas. Es increíble de verdad. Estoy muy contenta por ella. Merece el trofeo”.

“En lo que respecta al fútbol femenino, en los últimos ocho o diez años hemos asistido a una progresión extraordinaria. Se ha avanzado muchísimo en cuanto a tácticas y análisis de vídeo. No hay más que ver el Mundial de Francia del año pasado, fue un gran éxito dentro y fuera de la cancha”.

“Me siento muy honrada, por supuesto. Ya me sentí muy honrada estando entre las tres candidatas definitivas. Emma Hayes está haciendo un magnífico trabajo en el Chelsea y Jean-Luc Vasseur también en el Lyon, que es la referencia mundial continuamente. Estoy un poco sorprendida, pero muy contenta y honrada por este reconocimiento”.

“Si una entrenadora no tiene buenas jugadoras, no ganará partidos. Si no estás rodeada de gente buena, no vas a cooperar y trabajar bien. Hace falta contar con un buen equipo a tu alrededor y que todo el mundo esté en sintonía. Yo tengo la suerte de poder trabajar con las mejores futbolistas del mundo. No hemos dejado de crecer a lo largo de los años. Tengo un cuerpo técnico estupendo, trabajamos muy bien juntos. Yo soy la técnica principal y he recibido el premio, pero es para la selección, y también para la Federación Neerlandesa, que ha puesto un gran empeño estos años en conseguir mejores instalaciones, en desarrollar el juego, mejorar la competición. Aún nos falta, pero estamos progresando y queremos subir un peldaño, y una no puede hacer esas cosas sola. Es imposible”.

“Yo no hablo mucho de mi familia, pero para mí es un ancla. Cuando las cosas marchan bien con la familia, estoy contenta y puedo hacer bien mi trabajo. Si no fuese así, no podría haber hecho tan bien mi trabajo. Mi marido, Martin, me apoya muchísimo, y mis dos hijas también han vivido grandes experiencias, al viajar y ver a la selección. A veces también extrañan a su madre, pero nos las hemos arreglado y todo funciona”.