Hay ocasiones en las que un gol, por muy bonito que resulte, no pasa de ser un simple tanto sin significado especial, ya sea porque el partido está decidido, para bien o para mal, o porque los puntos no tienen demasiada importancia para el equipo.

Sin embargo, también hay veces en las que una diana posee un significado que va más allá del mero resultado del encuentro en cuestión. Eso es lo que ocurrió con el golazo de falta de Lazaros Christodoulopoulos, al que todos llaman simplemente Lazaros.

En septiembre de 2017, en partido correspondiente a la 5ª jornada de la Super League griega 2017/18, el AEK Atenas, uno de los aspirantes al título, recibía en casa al Olympiacos del Pireo, el equipo que llevaba años dominando el campeonato heleno con mano de hierro y que había conquistado doce de los trece títulos ligueros disputados entre 2004 y 2017.

La escuadra visitante ganaba ya 0-2 cuando el AEK reaccionó una vez cumplida la hora de juego y redujo distancias gracias a un remate de media volea de Christodoulopoulos. Un rato después, cuando restaban diez minutos para la conclusión del encuentro, el conjunto local dispuso de un tiro libre a una distancia de casi 30 metros de la portería.

El encargado de ejecutar el lanzamiento fue el propio Christodoulopoulos, que golpeó el balón de tal manera que el cuero describió en el aire una trayectoria increíble y se alojó en la escuadra de la portería de Stefanos Kapino sin que el guardameta del Olympiacos pudiese hacer nada por evitar el 2-2.

La remontada local se completaría en el minuto 89 con una diana de Petros Mantalos que daba el liderato a un AEK que acabaría proclamándose campeón de Liga y destronando así a Olympiacos. De este modo, el golazo de Christodoulopoulos, que tenía entonces 30 años, supuso un punto de inflexión que dejó claro a los rivales del AEK que el conjunto aurinegro iba en serio a por el campeonato.

Nombre: Lazaros. Profesión: máximo goleador...

Cerca de medio año más tarde, Lazaros volvió a demostrar que marcar golazos en momentos decisivos es algo que se le da más que bien. En el partido de vuelta de las semifinales de la Copa griega, con el AEK al borde de la eliminación a manos del Larissa, el extremo heleno metió a su equipo en la final con un espectacular remate de media chilena en el cuarto minuto del tiempo añadido.

Precisamente estas dos fabulosas dianas fueron quizás las que llevaron al Olympiakos, el club más laureado del fútbol griego, a hacerse con los servicios de Christodoulopoulos al término de la temporada.

Y lo cierto es que Lazaros no ha defraudado. En la primera jornada de la presente campaña, el internacional heleno anotó un gol de falta que dio la victoria a su nuevo equipo frente al Levadiakos. Desde una distancia similar a la de aquel tiro libre de septiembre, Christodoulopoulos sorprendió esta vez al portero con un disparo bajo ajustado al palo.

Puede que no sea la última vez que vayamos a ver a Lazaros en la lista de candidatos al premio Puskás de la FIFA...