No hay peor sensación que saber que se está al borde del abismo. No debe haber peor sensación que saber que se está al borde del abismo cuando uno es una leyenda. Y el 26 de junio de 2018, Lionel Messi, una leyenda, estaba al borde del abismo.

Argentina podía ganarle a Nigeria ese día en San Petersburgo y, aún así, quedar eliminada en la primera ronda de la Copa Mundial de la FIFA 2018™. La última vez había sido en 2002. Había pasado solo otras tres veces en 88 años de historia del torneo. El 10 había fallado un penal contra Islandia y ante Croacia fue una sombra. Sumaba seis partidos mundialistas sin marcar un gol.

Iban 14 minutos cuando Éver Banega tomó la pelota cerca de la línea central, todavía en campo argentino. Kenneth Omeruo no sabía lo que iba a sucederle. Basculaba tranquilo en su posición de segundo central cuando vio a Messi a un par de metros, buscando el centro. Dio dos pasos al frente para intentar tenerlo mejor controlado. Controlado. Pero cayó en el engaño.

En un parpadeo, Messi aceleró sobre el eje profundo. Banega vio el refucilo y la adidas Telstar voló por sobre el aturdido Omeruo. Con Argentina al borde del abismo, lo que siguió sólo podía hacerlo una leyenda.

A máxima velocidad y estando en el aire, Leo durmió con el muslo el pase bombeado, de 35 metros. Antes de que la pelota tocara el suelo, la acomodó con el empeine zurdo. Hacia afuera, cada vez más lejos de la galopada culposa del zaguero. Un, dos, tres. Cuatro. cinco. Seis zancadas.

¡Bang! El balazo de derecha viajó cruzado a la red. Los 196cm de Francis Uzoho volaron hacia la nada y los 170 de Messi se arrollidaron junto al banderín del córner. Aunque luego Nigeria empató y fue Marcos Rojo el autor del 2-1 final, este auténtico golazo le abrió a Argentina la clasificación. ¿Será también el primer Premio Puskás de la FIFA para Messi?

"Fue un desahogo muy grande, porque venimos pasando días complicados por los resultados de los partidos anteriores y muchas cosas que salieron [en los medios]". Lionel Messi.

"Bienvenido a Rusia 2018, Lionel Messi". Gary Lineker, exinternacional inglés.

"Es un golazo por el pase de Banega y por los dos controles que hace Leo, con el muslo y con la parte superior del pie. Toda la jugada es perfecta" Mario Kempes, campeón del mundo en Argentina 1978.

"La carrera, los dos toques antes de una definición exquisita... Es lo que el Mundial necesita para ser bendecido". Rio Ferdinand, exinternacional inglés.