miércoles 22 agosto 2018, 06:12

Stajcic ve recompensada su fe en las Matildas

  • Australia goza una etapa de crecimiento sin precedentes

  • El técnico aspira al Premio The Best en fútbol femenino

  • Las Matildas acudirán al Mundial de Francia 2019 

La selección femenina australiana puede presumir de ser uno de los combinados más entonados del planeta durante este último año.

Doce meses atrás, por estas fechas, puso fin a una secuencia de 30 años sin ganar a Estados Unidos. Y hace pocas semanas estuvo a punto de repetir esa gesta, aunque las actuales campeonas del mundo empataron a unos segundos del final.

Entre esos dos resultados encadenó una racha de ocho victorias consecutivas, un récord nacional, todas ellas obtenidas ante conjuntos que han sido campeones o finalistas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™.

Al mismo tiempo, las Matildas han sido la punta de lanza de un enorme periodo de crecimiento de la disciplina femenina en Australia, convirtiéndose, de forma inesperada, en un verdadero emblema del panorama deportivo nacional.

Dos partidos disputados el año pasado en casa ante Brasil registraron una asistencia de 30.000 espectadores. A modo de comparación, al encuentro ante las sudamericanas jugado tres años antes apenas habían acudido 2.500 personas.

Y el técnico que ha dirigido al equipo durante toda esta etapa es Alen Stajcic, volcado desde hace mucho tiempo con el fútbol femenino, del que es un apasionado defensor.

El propio Stajcic confiesa que ya no recuerda cuándo empezó su flechazo por el deporte rey. Nació en 1973, solo unos días antes de la primera clasificación de Australia para una Copa Mundial de la FIFA™, y pasó toda su infancia jugando al fútbol o viéndolo siempre que tenía ocasión.

Su historial incluye un largo periodo de logros en las categorías inferiores, así como éxitos continuos al frente del Sydney FC en la W-League, además de una fase como técnico de la selección nacional sub-20.

Stajcic se hizo cargo de la selección absoluta en 2014, y de inmediato se propuso desarrollar el indudable potencial que tenía su plantel.

“Procuramos cambiar nuestro comportamiento colectivo y la fe en nosotros mismos”, explica a FIFA.com cuando le preguntamos acerca de sus objetivos iniciales.

Al igual que el exseleccionador masculino Ange Postecoglou, Stajcic es un verdadero convencido de las capacidades del fútbol australiano y su cultura, y considera que los complejos de inferioridad son el primer ingrediente de la derrota.

“Siempre he tenido muchísima fe en el plantel y en la calidad que hay en nuestro país, estoy seguro de que podemos convertirnos en una de las mejores naciones del mundo. Y nos hemos esforzado mucho por transmitir esa confianza a las jugadoras”, indica.

“Quería que Australia fuese quien intentase llevar la batuta del juego, en lugar de limitarse a reaccionar y dejar que los rivales dominasen en el aspecto técnico o táctico”.

Las Matildas juegan mostrando una determinación clara en todas sus líneas dentro de la cancha, y también son un bloque unido fuera de ella. Todas se refieren cariñosamente a su entrenador como ‘Staj’, algo que dice mucho de su compañerismo.

El propio estratega prefiere atribuir a sus discípulas el mérito de las nuevas cotas que están coronando últimamente.

“La madurez y la compresión del juego son la clave”, dice. “La mayoría de ellas han jugado ya un par de Mundiales, Copas Asiáticas u Olimpiadas, así que ya no son ningunas novatas”.

“Cuando yo llegué muchas apenas pasaban de los 20 años, ahora ya son algo mayores, y si lo combinamos con su profesionalismo fuera del campo, todo está a un nivel mucho más alto, y eso es mérito de las jugadoras”.

Prueba de ello es la clasificación de Australia para los cuartos de final de los tres últimos Mundiales Femeninos. En Canadá 2015, Stajcic y sus pupilas lograron ganar por primera vez un partido de la fase de eliminatorias. Ahora, después de conseguir este año la clasificación para Francia 2019, la meta será superar ese hito.

“Tenemos unos cimientos sólidos. Sabemos que aún somos un equipo bastante joven, pero queremos seguir progresando de cara al Mundial del año que viene”.