viernes 11 diciembre 2020, 08:13

Vasseur, condenado a seguir siendo el mejor

  • Jean-Luc Vasseur aspira al Premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino

  • En su primer año en el Lyon ha ganado la liga, la copa y la Liga de Campeones

  • “Estoy aquí para mantener el nivel de excelencia”, anuncia

Lo más difícil no es coronar la cumbre, sino mantenerse en ella. Esa es la filosofía del Olympique de Lyon desde hace muchos años, y Jean-Luc Vasseur era plenamente consciente de ello en 2019, cuando fue designado entrenador de un equipo que lo gana todo, y todo el tiempo. Así pues, la presión para él al comienzo de esta etapa era enorme, sobre todo por tratarse de su primera experiencia en el fútbol femenino.

“Cuando llegué, el Lyon llevaba cuatro años consecutivos ganando la Liga de Campeones, así que es cierto, vine con esa presión. Pero a pesar de todo he ganado el torneo por quinto año”, recuerda a FIFA.com, con la sensación del deber cumplido. “Vine para mantener este nivel de exigencia. Todo el mundo se organiza, hace mucho tiempo que somos el rival a batir, hemos tenido bajas importantes. No se nos ha regalado nada. Pero seguimos aquí”.

“Aquí” son los dieciseisavos de final de la Liga de Campeones Femenina de la UEFA, con una victoria por 2-3 en el partido de ida de la eliminatoria en la cancha del Juventus, y en la pugna por la que sería su 15ª liga francesa consecutiva. Y a título personal, “aquí” hace referencia a la lista de candidatos al Premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino.

Huelga decir pues que ha estado a la altura de las expectativas —o incluso las ha superado— en su debut en la disciplina femenina. “Aunque sea una candidatura a una distinción individual, es la de todo un equipo, el cuerpo técnico y el personal médico. Hay que compartirla con el trabajo de todos mis colaboradores”, insiste el preparador, de 51 años. “Llegar a este entorno sin ellos habría sido difícil... Me han aportado muchísimo, alguna gente ya llevaba ahí un tiempo, recuperé a Camille Abily como segunda, eso supuso necesariamente un gran impulso para acelerar mi integración”.

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Mantenerse un paso por delante

Vasseur se encontró así al frente de un equipo femenino, formado además por jugadoras consolidadas y estrellas de la disciplina, lo que para él representó un universo nuevo, por haber sido sus experiencias anteriores en la modalidad masculina y en las categorías de base.

“Si uno deja de querer mejorar, a cualquier edad, será más bien una sombra de lo que fue. Yo sigo aprendiendo todos los días”, admite el exjugador del París Saint-Germain, Rennes y Saint-Étienne, entre otros equipos. “Y aprendo todavía más estando con este equipo de campeonas. Trato con futbolistas de más de 30 años, pero que poseen la capacidad de aprender, y la necesitan para que podamos seguir estando un paso por delante”.

Entreno a las jugadoras como a los hombres. Masculino o femenino, sigue siendo fútbol”, insiste el exdefensor. “Tengo futbolistas excepcionales, que escuchan, que responden a todas las demandas y, sobre todo, muy aplicadas en lo que hacen. Logran tener plasticidad táctica, una calidad extraordinaria y un afán constante por mantener los resultados, ya que el objetivo es conservar el nivel de excelencia”.

Y aunque el Lyon lo lograse al revalidar en 2019 los tres títulos conquistados el año anterior, la misión no fue tan sencilla. “Los adversarios se organizan, para algunas estrellas van pasando los años, así que hay que pensar en la renovación. Lucy Bronze, que fue una jugadora extraordinaria para nosotros, y para el fútbol en general, decidió emprender otro reto, así que hizo falta encontrar nuevos argumentos”, afirma Vasseur.

Un técnico que se topó, asimismo, con las graves lesiones de Ada Hegerberg y Griedge Mbock Bathy, Balón de Oro femenino 2018 y una de las mejores defensas del planeta respectivamente. “Si se trasladan esos elementos a cualquier plantel, masculino o femenino, resulta muy complicado mantener el nivel de exigencia, de eficacia y de desempeño”, añade.

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Por un puesto en la historia

Y quizás eso explique que, por primera vez desde 2016 y tras 76 partidos, el Lyon registrase una derrota en la liga, el pasado 19 de noviembre, 1-0 frente al París Saint-Germain. “Es un sabor que ya había olvidado”, confiesa Vasseur, aunque no quiere preocuparse lo más mínimo. “¿Pero no es también una oportunidad de reactivarnos, de volver a trabajar, de innovar? Tengo un equipo de campeonas. Odian perder, y yo también. Es el ADN del club. Pero cuando nos pase, debe ser una oportunidad de volver a cobrar impulso y encadenar una nueva serie de victorias”.

Dicho y hecho: las Fenottes se recuperaron ante el Le Havre (3-1) y a continuación en Turín (2-3), aunque el duelo europeo fuese indeciso durante mucho tiempo. Vasseur considera esta ligera redistribución de las cartas un signo alentador. “¡No somos imbatibles, porque perdimos!”, dice riéndose.

“Desde hace varios años los partidos contra el PSG son siempre muy reñidos. Y contra el Juventus, un equipo profesional que trabaja muy bien, recuperamos un aspecto espectacular, el entusiasmo por lo que hay en juego, la parte emocional, ¡aunque no era más que una eliminatoria de dieciseisavos de final del fútbol femenino! Pero eso es lo que les gusta a los apasionados por el fútbol”.

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En otras palabras, la mejor publicidad posible para el fútbol femenino, aunque deba aceptarse que las distancias van a estrecharse. “Hay que ir hacia la profesionalización, así las diferencias serán menores. Eso generará competencia”, analiza el antiguo técnico de Reims y París FC.

“Si la competencia es desleal, ¿qué interés hay? ¿Qué interés tiene la victoria por 14-0 de Francia sobre Kazajstán para la promoción del fútbol femenino? No depende de eso, sino más bien de partidos como el Francia-Austria, dos selecciones de un nivel casi parejo. Los PSG-Lyon, Lyon-Juventus y todos los demás choques que van a ser muy reñidos devuelven la afición por la incertidumbre deportiva”.

Pero Vasseur está convencido de que el Lyon no va a renunciar al trofeo continental este año. “Hemos entrado en la historia al igualar la secuencia de títulos de la Copa de Europa del Real Madrid”, recuerda, refiriéndose a los cinco trofeos consecutivos de los Merengues en el fútbol masculino entre 1956 y 1960. “Tenemos una oportunidad extraordinaria de batirlo este año. La presión recae sobre nosotros porque somos los defensores del título, pero no nos molesta: nuestro objetivo es entrar definitivamente en la historia del fútbol con un sexto título”.