jueves 05 septiembre 2019, 06:50

El ‘maestro’ de la cantera australiana, a Brasil 2019

  • Australia jugará en su tercer Mundial Sub-17 en 14 años

  • La encabeza el formador de inferiores Trevor Morgan

  • Ha formado internacionales masculinos como femeninos

Si Sídney es el corazón del fútbol australiano moderno, la escuela superior Westfields Sports High School es su epicentro. La lista de antiguos alumnos del colegio parece “el quién es quién” del fútbol australiano.

Maty Ryan y Aaron Mooy, ambos decisivos en la campaña de Australia en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, son dos de los nombres ilustres que se han añadido recientemente a la larga lista de futbolistas masculinos y femeninos destacados en las competiciones mundiales, un elenco que encabeza Harry Kewell, el astro de Alemania 2006.

Hasta seis integrantes de la selección que representó a Australia en Rusia 2018 asistieron a dicha escuela, un porcentaje similar al de muchos equipos nacionales juveniles y absolutos de los últimos años.

En buena parte de las dos últimas décadas, Trevor Morgan ha sido el técnico principal de esta fábrica de talentos del fútbol australiano. Este empleo destaca con fuerza en un currículo extraordinario en la formación futbolística, que incluye la preparación de equipos de las categorías inferiores de un montón de clubes de la liga nacional, así como el cargo de segundo entrenador en las Copas Mundiales Sub-20 de la FIFA 2009 y 2013.

Ahora, por fin, Morgan tiene la oportunidad de viajar al Mundial como seleccionador nacional sub-17 de Australia, un puesto que ocupa desde el año pasado. Morgan y su equipo podrán perfeccionar todavía más el desarrollo de sus pupilos en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2019, que se celebrará en octubre en uno de los centros espirituales del fútbol mundial, Brasil.

Curiosamente, la cantidad de jugadores de la cantera de Westfields ha disminuido en la actual selección de Morgan, conocida como los Joeys. “Con este grupo he intentado por todos los medios buscar jugadores en todo el país y asegurarme de que nadie se quede sin su oportunidad”, ha explicado Morgan a FIFA.com.

Pero, ¿cuál es la fórmula mágica sobre la que se apuntala el histórico éxito de la escuela Westfields? “Mucha de esa magia ha surgido del empeño y la innovación del personal del colegio. Como este centro no es tan de relumbrón como otros, la gente se une a él con el único propósito de perfeccionarse”.

“El entrenamiento del fútbol en este entorno se basa en trabajar por la mejora individual y no en ganar un partido en concreto. A lo largo del tiempo, este planteamiento forma deportistas muy responsables, muy conscientes de que puede perfeccionarse y con una gran capacidad para identificar lo que se necesita para triunfar”.

“He tenido la gran suerte de trabajar con jóvenes muy prometedores y de pulir sus atributos personales. Procuro entrenar como lo haría un maestro”.

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Australia, subcampeona de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 1999, llega a la competición por tercera vez en los últimos 14 años. En Brasil la esperan en la fase de grupos Ecuador, Hungría y la pentacampeona del mundo Nigeria, toda una superpotencia en la categoría sub-17.

“La variedad es la sal de la vida”, comenta Morgan sobre los diversos tipos de fútbol a los que se enfrentará su equipo. “De eso se trata precisamente en un Mundial. Todos son desafíos diferentes, lo que es muy bueno para nuestro desarrollo. Está claro que no habrá ni un solo día igual al anterior”.

“Trataremos de proporcionar a los jugadores una gran seguridad en sí mismos y confianza en sus capacidades. Hacemos que jueguen un estilo de fútbol que les permita expresarse sobre el terreno de juego”.

“Mi filosofía consiste en facultar a los deportistas para que tomen buenas decisiones y demostrarles lo que pueden hacer para dar rienda suelta a su personalidad, y esta es la razón por la que queremos que vayan al Mundial”.