viernes 08 noviembre 2019, 08:13

El arquero Songhoon, baluarte de la República de Corea

  • Shin Songhoon, capitán y última línea defensiva de la República de Corea

  • Sus atajadas al final del duelo ante Angola consolidaron el pase a cuartos

  • La promesa del Gwangju FC quiere volver a ser una muralla ante México

La República de Corea apostó por una estrategia muy ensayada para alcanzar los cuartos de final de esta Copa Mundial Sub-17 de la FIFA™. Para imponerse en octavos a Angola, y hacer antes lo propio en la liguilla contra Haití y Chile, los Guerreros Taegeuk presionaron al máximo en un intento por adelantarse al principio, lo lograron y a continuación se replegaron para proteger su renta. Conservar la ventaja en el casillero es la táctica preferida de su seleccionador, Kim Jung Soo, y obliga a los diez jugadores de campo a implicarse en la defensa, además de confiar en su arquero y capitán, Shin Songhoon, cuando el rival consigue efectuar un disparo.

Expertos en defensa

“Nuestra primera línea defensiva son los jugadores de ataque, para entorpecer el juego del adversario en su propio campo”, explica Songhoon a FIFA.com. “Luego vuelven a nuestra cancha y defendemos en bloque”.

Por el momento, está funcionando. El equipo ejecutó el plan a la perfección ante las Palaquinhas el martes y eliminó así a una de las revelaciones de Brasil 2019, que antes había causado sensación con su velocidad y estilo por las bandas. Eso no ocurrió frente a los asiáticos, que neutralizaron a Zini, Zito y al resto del ataque angoleño.

Y Songhoon tuvo gran parte de responsabilidad en que los suyos terminasen con la puerta a cero, primero en un alarde de reflejos para interceptar un remate de cabeza a quemarropa de Zini y luego al saltar para despejar con la punta del guante por encima del larguero un potentísimo lanzamiento de David. El número 1 de la República de Corea también mantuvo la concentración durante el intento de reacción final de sus oponentes.

“Pensamos que Angola era uno de los equipos más rápidos y potentes que quedaban en liza”, señala Songhoon. “Lo analizamos muy detenidamente, nuestros hombres estudiaron su fútbol y luego desplegaron un buen juego para poder ganar”.

Y cuando el partido se abre y se suceden las ocasiones, ¿qué le pasa por la cabeza a Songhoon? El canterano del Gwangju FC revela que, estando concentrado, apenas siente nada.

“Pienso en las atajadas, en hacer mi trabajo, nada más”, dice. “No hay tiempo para sentir nada. Simplemente me centro en dónde está el balón y de dónde viene”.

El Tri, rival de altura en cuartos

Los coreanos se preparan ahora para medirse con México, campeón de la CONCACAF y que eliminó a Japón del torneo, al hacer dos goles contra una defensa de los Samuráis Azules que no había sido perforada en Brasil antes de su contienda de octavos de final. El Tri es bicampeón del mundo de esta categoría, y supondrá una de las pruebas más difíciles que hayan afrontado los Guerreros Taegeuk. Un triunfo los situaría en semifinales e implicaría de paso su mejor registro en un Mundial Sub-17 el mismo año que el combinado sub-20 se ha colgado la plata en Polonia 2019.

Y en caso de adelantarse al principio también en cuartos, dependerán de que Songhoon vuelva a mostrarse imbatible, si bien él admite que no será tarea fácil.

“Ocupar este puesto en este tipo de situaciones conlleva un cierto peso, y noto la presión”, confiesa. “Pero nuestros jugadores defensivos saben mantenerla a raya y limitar las ocasiones del contrario, es algo que yo valoro. Y cuando me lleguen disparos del rival, estaré preparado”, concluye.

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