El programa de voluntariado deja un legado duradero para la juventud papú

El programa de voluntariado de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA celebrada en Papúa Nueva Guinea, centrado en aumentar la capacidad de inserción laboral y crear modelos de comportamiento femeninos, ha logrado la participación de más de 1.000 voluntarios, que ayudan en la organización de diversas actividades y eventos.

Para aumentar la capacidad de inserción laboral entre la juventud de Papúa Nueva Guinea, el Comité Organizador Local de la FIFA, en colaboración con el Proyecto de Empleo para la Juventud Urbana (UYEP), una iniciativa del Gobernador del Distrito Capital Nacional financiada por el Banco Mundial, colaboró con el Gobierno australiano, la Confederación de Fútbol de Oceanía, la Embajada de Estados Unidos y UNICEF en el desarrollo de una plataforma que ha ofrecido a los jóvenes la oportunidad de adquirir directamente experiencia y una serie de destrezas.

Casi la mitad de los pobres urbanos de Papúa Nueva Guinea son jóvenes. El Banco Mundial calcula que, en la región, un 70-80% de los jóvenes están desempleados y poseen estudios, lo que indica que los elevados niveles de pobreza tienen efectos adversos sobre la juventud urbana. Los estudios también demuestran que las desigualdades provocan que los jóvenes sean propensos a adoptar comportamientos de riesgo, como actividades delictivas y el consumo de drogas y alcohol, y a cometer actos violentos.

En el marco del legado de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, jóvenes de veinte asentamientos de Port Moresby participaron en un programa de formación y prácticas de tres meses de duración que les ha proporcionado experiencia laboral, contacto directo con centros de trabajo y capacitación en materia de habilidades para la vida cotidiana, en ámbitos como la salud y la higiene, la gestión financiera y la comunicación.

Parte de la formación consistió en un seminario sobre la eliminación de la violencia, destinado a aumentar la concienciación acerca de temas como la violencia y los abusos contra mujeres, niñas, niños y hombres en la región, y a promover asimismo entornos libres de violencia en el hogar y en la comunidad. Esta capacitación se incluyó en una campaña más amplia, coincidiendo con la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, con el objetivo de fomentar el respeto, el entendimiento y la tolerancia entre chicas y chicos, hombres y mujeres y la comunidad en su conjunto, cuya meta última es reducir los factores de riesgo asociados con la violencia sexista en la región del Pacífico.

Tras el torneo, cincuenta de los 1.000 voluntarios serán seleccionados para ejercer de embajadores de #ENDviolence en sus comunidades. Para ello, durante los meses posteriores al certamen, recibirán formación adicional y colaborarán en una campaña de sensibilización comunitaria con una amplia base en los veinte barrios marginales de Port Moresby.