sábado 02 abril 2016, 08:16

Houghton: “Los reveses me han convertido en la futbolista que soy”

Desde que a los 24 años de edad se convirtió por sorpresa en goleadora con Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de 2012, la carrera de Steph Houghton ha seguido una trayectoria ascendente.

Con 26 años recibió el brazalete de capitana de la selección de Inglaterra como reconocimiento a su pujanza y a su enorme calidad. Un año después, lideró a su combinado nacional hasta un importantísimo tercer puesto en la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Si bien estos hitos sugieren una trayectoria ascendente constante e inexorable, la primera época de Houghton en el fútbol fue de todo menos tranquila.

En 2007, después de haber debutado con Inglaterra a los 18 años, se fracturó una pierna dos días antes de que el combinado emprendiera el viaje rumbo al Mundial de China. Cuando, cumplidos los 21 años, regresó a los terrenos de juego, esta polifacética defensa se rompió el ligamento cruzado poco antes de la Eurocopa Femenina de 2009.

Fueron dos golpes demoledores, con repercusiones tanto físicas como mentales, capaces de derribar para siempre a cualquier persona de carácter más débil. Houghton, sin embargo, no sólo sobrevivió sino que floreció en todo su esplendor. La jugadora está convencida de que aquellas lesiones determinaron sus éxitos posteriores.

“No me malinterpreten, fue muy duro”, explica a FIFA.com. “Pero, gracias a que nunca flaqueé y seguí trabajando sin descanso, he conseguido vivir experiencias increíbles en el Mundial, en los Juegos Olímpicos y en la EURO”.

“Creo que esos reveses me ayudaron a convertirme en la persona y en la futbolista que soy en la actualidad. Salí de todo aquello decidida a aprovechar todas las oportunidades que se me presentaran y a recompensar a toda la gente (y tuve mucha suerte en este sentido) que se mantuvo a mi lado y me ayudó en los momentos más duros”.

Inolvidable motivación Una experiencia entre esas dos lesiones ofreció a Houghton una muestra de lo que el fútbol podía brindarle. Se produjo en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2008 en Chile, donde, junto con jugadoras como Toni Duggan y Natasha Dowie, contribuyó a la victoria de Inglaterra sobre las anfitrionas de camino a cuartos de final.

“Me había perdido el Mundial absoluto, pero el sub-20 supuso para mí una enorme inyección de moral. Pude salir con Inglaterra y representar a mi país en una competición como aquella”, recuerda. “Por eso siempre recordaré con mucho cariño aquel torneo; todavía pienso mucho en él. Me enseñó que hay que aprovechar cada oportunidad que se presente de jugar en un escenario de esa magnitud”.

Inglaterra mostró destellos de grandeza, pero su trayectoria terminó en cuartos, cuando cayó por 3-0 ante una selección de Estados Unidos con futbolistas como Alex Morgan o Sydney Leroux en sus filas. Una eliminación en absoluto inesperada, dado que, en la época, perder a manos de cualquiera de las potencias tradicionales del fútbol femenino, sobre todo Estados Unidos y Alemania, era sencillamente lo que se esperaba de Inglaterra, y lo que esta invariablemente hacía.

Ocho años después, sin embargo, Houghton abandera una Inglaterra totalmente diferente. La Copa Mundial Femenina de la FIFA del año pasado proporcionó la prueba suprema de esta transformación, con victorias sobre la anfitriona, Canadá, y sobre la tradicional bestia negra, Alemania, conseguidas con actuaciones llenas de clase y personalidad.

Su capitana, que ha formado parte de la selección durante casi una década, se halla en un lugar privilegiado para juzgar qué mejoras, físicas, tácticas, técnicas o de mentalidad, han incidido más a la hora de cerrar la brecha que separaba a las inglesas de los grandes del fútbol mundial.

“No se puede atribuir sólo a una de ellas”, explica. “Físicamente, creo que podemos competir contra los mejores equipos del mundo, y quizás no era así anteriormente. Creo que también hemos mejorado táctica y técnicamente, como se pudo comprobar en el Mundial. Pero el cambio de mentalidad me parece el más decisivo, porque ahora planteamos los partidos con auténtica fe en nuestras posibilidades”.

“Hace usted que me sienta muy vieja cuando dice que llevo en la selección casi una década, pero la verdad es que está muy claro que hemos efectuado grandes progresos en este tiempo. Cuando empecé, recuerdo que lo más importante era clasificaros para las competiciones. Ahora eso se da por sentado, y se trata de hacer un buen trabajo en las últimas fases. En la próxima etapa, por supuesto, perseguiremos el objetivo de ganar algún trofeo, y estamos resueltas a conseguirlo”.

Y con resolución se puede llegar muy lejos, como ha demostrado Houghton a lo largo de su carrera.