Si en 2001, cuando fue drafteado por los Tampa Bay Bucaneers, le hubieran dicho a John Howell que iba a terminar enamorado del ‘otro’ fútbol, probablemente no lo habría creído. Pero su hija Jaelin obró el milagro y ahora este ganador de la Superbowl en 2002 y subcampeón en 2006 anda con su familia y amigos recorriendo la Bretaña francesa y animando a la centrocampista estadounidense y sus compañeras en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2018. El equipo afronta este lunes un vital duelo ante España en la jornada decisiva del Grupo C.

“Es divertido cómo te involucras en algo porque tus hijos lo hacen. No sabía NADA de fútbol, pero me convertí en un gran fan y ahora me encanta ver la Liga, la Premier, fútbol masculino, femenino, el Mundial…”

Así, cerrado, como contaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano que hacía durante los Mundiales, ha estado el hogar de los Howell en Denver, Colorado durante Rusia 2018. “Planeábamos nuestro día a día en torno al Mundial”, reconoce divertido John. Durante el tiempo que Jaelin se preparaba para ‘su’ Mundial, tocaba comentar los partidos por el celular. Pero cuando estaba en casa, el orden del día no variaba: madrugón (por la diferencia horaria), taza de café bien cargado –“a los dos nos encanta el café” – y fútbol, mucho fútbol. “Veíamos el primer partido, luego el segundo, el tercero…”

También algún que otro pique. “Jaelin dice que tengo un ‘crush’ con Ronaldo… ¡Quizás lo tenga! Es mi jugador favorito”, cuenta riendo. La centrocampista “es más de Messi” y se fija también en quienes juegan en su posición, como Luka Modric, o en la francesa Eugénie Le Sommer, su jugadora preferida.

John no tiene dudas en reconocerlo: se emociona más con los éxitos deportivos de Jaelin y sus hermanos –juegan a fútbol americano en el instituto– que con los propios. “Y sí, gané una Superbowl, jugué otra y fue fantástico, pero con tus hijos es diferente. Cuando sufren, tú sufres más y cuando lo logran eres casi más feliz que ellos. La emoción de ver triunfar a Jaelin es 10 millones de veces mejor que lo que pude sentir con mis propios éxitos”.

Por eso, después de ver este jueves la goleada de las Barras y Estrellas ante Paraguay (6-0), resultado que permite a las estadounidenses depender de sí mismas para alcanzar los cuartos de final –deberán presumiblemente ganar a España para lograrlo–, John lucía una sonrisa de oreja a oreja.

Contar con la experiencia de un deportista profesional en la familia siempre es un plus. Le preguntamos a la propia Jaelin, que no tiene dudas. “Mi padre me ha enseñado mucho de la mentalidad del fútbol americano y me ha ayudado a ser la jugadora que soy hoy”. John se ríe y puntualiza. “En la adolescencia no era muy receptiva. Era un poco ‘ya lo sé, no lo entiendes, es un deporte diferente…’. Pero ahora tenemos grandes charlas y le encanta”.

¿Algún consejo en concreto? “Mentality before reality!” (visualizar y creer en el objetivo para poder conseguirlo). Jaelin se lo sabe a la perfección. También sus compañeras. “Se ríen de mí porque tengo esa clase de lemas y gritan ‘¡MBR!’ y me hacen reír a mí también”, cuenta John. Ahora es ella la que matiza entre risas. “Creo que piensan que mi padre es guay. A veces me preguntan qué opina. Les gusta escucharle por la experiencia que tiene”. Ante la Rojita, Jaelin intentará una vez más aplicar los sabios consejos paternos.