sábado 04 agosto 2018, 07:00

Abebe y el arbitraje: "Aprendes lecciones para la vida"

  • ​Lidya Abebe es parte del equipo arbitral en Francia

  • Volvió a los terrenos de juego apenas siete meses después de dar a luz

  • Abebe nos cuenta su historia: "ser árbitra es mi vida"

Al igual que muchas de las 336 futbolistas que participarán en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Francia 2018, Lidya Tafesse Abebe también descubrió a una edad muy temprana su pasión por el fútbol. Sin embargo, su trayectoria hasta llegar al césped fue distinta, porque la etíope se decantó por el arbitraje.

"Es algo que me encanta", afirma sonriente en su entrevista con FIFA.com. "A los doce años jugaba al fútbol en el colegio, y estuve siete años en un equipo. El baloncesto era otro de mis deportes favoritos. Pero, cuando veía un partido de fútbol, siempre me fijaba en los árbitros y pensaba: 'Qué trabajo tan difícil tienen'. Y me picó el gusanillo. Mi profesor de entonces se encargaba de formar árbitros y me dijo: 'Aprenderás'. Y a los doce años empecé a arbitrar".

Con el tiempo se demostró que su maestro era un hombre sabio, y su pronóstico se cumplió. Abebe hizo su sueño realidad y se convirtió en árbitra de la FIFA. A sus 38 años, la colegiada etíope ya ha participado en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015, fue seleccionada para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de Jordania del año siguiente y, en 2018, estará en Francia.

"Arbitrar es un reto, y una aprende lecciones para la vida. Cuando salto a la cancha, me cambia totalmente la expresión de la cara. Me hago fuerte, tomo decisiones. Y la gente me quiere por ello. Se acercan y me dicen: 'Oye, Lidya, eres muy distinta cuando estás en el campo a cuando estás fuera'. A veces soy divertida; otras, firme", cuenta con una sonrisa.

"También dirijo partidos masculinos. Y mucha gente me dice que tiene que ser un reto muy especial, pero para mí es fácil, es mi vida".

Y es precisamente esta actitud la que le permitió regresar a la élite del arbitraje tras dar a luz. "Cuando estaba embarazada, pensaba: 'Siento que mi cuerpo sigue siendo fuerte'. Un mes después de la cesárea, les dije a mis amigos: 'Puede que esté gorda, pero me siento ligera'. Y, cuatro meses después del parto, decidí volver a los entrenamientos. Cuando llegué al estadio, la gente se reía y comentaba: '¡Mira, si es Lidya!'. Me había puesto 20 kilos encima", recuerda sobre aquella época.

"Por la mañana iba al gimnasio, volvía a casa, descansaba, comía algo saludable y me iba casi tres horas a nadar. La gente se burlaba de mí, pero yo vivo para el arbitraje y quería regresar a las canchas para participar en un Mundial femenino o en la Copa Africana Femenina de Naciones. Esa era mi ilusión. No obstante, todo el mundo decía, incluidos los medios de comunicación, que no podría volver. Después de tres meses de entrenamiento, hice las pruebas físicas para la primera división femenina y las pasé. Todos se quedaron con la boca abierta. También hice las pruebas para la segunda división masculina y para la sub-17, y también las pasé. Once meses después de dar a luz, dirigí la semifinal de la Copa Africana Femenina de Naciones y aguanté 120 minutos corriendo [ndlr: partido clasificatorio para Canadá 2015]."

Su magnífico rendimiento no pasó desapercibido y, ese mismo año, Abebe fue nombrada mejor árbitra de su país. Francia 2018 es el siguiente torneo femenino que afronta la etíope, una mujer que ha demostrado que siempre hay que perseguir los sueños, tal y como han hecho también las 336 futbolistas participantes.