lunes 06 julio 2020, 12:17

Bareman: "El fútbol femenino puede volver siendo más grande, fuerte y popular todavía"   

  • Francia 2019 supuso un punto de inflexión para el fútbol femenino

  • Sarai Bareman analiza el torneo y los retos que ha habido desde entonces

  • Habla del Plan de Apoyo COVID-19 y la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023

El año pasado, a estas alturas, Sarai Bareman estaba preparándose entusiasmada para asistir a la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™.

Ya entonces, en vísperas del duelo por el título, la Directora de Fútbol Femenino de la FIFA sabía que el torneo había pulverizado récords y puesto con ello los cimientos de una nueva y brillante etapa en la disciplina.

Sin embargo, es evidente que nadie pensaba aún en la COVID-19 y en los efectos sin precedentes que ha tenido sobre el fútbol y sobre el mundo en general. Pese a todo, Bareman, sin minimizar en absoluto las dificultades que entraña la pandemia, quiere transmitir un mensaje de optimismo respecto al futuro del fútbol femenino.

Antes de centrarse en el Plan de Apoyo de la FIFA y en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023 de Australia y Nueva Zelanda, empieza repasando lo que fue un fantástico verano francés y un torneo que no se olvidará nunca.

Desde un punto de vista técnico, táctico y físico, Francia 2019 ha sido el mejor Mundial Femenino de la historia. Y usted, ¿por qué la considera el mejor?

En mi opinión, ha sido el mejor porque representó la culminación de muchísimas horas, días, semanas y meses de gran esfuerzo. Todas las personas relacionadas con ella pusieron todo su empeño en conseguir ese éxito. Lo que logramos en Francia fue sin duda uno de los momentos de mayor orgullo de toda mi carrera.

Fue un éxito tremendo en cuanto al número de espectadores y de telespectadores, y eso hizo que resultase más satisfactorio todavía. En el mundo del fútbol femenino, la Copa Mundial es como un faro, la cúspide de la pirámide. Es el mayor acontecimiento que tenemos cada cuatro años, para exhibir nuestro deporte y a nuestras deportistas. Y se consiguió de la mejor forma posible, abrió de verdad los ojos del mundo, que pudo ver lo que es el fútbol femenino en realidad.

Siguieron Francia 2019 un total de 1.120 millones de telespectadores, un récord. ¿Esperaba tanto éxito?

El objetivo de telespectadores que nos habíamos marcado era de 1.000 millones y lo superamos, fue algo a todas luces increíble. Creo que eso fue lo que distinguió la edición de Francia de muchas de las anteriores, que más de 1.000 millones de personas de todo el planeta tuviesen acceso a nuestro deporte y sintonizasen sus televisores para verlo. Fue un punto de inflexión para el fútbol femenino.

¿Cómo va a desarrollarse en el futuro el fútbol femenino con la ayuda de la FIFA?

Creo que la prioridad que da la FIFA al fútbol femenino es más grande que nunca, sobre todo después de Francia. Tenemos previsto invertir 1.000 millones de USD en los próximos cuatro años. Disponemos de programas de desarrollo específicos y adaptados para las 211 federaciones miembro. Contamos con una estrategia de fútbol femenino muy concreta que ya estamos poniendo en práctica y en estos momentos estamos llevando a cabo una investigación especializada para acelerar la profesionalización del fútbol femenino.

Estamos colaborando con organismos y entidades socias de fuera de la familia del fútbol para que nos apoyen y ampliar el alcance de los efectos sociales positivos de nuestro deporte. No solo para quienes están dentro del terreno de juego —las jugadoras y los entrenadores—, sino también para las mujeres en el fútbol. Estamos dedicando muchos esfuerzos a la educación y al incremento de las capacidades, procurando aumentar el número de mujeres que ocupan puestos directivos en el fútbol y en los órganos de toma de decisiones. Me alegra mucho ver el impulso que tenemos ahora, y que está siendo recibido con entusiasmo por nuestras partes interesadas.

¿Cuál fue su “momento mágico” personal de Francia 2019?

Es una pregunta muy fácil: el partido inaugural, en París. Lo recuerdo perfectamente, cómo estaba sentada en las gradas con mis compañeros y compañeras, los aviones que nos sobrevolaron, oír el clamor del público cuando las dos selecciones entraron en la cancha, ver las banderas y las banderolas de Francia y la República de Corea ondear por todo el estadio, y el aforo que estaba completo.

Yo lloré. Aquel momento fue la culminación de muchas cosas, y ver que daban sus frutos de una forma tan grande, en un estadio repleto hasta la bandera, en un entorno tan lindo, fue algo enormemente emotivo. Para mí fue un momento muy intenso.

¿Quién o quiénes le sorprendieron más?

Seguramente espere que le dé una respuesta relacionada con lo que ocurrió en el terreno de juego, pero va a ser distinta. Para mí la mayor sorpresa fueron los hinchas. Esperaba que viniesen muchos, por supuesto, pero me sorprendió lo increíbles que fueron, cómo respondieron para animar a las selecciones, y lo diverso que era el público en todos los partidos a los que fuimos.

Fue muy hermoso ver a tantas familias, a generaciones de familias: abuelos, padres, hijos. La pasión me dejó impresionada. Sentí que los hinchas sabían que formaban parte de algo más grande que este Mundial, eran parte de un movimiento, era mucho más que lo que estaba ocurriendo dentro del terreno de juego que tenían delante. Podía palparse esa energía.

Ha dicho que debe aumentar el número de mujeres que hay en el fútbol. La igualdad de género es un tema muy importante, y no solo en el fútbol. ¿Cómo debería mejorarse la situación actual?

En primer lugar, lo que me encantó de Francia es que nos ha proporcionado una plataforma increíble para que se pueda hablar de todo esto. Ahí radica el poder del fútbol, el poder del fútbol femenino. Da un espacio en el que la gente puede reunirse y hablar de esto abiertamente. Las deportistas también pueden utilizar esa plataforma para hacer oír sus opiniones.

Simplificándolo mucho —tanto desde un punto de vista personal como en cuanto a la opinión de la FIFA—, todo el mundo debe recibir el mismo trato. Para mí, es así de sencillo. Nuestro trabajo en la FIFA respecto al fútbol femenino es llevarlo al mismo nivel. Tenemos que transversalizarlo, para que en el futuro deje de haber un debate sobre el fútbol masculino y otro sobre el fútbol femenino, y hablemos simplemente de fútbol. Hasta que no veamos a todo el mundo que tiene responsabilidades en la materialización del fútbol tratar del mismo modo al masculino y al femenino, seguiremos trabajando para conseguirlo.

Pensando en el legado de 2019, el fútbol femenino avanzaba en la dirección adecuada. Ahora mucha gente teme que su progresión sufra un revés debido a la COVID-19. ¿Ha sido así? En caso afirmativo, ¿cómo podemos contrarrestarlo?

Creo que se ha visto afectado todo el mundo del fútbol, hay que decirlo sin ambages. La sociedad en su conjunto, pero el fútbol también. Es algo que tuvimos muy claro ya desde el principio, cuando empezábamos a hablar con nuestras partes interesadas —clubes, confederaciones, federaciones miembro, las ligas y las jugadoras—, para tratar de tantear las impresiones que había sobre el terreno. ¿Cómo le estaba afectando a la gente desde un punto de vista físico, y también económico? Eso nos proporcionó una perspectiva muy buena, que en última instancia se tradujo en el plan de apoyo que ha desplegado la FIFA para la familia del fútbol.

Me siento especialmente orgullosa de cómo ha reaccionado la FIFA respecto al fútbol femenino. Desde el principio, se envió un mensaje muy claro partiendo de las esferas más altas, empezando por el Presidente: el fútbol femenino es importante y tiene que seguir siendo una prioridad. Ha sido una parte esencial del proceso de elaboración del plan de apoyo. El nivel de inversiones que estamos haciendo como organismo ahora va a más, por lo que ha ocurrido. Habrá fondos específicos para todas las federaciones miembro, concretamente para el fútbol femenino, y al margen de lo que ya estaban recibiendo.

Soy consciente de que hay muchos temores, y para ser sincera al principio yo también los tenía. Pero creo que debemos abordar las cosas de forma positiva. Según mi experiencia, sobre todo en el mundo del fútbol, los momentos de adversidad siempre conducen a las mayores oportunidades. El fútbol tiene que ser consciente de ello y creo que podemos volver siendo más grandes, más fuertes y con más popularidad todavía.

Australia y Nueva Zelanda el Mundial de 2023. ¿Qué representa esto para el fútbol femenino en esos países y en la región de Asia-Pacífico?

Es algo importantísimo. Será la primera vez que se organice un Mundial Femenino en esta región, y la primera que vez que dos confederaciones organicen conjuntamente un Mundial Femenino. Tendrá unas repercusiones enormes.

Ya lo hemos visto después de Francia 2019, hemos asistido a un incremento en la participación en la disciplina femenina, sobre todo en Europa. He visto las cifras, por ejemplo en Inglaterra. Después de Francia se incorporaron a los programas de base más de 800.000 mujeres y niñas. Estoy convencida de que va a ser lo mismo en Asia y en el Pacífico. Me entusiasma pensar que gracias a este torneo habrá muchas más oportunidades para las niñas en esa región.

Yo tuve mucha suerte de criarme en Nueva Zelanda, donde tuve acceso a un club y a infraestructuras. Pude jugar y recibí mucho apoyo. Creo que este Mundial Femenino también servirá de catalizador y hará que mucha gente se dé cuenta de lo grande que es el fútbol femenino, y de la enorme oportunidad que se le abre.

En el primer Mundial, el de 1991, participaron doce selecciones. En 2019 fueron 24 y en 2023 serán 32. Es innegable que han cambiado muchas cosas en los últimos 28 años. ¿Cuál debe ser el siguiente paso para llevar el torneo a un nivel superior e incrementar aún más su importancia?

Desde una perspectiva comercial, podemos hacer mucho en cuanto a la activación de las asociaciones que tenemos. Hacer que se implique más gente, y mejorar la experiencia de todos los hinchas que vayan al estadio a ver los partidos, o de quienes los vean desde sus casas por televisión. Durante los próximos tres años vamos a dedicar muchos esfuerzos a eso. Sobre todo en lo referente a la tecnología y la innovación digital. Hemos podido recopilar distintos datos, haciendo un seguimiento de las jugadoras y de lo que ocurre dentro de la cancha con los aspectos físicos del juego. Solo con eso, si sabemos utilizarlo bien, podremos mejorar muchísimo la experiencia de los hinchas.

Desde una perspectiva técnica del fútbol femenino, también hay que mejorar la experiencia de las jugadoras. Tenemos a las mejores del mundo. Es la mayor oportunidad que se nos brinda de exhibir sus habilidades y lo que son capaces de hacer. Es importante que sigamos trabajando para mejorar las condiciones en las que juegan, para que puedan seguir rindiendo al máximo y ofrecer un espectáculo increíble para todos los aficionados que vayan a verlas en 2023.