Los distritos de Kilifi y Kwale, que se encuentran en la costa keniata, parecen lugares idílicos en las guías turísticas. Sin embargo, más allá de sus paradisiacas playas con palmeras, la vida de sus habitantes y, en especial, la de las mujeres jóvenes, es dura. Hay un alto índice de embarazos entre adolescentes, a muchas chicas se les obliga a dejar la educación secundaria y, culturalmente, existe todavía una creencia muy extendida de que su sitio está "en la cocina".

Pero el fútbol está ayudando a cambiar esto. Bajo el lema Tunaweza, que en suajili significa “nosotras podemos”, y con los fondos del Programa Comunitario de la Fundación FIFA, la organización Moving The Goalposts (MTG) está ayudando a que las mujeres de la región tengan voz, luchen por sus derechos y acaben sus estudios. Algunas de ellas han hecho carrera como profesoras, músicas, agentes de compras y periodistas.

Una chica que llegó a MTG después de dejar el colegio, volvió para acabar sus estudios gracias a la insistencia de esta organización, y ahora es locutora de radio. Una o dos incluso se han abierto paso en el fútbol, como es el caso de Essa Kida, que juega en la primera división turca, aunque esto es algo que se considera un complemento. "No es un fin en sí mismo", puntualiza Dorcas Amakobe, directora ejecutiva de MTG.

La idea de MTG es sencilla: practicar el fútbol de manera organizada proporciona a las chicas y a las mujeres jóvenes un lugar seguro que, a su vez, les ofrece educación y apoyo.

"Utilizamos el fútbol para transmitir nuestro mensaje y nuestra información sobre salud reproductiva y los derechos de las mujeres", señala Amakobe.

La Fundación FIFA, que brinda su apoyo formando a entrenadores y árbitros, organizando campus de fútbol y contribuyendo a pagar al personal, se fundó en marzo de 2018 como una entidad independiente cuyo objetivo es ayudar a promover el cambio social en todo el mundo. Sus metas las supervisa el Consejo de la Fundación FIFA, encabezado por Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Youri Djorkaeff es el director ejecutivo de la Fundación FIFA, y su trabajo cuenta habitualmente con el apoyo de las FIFA Legends. Cada año, la fundación invita a solicitar financiación a entidades sin ánimo de lucro ya consolidadas que abordan todo tipo de problemas sociales mediante el fútbol.

Antes de que MTG se instituyera hace alrededor de 20 años, el fútbol femenino era algo inaudito en esta región, lo que hacía de él el vehículo ideal para motivar el cambio.

"Teníamos que hacer algo que no fuera tradicional entre las mujeres, algo que hiciera cambiar la percepción de las comunidades", indica. "El fútbol no estaba considerado un deporte femenino. Era el deporte más conocido y, sin embargo, estaba vetado a las mujeres. Por eso pensamos que sería una buena manera de demostrar que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres".

Además, ofrecía una oportunidad para que mujeres y niñas estuvieran en un espacio público y abierto, y les ayudaba a desarrollar habilidades sociales como la deportividad o la aceptación de la derrota y la victoria.

"Les enseña a ser líderes y a estar en el centro de la comunidad. Cuando estás en la cancha tienes que comunicarte, pasar el balón y hacer que tus compañeras participen, y todas esas cosas también son importantes en la vida", explica Amakobe.

En estos momentos, MTG cuenta con alrededor de 9.000 personas afiliadas, y antes del inicio de la pandemia de la COVID-19 organizaba tres ligas para distintos grupos de edad. Asimismo, ha ayudado a 30 colegios a introducir el fútbol femenino y tiene un equipo en la liga femenina de Kenia.

Una de las mayores preocupaciones en la región es la cantidad de niñas que abandonan la escuela, y MTG ofrece becas a chicas y mujeres jóvenes vulnerables para que puedan permitirse pagar los estudios. Algunas de las jóvenes que se han beneficiado de esta ayuda regresan luego a MTG como entrenadoras.

Pero también se han topado con cierta oposición, a menudo procedente de las propias familias.

"Existía la idea de que el fútbol las volvería demasiado masculinas. Las familias creen que una chica debe ayudar en las labores domésticas, encontrar un marido, casarse y tener hijos. Estos son los estándares que ha establecido la comunidad para las mujeres", apunta Amakobe.

"Parte del reto fue desterrar esas ideas equivocadas, como la de que el fútbol haría que las mujeres desarrollaran demasiado los músculos y que sus pechos no fueran tan redondos como deberían".

Sin embargo, la situación está mejorando poco a poco: "Hemos conseguido cambiar las percepciones de la comunidad. Algunas chicas incluso arbitran partidos de chicos".

MTG, igual que el fútbol en todo el mundo, también se ha visto afectada por la pandemia de la COVID-19. El fútbol base se ha paralizado en Kenia, aunque, una vez más, MTG volvió a llenar ese vacío y ha seguido ofreciendo sesiones de entrenamiento y se ha encargado de que las personas afiliadas estuvieran bien informadas.

"Hemos proporcionado mascarillas a niñas y niños y hemos introducido un módulo sobre la COVID en nuestro plan de estudios de salud", dice Amakobe. "Circulaba una gran desinformación al respecto".

Este artículo forma parte de nuestra serie sobre fútbol femenino y mujeres en el fútbol con motivo del Día Internacional de la Mujer 2021. Para saber más acerca de la estrategia para el fútbol femenino y los programas de desarrollo de la FIFA, así como para leer otros artículos similares, haga clic aquí.