Pau Babot es un adolescente normal de 16 años nacido en Frankfurt. Quienes lo conocen afirman que es educado y que tiene los pies en el suelo. No obstante, el joven se enfrentó hacer un par de semanas a la selección alemana en el clasificatorio para el Campeonato Europeo Sub-19, coincidiendo con las vacaciones otoñales de su región.

Babot es uno de los dos capitanes del Karbener SV sub-17, un club de Frankfurt que milita en la liga de Hesse. Es la segunda división del fútbol alemán en esta categoría de edad, solo por debajo de la Bundesliga sub-17. Cada fin de semana, Babot y los suyos miden sus fuerzas con Eintracht de Frankfurt, Darmstadt 98, Kickers Offenbach y FSV Frankfurt.

Aunque nació en Alemania, su madre es de Andorra, por lo que viaja habitualmente al país pirenaico para visitar a sus familiares. En un momento dado, a Babot se le ocurrió que quizá podría jugar con la selección andorrana.

Y, lo que al principio parecía una idea descabellada de un grupo de adolescentes, comenzó a cobrar forma gracias a que Daniel Vidrascu, uno de sus compañeros de equipo, juega con la selección sub-17 de Moldavia.

"Pau es un jugador que siempre está al servicio del equipo, que sigue teniendo los pies en el suelo, posee una buena técnica y es poderoso en el juego aéreo", asegura Thorsten Don, su entrenador en el Karbener SV.

A través de una amiga, la tía de Babot consiguió un contacto en la federación andorrana, a quien el joven futbolista envió una solicitud por iniciativa propia. Además, la acompañó con un argumento incontestable: apenas unas semanas antes, Babot había marcado un auténtico golazo en un partido oficial contra Kickers Offenbach.

"La federación de Andorra enseguida me invitó a la concentración de la selección sub-17, y hablé por WhatsApp con su seleccionador. El lunes entrené con la sub-17 y, después de la sesión, me dijo que el martes entrenaría con la sub-19, que iba a viajar a Escocia para el clasificatorio del Campeonato Europeo", cuenta Babot en su entrevista con FIFA.com.

La escasez de efectivos provocó que la selección andorrana sub-19 tuviera que llevarse a Escocia a algunos futbolistas de la sub-17. Babot, que había dejado muy buenas sensaciones en los entrenamientos, fue uno de ellos.

La casualidad quiso que Andorra se enfrentara en el primer partido a Alemania, en un grupo que completaban Escocia y Bielorrusia.

"Fue algo increíble, jamás lo habría imaginado", recuerda. Babot sustituyó a un compañero a pocos minutos del final, cuando Andorra ya perdía 0-3, y se estrenó en el fútbol internacional midiéndose a su país natal. "En la sub-19, la exigencia física es mucho mayor. Se juega a una gran velocidad".

¿Qué siente un jugador sub-17 de una liga regional alemana al enfrentarse a la selección alemana sub-19? Babot nos cuenta las diferencias:

"Busqué información de los futbolistas alemanes antes del partido. Muchos de ellos ya habían debutado en primera o segunda división. No podemos compararnos. Todos nos quedamos bastante satisfechos con el resultado", señala Babot.

"Antes de saltar a la cancha estaba muy nervioso. No quería cometer ningún fallo, pero incluso gané un balón de cabeza", añade con una sonrisa.

Babot no jugó contra Escocia (0-2) y, en el último partido contra Bielorrusia —saldado con otra derrota por 0-2—, estuvo un cuarto de hora sobre el césped. "A mí me parecieron 45 minutos", reconoce.

"Invitamos a Pau a entrenar con nosotros y enseguida vimos que encajaba con nuestra idea de juego", indica David Rodrigo, seleccionador del combinado sub-19 de Andorra. "Esperamos que juegue muchos años más con nosotros".

En vistas de las valoraciones tan positivas que recibió por parte del cuerpo técnico tras su debut con Andorra, puede que Babot vuelva a entrar en la lista de la selección sub-17 a mediados de noviembre. Será entonces cuando el combinado del principado se enfrente a República de Irlanda, Israel y Montenegro en el marco del clasificatorio para el Campeonato Europeo de la categoría.