La FIFA se ha querellado ante la fiscalía cantonal de Zúrich después de que una investigación de expertos externos haya hallado indicios de una supuesta gestión desleal de la antigua cúpula directiva de la entidad y de las empresas designadas por esta en relación con el proyecto «Haus zur Enge».

En la querella se señala la implicación directa del expresidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, junto con otras personas, en actividades relativas a los contratos que se firmaron sobre la instalación, que se encuentra en el centro de Zúrich. La querella menciona los gastos totales del proyecto, que ascienden a 500 millones de CHF, y señala que la antigua administración de la FIFA destinó 140 millones de CHF a la renovación de un edificio que no es propiedad del organismo, al tiempo que suscribió un contrato de alquiler a largo plazo con unas condiciones desfavorables en comparación con los precios de mercado habituales, cosa que habrá costado a la FIFA un total de 360 millones de CHF cuando venza el contrato en 2045. Estos 500 millones de francos suizos podrían y deberían haberse invertido en el desarrollo del fútbol en todo el mundo.

Alasdair Bell, secretario general adjunto (Administración), ha declarado: «A la vista de los ingentes costes asociados a este museo, y teniendo en cuenta el proceder habitual de la anterior directiva de la FIFA, se realizó una auditoría forense para averiguar lo que pasó realmente. La auditoría reveló una serie de circunstancias sospechosas y elementos de mala gestión, algunos de los cuales podrían ser constitutivos de delito y, por tanto, deben ser investigados por las autoridades. Llegamos a la conclusión de que no teníamos otra opción que presentar el caso a la fiscalía, entre otras cosas porque la cúpula directiva actual de la FIFA también tiene responsabilidades fiduciarias con la entidad y nos debemos a ella, incluso aunque quienes nos precedieron no lo hicieran».

La investigación de toda la documentación del proyecto «Haus zur Enge» reviste una enorme complejidad y ha derivado en la querella presentada en mano al fiscal cantonal de Zúrich. El edificio se halla en el barrio zuriqués de Enge y ocupa diez plantas, con 3000 m2 de espacio para exposiciones, eventos y comedores, 34 apartamentos y oficinas con unos 140 puestos de trabajo.

A día de hoy, la FIFA es un organismo muy profesional que desea seguir siéndolo y aplica un sistema de mecanismos correctores, una sólida gobernanza y unos principios de cumplimiento. Por ello, lLa administración de la FIFA actual también desea presentar toda la documentación pertinente a la Comisión de Ética independiente, de manera que pueda investigar cuanto considere apropiado dadas las circunstancias.

La FIFA seguirá colaborando con las autoridades suizas y del resto del mundo, a fin de que quienes han perjudicado al fútbol paguen por sus acciones.