sábado 06 marzo 2021, 07:16

La historia a lo Disney de la arquera-gerente del PSG

  • Arianna Criscione es una de las porteras del París Saint-Germain

  • La ex internacional italiana es además una de las gerentes de patrocinio del club

  • Nos habla de su doble función y de la “historia de Disney” que lo propició todo

Millones de personas crecemos soñando con jugar en un club de renombre mundial. Cuando maduramos, y esas ambiciones se desvanecen excepto para unos pocos afortunados, las aspiraciones pueden derivar hacia un cargo futbolístico fuera del campo.

La idea de que sea posible combinar a la vez esos dos trabajos de ensueño se antoja pura fantasía. Sin embargo, Arianna Criscione –portera y directora de patrocinio del París Saint-Germain– la ha hecho realidad.

Criscione tiene 36 años y, cuando llegó a Francia, la arquera nacida en California ya había sido internacional con Italia y tricampeona de la Serie A con el Torres, y había jugado también en las ligas de Suecia y Países Bajos. Hace dos años había dejado de jugar, y su retirada parecía inminente. Sin embargo, un encuentro casual con Bruno Cheyrou, entonces director deportivo del equipo femenino del PSG, cambió el rumbo de su vida.

“Había estado trabajando como directora de proyecto en los Campeonatos de Europa Femeninos de Freestyle”, explica Criscione, “y, de algún modo –no me preguntes cómo– acabé con un billete para casa en primera clase. Cuando subí al avión, me di cuenta de que Bruno, a quien no conocía por entonces, tenía junto a él papeles de la Asociación de Clubes Europeos, así que simplemente empecé a conversar con él”.

“Yo acababa de hacer mi máster en la FBA (Football Business Academy), y él me estuvo preguntando por todo lo que había aprendido, qué pensaba sobre la dirección futura del fútbol femeninoY cuando aterrizamos, me miró y me preguntó si quería seguir jugando. Le dije que me encantaría, pero que había estudiado y trabajado muy duro para empezar a hacer la transición de jugadora al ámbito de negocios. Pregunté si había alguna forma de que pudiese combinar ambas facetas y, por suerte para mí, le encantó la idea”.

Yo lo llamo mi historia de Disney. Crecí viendo películas de Disney y, para mí, toda esa situación con Bruno era de ese tipo de cosas que podrías imaginarte viéndolas en la tele, y pensando: ‘Me encanta, pero esas cosas nunca ocurren en la vida real’. Sin embargo, sí ocurrió de verdad, y me ocurrió a mí”, recuerda.

El resultado, consistente en poder forjarse una carrera fuera del campo mientras disfrutas del final de tu carrera futbolística en uno de los mejores equipos del mundo, es un final de cuento de hadas en sí mismo. Pero Criscione, que tiene pensado retirarse al concluir esta temporada, aspira a poner un colofón… de nuevo a lo Disney.

“Me encantaría ganar la Liga de Campeones y, sinceramente, creo que podemos hacerlo”, señala. “Tenemos la mejor plantilla del fútbol femenino ahora mismo en mi opinión y, viendo cómo está yendo la temporada [con el PSG en los octavos de final de la Liga de Campeones y por delante del Lyon en la liga francesa], deberíamos acabar seguramente con un trofeo o dos”.

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Independientemente de cómo acabe la temporada, parece altamente improbable que Criscione se vea tentada a prolongar su carrera de jugadora. Ni siquiera el inspirador ejemplo-récord de su compañera de equipo Formiga –que cumplió 43 años esta semana y sigue pisando fuerte– es suficiente para replantearse su decisión.

“Es increíble y alucinante ver lo que puede seguir haciendo Formiga, pero ella es una auténtica rara avis en lo físico. Y yo, simplemente, no lo soy”, reconoce Criscione con franqueza. “Estoy dejándolo por iniciativa propia, y estoy lista. He tenido algunas lesiones, mi cuerpo está cansado y, aunque seguiré haciendo ejercicio por placer, será agradable no tener que entrenar todos los días.

“Además, no siempre es fácil combinar las dos facetas. No tenemos un programa de entrenamiento fijo con el equipo; cambia de una semana para otra, y a menudo con poca antelación, por lo que es muy complicado programar reuniones de negocios”, lamenta.

“Y aunque me retire, no estoy despidiéndome del fútbol. Seguiré estando muy implicada; sólo que desde una perspectiva diferente. Seré igual de apasionada que siempre respecto a desarrollar el fútbol femenino, y siento que puedo contribuir de verdad a ello fuera del campo”.

Criscione se ha ganado también el derecho a reducir una lista de compromisos mareante y, en ocasiones, agotadora. Y es que, además de su cotidiano doble trabajo en el PSG, también está participando en el programa para deportistas profesionales ‘Crossover to Business’ de la Universidad de Harvard y, desde esta semana, ha empezado a estudiar para sacarse el Diploma de la FIFA en Gestión de Clubes.

¿Adónde le llevará todo eso? Solo el tiempo lo dirá… “He dejado de hacer planes a cinco o diez años porque mi vida nunca sale según lo previsto… a menudo en el buen sentido”, afirma riendo. Pero a Criscione le apasiona mostrar a las futbolistas que los caminos hacia un puesto en el fútbol tras colgar las botas no empiezan y terminan con convertirse en entrenadora.

“Es algo sobre lo que tengo muchas ganas de correr la voz”, señala. “En mi generación, todo el mundo en Estados Unidos terminaba sus estudios antes de intentar hacerse profesional. Y ahí tienes todas estas mujeres increíbles que están altamente cualificadas y formadas para estos puestos importantes y que conocen el fútbol por dentro y por fuera; algo que sé por experiencia que es un activo de gran valor”.

“He tenido compañeras de equipo con títulos universitarios en contabilidad, derecho, matemáticas… y todas esas capacitaciones tienen un sitio en los clubes, federaciones y demás entidades del fútbol moderno. Pero no veo las suficientes mujeres en ese tipo de puestos. Parte de la solución a ese problema es que, siempre que salgan estos puestos en el fútbol, tenemos que solicitarlos en mayor número. Una vez que empecemos a hacerlo y a recibir las oportunidades que merecemos, estoy segura de que se verán todavía más ejemplos de lo que las mujeres pueden aportar al fútbol”.

Criscione, desde luego, ha predicado con el ejemplo. Y aunque puede que no la veamos mucho más tiempo parando disparos y abortando centros, parece claro que esta portera del PSG seguirá causando un impacto positivo en su deporte durante varias décadas más.

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Este artículo es parte de nuestra serie centrada en el fútbol femenino, y las mujeres en el fútbol, con la que celebramos el Día Internacional de la Mujer 2021. Para conocer más sobre los Programas de Estrategia y Desarrollo del Fútbol Femenino de la FIFA, y leer más artículos como este,pincha aquí.