miércoles 07 junio 2017, 10:22

AEM Lleida, las niñas que juegan contra niños... y ganan

  • El AEM Lleida femenino infantil ha ganado la liga jugando contra niños

  • “El que manda en el fútbol es el balón”, dice Dani Rodrigo, el entrenador

  • El club aspira a tener un equipo femenino senior en primera

“La niña hace tiempo que me lo pide…” José María Salmerón, coordinador general del club AEM Lleida, está acostumbrado a escuchar esta frase casi siempre que unos padres llegan a inscribir a su hija. “Cuando un niño le pega una patada a una piedra, automáticamente lo llevan a un club de fútbol. Una niña se pone a hacer toques con un balón y muchos padres dicen ‘a ver si se le pasa, que el fútbol y las niñas no casan’”, cuenta a FIFA.com.

Sin embargo, las cosas están cambiando, y más desde hace dos meses, cuando medios de comunicación de todo el mundo empezaron a llegar a este club amateur catalán para conocer a las protagonistas de toda una hazaña: el equipo infantil femenino del AEM Lleida acababa de ganar la liga de calle… compitiendo contra equipos exclusivamente formados por niños.

¿Sabías que…?

  • En España, donde se permite el fútbol mixto hasta infantiles (14 años), sólo hay otro precedente: las niñas del Rayo Vallecano ganaron su liga en 2016.

  • El AEM Lleida se proclamó campeón a falta de 4 jornadas tras ceder únicamente 1 derrota y 2 empates en 22 partidos. Marcaron 93 goles y sólo concedieron 25.

  • Este equipo nació hace 3 años para permitir que las niñas de infantil pudieran competir en fútbol 11, porque en Cataluña no hay liga femenina en esa categoría.

  • El éxito ha sido tal que el año que viene el AEM Lleida, que hasta ahora tenía 6 equipos femeninos, tendrá 8. Casi el 25% de sus jugadores inscritos serán chicas.

“Estamos muy contentas, porque es una cosa muy importante”. Alba Caño habla desde la solemnidad de sus 14 años. Suyo fue el gol que dio el título al equipo, y desde el club ya avisan que pinta para crack. De momento, la centrocampista ya ha llamado la atención del FC Barcelona, con quien ha ido a entrenar un par de veces. “Ojalá pueda jugar allí, ¡es mi sueño!”, asegura con una sonrisa de oreja a oreja.

Dani Rodrigo, entrenador del equipo, reconoce que al poco de empezar la temporada empezó a sospechar que podían dar la campanada. “A la jornada 6, cuando llevábamos los 6 partidos ganados, dijimos ‘oye, pues igual sí que la pueden liar’”. Él tuvo claro desde el principio que la clave del éxito era competir con sus propias armas.

“Les dije que nosotros a nivel de fuerza y velocidad no íbamos a poder competir con los niños, porque es un tema fisiológico, y que teníamos que hacer hincapié en tener mucha posesión del balón. Cuanto más tuviéramos el balón menos daño nos harían”. Si a eso le sumamos un buen trabajo táctico en defensa, una gran efectividad en las jugadas de estrategia y una técnica muy depurada, el resultado es un equipo campeón.

*Imágenes propiedad del AEM Lleida

“Da gusto verlas jugar”, asegura orgulloso David Caño, padre de Alba. Junto a su mujer y a su hija mayor, suele acompañar a la ‘estrella’ de la familia a los partidos. “La sensación es que los niños juegan con toda normalidad contra las niñas, como si jugaran ante otros niños. Ha habido mucho respeto por parte de los otros equipos”.

Lamentablemente, eso no siempre ha sucedido en las gradas, donde ha habido algún que otro comentario despectivo, sobre todo a cargo de las madres. “Eso sí que nos ha sorprendido”, explica el entrenador, aunque le quita hierro. “Lo que importa es que las chicas se han superado a ellas mismas y han demostrado que el que manda en el fútbol es el balón”.

“Nos gusta mucho el fútbol y no por eso nos tienen que decir cosas”, dice Alba, que reconoce que esos comentarios picaban al equipo. “Una vez la madre de un niño nos dijo algo cuando íbamos 1-1 y queríamos ganarles aún más… y lo conseguimos”, dice triunfante.

De uno de esos comentarios surgió precisamente el lema reivindicativo ‘las barbies también juegan’ con el que el AEM Lleida ha iniciado una campaña de crowdfunding para seguir desarrollando su sección femenina. “Quizás es una utopía, pero nuestra ilusión con el primer equipo femenino es intentar meter la cabeza en primera división”, dice José María. De momento, comprueba cada día que la hazaña de Alba y sus compañeras no ha quedado en mera anécdota. “Una de las alegrías más grandes es encontrarte con muchas niñas pequeñitas que quieren apuntarse”.