jueves 10 septiembre 2020, 05:00

Alegrías y lágrimas en la aventura futbolística de Fan 

  • Hablamos con Fan Yunjie, exjugadora y excapitana de la RP China

  • Estuvo a punto de marcar el gol del triunfo en la final de EEUU 1999

  • Ha participado en el Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA

Fan Yunjie se disponía a liderar a su equipo en una sesión de preparación física cuando, de repente, notó que no podía moverse.

Le había dado un calambre y no sentía la pierna. Aunque siguió impertérrita como si nada hubiera pasado, tardó mucho tiempo en recuperar la sensación en los músculos durante aquella sesión. Fan probó a correr por el exterior del recinto, primero poco a poco hasta ir ganando velocidad. Al final, regresó al gimnasio, ya vacío, y terminó en solitario la rutina física diaria.

Ocurrió durante los preparativos de la RP China para el Torneo Olímpico Femenino de Atenas 2004. Fan era por aquel entonces una de las pocas futbolistas todavía en activo en la selección olímpica de aquella generación de oro que había alcanzado la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Estados Unidos 1999™. En aquellos momentos cumplía el encargo de capitanear un combinado en plena transición.

"Fue una época muy dura de mi carrera", cuenta a FIFA.com la exdefensa de China y del San Diego Spirit, de 48 años. "A mis 32 años, arrastraba viejas lesiones y ya no me encontraba en mi mejor forma. Pero teníamos un equipo joven y, como veterana, era mi obligación liderar con el ejemplo".

"Me forcé hasta el límite. No quería que las jóvenes vieran mis debilidades. A veces me sentía muy sola, exhausta e impotente; y lloraba cuando nadie me veía", asegura Fan con las lágrimas a punto de saltar, pese a que ya han pasado casi dos décadas.

Cargos diferentes, idéntico espíritu

Ese espíritu ha sido una de las principales características de Fan a lo largo de su impresionante carrera, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego; un carácter que no ha perdido ni siquiera después de colgar las botas tras Atenas 2004. De hecho, ha ejercido con enorme solvencia los muchos y variados cargos que ha ocupado desde entonces, desde oficial de la AFC hasta jefa de prensa de su federación de fútbol o entrenadora de juveniles.

Tras su retirada de los terrenos de juego, Fan estudió un curso de licencia técnica B de la AFC y empezó a dedicarse a la formación de juveniles. Su magnífico trabajo no pasó inadvertido a la AFC, y la entrenadora participó en el proyecto Visión Asia de la AFC en 2008, destinado a subir el listón del fútbol en el continente.

Paralelamente, asistió a cursos universitarios sobre deporte y pasó un año en Estados Unidos mejorando su inglés. Cuando fue elegida para la Asamblea Popular Nacional de China en 2007, organizó el primer equipo de congresistas y lo dirigió en un amistoso contra sus homólogos japoneses, pese a que era la única mujer en las dos delegaciones.

De discípula a maestra

Fan continuó exhibiendo su polivalencia cuando se convirtió en jefa de prensa de la federación nacional de la provincia de Henan en 2011 y, durante los años siguientes, la antigua estrella del fútbol chino se encargó de las relaciones con los medios en la liga femenina nacional.

A continuación trabajó en Canadá 2015 como miembro del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA (GET), antes de ingresar en el cuerpo técnico de la selección nacional absoluta en 2017.

Un año después participó en la primera edición del Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA, un proyecto en el que entrenadoras de todo el mundo quedaron bajo la tutela personal de maestros formadores de gran experiencia.

"Los mentores de este proyecto de la FIFA me motivaron y me inspiraron enormemente", recuerda Fan. "Aprendí muchísimo. Empecé como tutelada, pero me fijé el propósito de convertirme en mentora. Algunos de estos orientadores son antiguos jugadores y sé que, comparada con ellos, me quedo atrás, por eso debo trabajar con ahínco para ponerme a su altura".

De hecho, gracias a su trabajo incansable, Fan ha hecho realidad el sueño de convertirse en mentora y este año, durante el confinamiento por la pandemia, empezó a impartir clases por internet a las entrenadoras de juveniles de su país. Recientemente ha trabajado de asesora en un proyecto de desarrollo del fútbol femenino juvenil en la provincia de Anhui, una actividad que se ajusta a la visión de Sun Wen, vicepresidenta de la Federación China de Fútbol y antigua compañera en las Rosas de Acero.

"Estamos contribuyendo a la creación del centro de entrenamiento provincial para las categorías inferiores. La vicepresidenta Sun ha pedido que se fomente la formación de las juveniles y confía en que más jugadoras de nuestra generación podamos ayudar en esta causa”.

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Luces y sombras

Fan es la tercera jugadora que más partidos ha disputado con la selección de China: 192 en sus 12 años en el combinado nacional. El momento más memorable de su ilustre carrera se produjo en la trabajada victoria por 1-0 contra la RDP de Corea en la final de los Juegos Asiáticos de 1998, donde marcó de cabeza el gol de oro que otorgó el triunfo a las chinas.

"La RDP de Corea era un equipo en plena ascensión, pero nos planteaba una amenaza muy real en aquellos días. Al mismo tiempo, nuestro dominio empezaba a decaer tras años de poderío absoluto en Asia. Se trató de un duelo muy reñido y me alegro de haber marcado el gol que nos dio el triunfo. Aquel tanto nos sirvió para defender nuestra supremacía y para ralentizar la trayectoria imparable del rival hasta la cima de Asia".

Fan estuvo a punto de repetir la gesta en la histórica final de Estados Unidos 1999, donde una China desbocada se batió contra las anfitrionas por el que hubiera sido su primer título del mundo.

Este encuentro decisivo también terminó en prórroga, y de nuevo Fan saltó más que nadie para rematar de un potente cabezazo un córner de Liu Ying. Sin embargo, Kristine Lilly blocó el balón en la línea de gol al cabo de una jugada que se convirtió en la mejor oportunidad que han tenido las Rosas de Acero de ceñirse la corona del mundo. Sigue siendo un recuerdo amargo que Fan lamenta hasta hoy.

"Todo era perfecto: el saque de esquina fue perfecto, el salto y el momento del cabezazo fueron perfectos, la potencia que imprimí al balón fue perfecta. Pero nada de eso nos dio otro gol de oro. Empezamos la campaña de 1999 con el único objetivo de ganar nuestro primer Mundial y se nos escapó. Nos llevamos la mayor decepción de nuestra vida".

"Tengo las esperanzas puestas en las nuevas generaciones. Por eso concentro toda mi atención en la formación de las juveniles. Para alcanzar nuestros objetivos, no daré la espalda a ningún cargo, ya sea de gestión, de entrenamiento de las categorías inferiores o de trabajo con los medios".