A los 46 años y 261 días, el neerlandés Roel Liefden se convirtió en el jugador más veterano de la historia en participar en un torneo de la FIFA. Fue en la Copa Mundial de Beach Soccer de Tahití en 2013.

El inglés John Lewis, por su parte, tenía 65 años y 156 días cuando dirigió la final del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino de 1920 entre Bélgica y Checoslovaquia.

Son gestas asombrosas. Pero Heidi Wegner pulveriza esos números. A sus 75 años, es la árbitra en activo más veterana de Alemania. A lo largo de su larga trayectoria como colegiada, Wegner ha dirigido varios miles de partidos, desde categoría juvenil hasta sénior.

"En 1968 arbitré las ligas regionales del astillero del río Peene. Me sirvió de experiencia. Al principio, arbitré dos años sin carné. Cuando aprobé el examen ya llevaba más de 100 partidos a mis espaldas", contó Wegner hace unos meses en una entrevista a fussball.de, el portal del fútbol no profesional.

Esta ágil jubilada, que se mantiene en forma a base de caminar e ir en bici, ni se plantea todavía la retirada de los campos de fútbol.

"Yo tengo unos valores que quizá no tengan otros más jóvenes. En la cancha, corro más que otros. Algunos árbitros apenas se mueven en torno al círculo central. Y pitamos el 90 % de los partidos en solitario. Por eso hay que estar en forma, moverse y correr".

La “abuelita del fútbol del río Peene”, como se le conoce cariñosamente, descubrió su pasión por el fútbol a una edad bastante temprana. "Mi padre me llevó de pequeña a la cancha. También jugaba al fútbol en la calle y al balonmano en el colegio. Por la noche me tenían que llamar para que volviera a casa".

La pasión de Wegner continúa intacta. Lleva más de 50 años arbitrando en la región de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y se sabe el reglamento al dedillo. Los árbitros han de hacer tres exámenes anuales para mantener su licencia, y ella no ha suspendido nunca.

En 2014, esta deportista de 75 años, que nació el mismo año que los legendarios futbolistas alemanes Sepp Maier, Juergen Grabowski o Guenther Netzer, fue distinguida por la Federación Alemana de Fútbol con la insignia al mérito por su compromiso voluntario. Además, Wegner fue durante casi 30 años entrenadora juvenil del FC Rot-Weiss Wolgast, organizó torneos y gestionó las cuentas en calidad de tesorera.

"Lo hago sencillamente porque me gusta. Y también para mantenerme en forma. Siempre voy a ayudar allí donde me necesitan".

Heidi Wegner es una mujer admirable. Su ejemplo sirve de referencia no solo a la generación actual de árbitras como Bibiana Steinhaus, primera mujer en dirigir partidos de la Bundesliga masculina, o Riem Hussein, la segunda colegiada alemana por detrás de Steinhaus que se desempeña en el fútbol masculino profesional, sino a todas las que están por venir.