A diferencia de su homóloga masculina, que participó en la Copa Mundial de la FIFA México 1970, la selección femenina de Israel nunca ha logrado clasificarse para una Copa Mundial Femenina de la FIFA. Ni siquiera para la fase final de una Eurocopa.

Los motivos son diversos, pero cabe destacar que, tras disputar su primer encuentro en 1977, el combinado femenino israelí estuvo cerca de 20 años sin volver a pisar un terreno de juego.

FIFA.com habló con Gabriel Burstein, el técnico argentino que tomó las riendas de la selección femenina en julio de este año, sobre los desafíos de su nuevo cargo.

"Alemania, por ejemplo, ha completado unas 3.000 horas más de entrenamiento que nosotros. Y eso es mucho", apunta. "Yo llegué a Israel hace 25 años, y hace diez que empecé a entrenar a equipos femeninos. Me encanta mejorar el nivel de las chicas. Mi objetivo es seguir desarrollando el fútbol femenino en Israel. Cuando a uno se le presenta la oportunidad de dirigir a la selección nacional, no hay que dejarla escapar. Trabajo con mucho empeño y, para mí, la selección femenina es lo más importante".

El preparador sabe que los resultados no llegan de la noche a la mañana, por eso pone el foco en un proyecto a largo plazo.

"Mi deseo es ponerles a alguien de ejemplo a quien puedan admirar y pensar: 'Quiero ser como ella'. Para llegar a ese punto, tendremos que cosechar buenos resultados y poner en marcha algunos proyectos", subraya Burstein.

La situación política y la historia del Estado de Israel, muy marcada por el conflicto árabe-israelí, no facilitan el trabajo. "Sé que es difícil para cualquier país en conflicto. Pero si consigo que las niñas de entre diez y once años comprendan que pueden jugar al fútbol, que pueden tener un futuro en él, y voy ganando más chicas para la causa, las opciones de tener una mejor selección nacional aumentarán".

El seleccionador, de 43 años, recalca la necesidad de contar con una buena base. Y una de las claves para conseguirlo pasa por que las niñas empiecen a jugar al fútbol en el colegio, un proyecto que debería comenzar el año que viene en todas las escuelas de Israel. "En algún momento hay que empezar", afirma Burstein.

Burstein dirigirá su primer encuentro como seleccionador el 29 de agosto. Y lo hará en el marco del clasificatorio para la Eurocopa Femenina de la UEFA 2021. ¿Su rival? Italia, que alcanzó los cuartos de final en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019.

"Por ahora estoy concentrado en el proyecto con la federación, que es a largo plazo. Uno no llega a ser médico en dos años. No obstante, si seguimos trabajando tal y como hemos empezado, dentro de menos de diez años podríamos estar a un muy buen nivel, porque tenemos un gran potencial. ¿Clasificarnos para la EURO? Imposible. Pero tengo que transmitir al equipo el convencimiento de que puede jugar contra grandes selecciones", explica sobre sus expectativas.

"Italia, por ejemplo, es actualmente una de las mejores selecciones de Europa, y completó un Mundial sobresaliente. Antes del Mundial, el cambio y el desarrollo en Italia eran impensables. Ahora solo hay que ver lo que ha pasado: el Juventus ya tiene equipo femenino, y el Inter de Milán, también".

A Burstein le gustaría que en Israel se produjera este mismo cambio de mentalidad, porque en estos momentos los grandes clubes no cuentan con equipos femeninos, algo que, en su opinión, sería de gran ayuda. También sería importante que las futbolistas israelíes desembarcaran en las mejores ligas europeas, porque así podrían trasladar a la selección su trabajo y su experiencia.

"Si aumentamos el número de sesiones de entrenamiento y averiguamos lo que de verdad necesitan las jugadoras, tal vez podríamos recortar distancias con las mejores selecciones, pero todavía tenemos un largo camino por delante".