El Grupo de Trabajo de la FIFA del Fútbol Femenino se creó en 2013 como un pasó más en el desarrollo de un enfoque y estrategia para el futuro de esta disciplina. Para lograr su objetivo, identificó diez principios clave que ya han sido tratados y aceptados por el Comité Ejecutivo de la FIFA. A la cabeza de este grupo de trabajo está Moya Dodd, miembro cooptado del Comité Ejecutivo de la FIFA y vicepresidente de la AFC, que habló con FIFA.com sobre algunos de los principios propuestos, los progresos realizados por el Comité y la expansión global del fútbol femenino.

El Grupo de Trabajo de la FIFA del Fútbol Femenino ha identificado diez principios clave para el fomento de esta disciplina. ¿Podría proporcionarnos una idea general de algunas de las áreas principales? Los temas clave tienen que ver con reconocer las enormes oportunidades que ofrece el fútbol femenino, centrándonos en cómo abordarlas. El fútbol masculino es tan grande y está tan establecido que a veces el femenino parece una pequeña actividad añadida a la que no se presta demasiada atención. Lo que pasa es que tenemos el mejor deporte del mundo, orientado solamente a la mitad de la población. Es como vender Coca-Cola únicamente a los hombres; se perdería una gran oportunidad. Así que los temas principales de los principios son la inclusión y el desarrollo de lo que ya es un mercado emergente.

¿De qué áreas o novedades incluidas en los principios clave se siente especialmente satisfecha porque contribuirán a llevar al fútbol femenino a nuevas cotas? Uno de los conceptos es que el fútbol debería ser igual de accesible para chicos y chicas en todo el mundo. Imagine que todas las niñas del mundo pudiesen practicar el fútbol base, de acuerdo con su edad, habilidad y ambición. La participación se incrementaría enormemente, y en consecuencia, el nivel técnico se elevaría rápidamente.

Otro concepto es que todas las asociaciones miembro deberían tener un plan específico para el fútbol femenino que les permita aprovechar la oportunidad. Esta disciplina merece tener un buen plan en marcha en todas y cada una de las asociaciones miembro. Ni hay suficientes mujeres involucradas en el fútbol, ni suficientes estructuras y planes específicos en marcha.

Destacar también nuestro convencimiento de que las mujeres deben estar representadas en la toma de decisiones, incluyendo el Comité Ejecutivo y todas las asociaciones miembro. La propia FIFA ya lo ha hecho, y su presidente sigue prestando todo su apoyo a la causa. Hay muchos estudios que demuestran que la diversidad de género provoca resultados positivos, y esto también es aplicable al fútbol. Por supuesto, algunas asociaciones miembro ya lo han hecho, y con razón.

¿Qué importancia tiene implicar a todas las asociaciones miembro y qué tipo de escollos pueden presentarse al respecto? Es muy importante. Por esto nos estamos centrando en los principios primero, porque cada asociación miembro es única, por su situación y cultura, y ha de adoptar y aplicar los principios en consecuencia. Al mismo tiempo, la FIFA desempeña un papel muy importante, y nuestras competiciones, programas de desarrollo y otros recursos están ahí para ayudar. Sin embargo, esto debe ocurrir en el contexto de un plan claro, para que las actividades estén bien coordinadas y sean efectivas.

Creo que la mayoría de las asociaciones miembro ya son conscientes de la gran oportunidad que supone el fútbol femenino y quieren fomentarlo, pero a menudo carecen de los conocimientos, experiencia y recursos necesarios. Los principios ayudarán a transformar ese reconocimiento en acción, para que juntos podamos acelerar el progreso.

¿Podría explicarnos el proceso de aprobación de los principios clave? Los principios surgieron de conversaciones y consultas entre el grupo de trabajo y varias partes implicadas, y a continuación se sometieron a la Comisión del Fútbol Femenino y la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ para su consulta y refrendo. En marzo los presenté ante el Comité Ejecutivo de la FIFA, con el apoyo de mis compañeras Lydia Nsekera y Sonia Bien-Aimé. Se acordó reconocerlos e incluirlos en el Congreso de la FIFA del próximo mes de junio a título informativo. Estoy muy agradecida por el apoyo recibido de nuestros colegas del comité Ejecutivo, y personalmente me han llegado muchos mensajes positivos de la comunidad futbolística mundial, que está muy feliz de ver el fútbol femenino en el orden del día al más alto nivel. Espero que en junio, en São Paulo, vivamos otro día histórico para las mujeres.

¿Qué asuntos se pidió considerar al grupo de trabajo? Fueron muchos. Hemos estudiado cómo generar más líderes para el fútbol femenino, especialmente entre las exjugadoras, que tienen dedicación y experiencia acumulada, y entre las entrenadoras, que ya de por sí son líderes y modelos de conducta. Hemos considerado cómo comercializar y vender las competiciones importantes de élite, algo que en estos momentos es muy atractivo para las cadenas de televisión y la afición. Estamos trabajando con expertos de la administración de la FIFA en estos temas y muchos otros. El fútbol femenino existe y está creciendo rápidamente, pero no ha alcanzado ni de lejos su potencial. Podemos mejorar la situación con iniciativas que aborden las estructuras, estrategias y recursos respectivos.

También ha habido un apasionado debate sobre lo que el fútbol puede aportar a la sociedad, en espacial a las mujeres y niñas. No olvidemos que la presencia de las mujeres en el fútbol y el fútbol femenino aún son objeto de discriminación en muchos lugares. Hacer este deporte verdaderamente accesible a las mujeres es un mensaje alto y claro a todo el mundo de que, en nuestro deporte, ninguna mujer sufrirá discriminación o se verá perjudicada por su género. Eso convierte al fútbol, no sólo en un líder en el ámbito del deporte, también en un líder dentro de la sociedad.

El grupo de trabajo no ha hecho más que nacer, y queríamos empezar estableciendo principios, en lugar de intentar resolver problemas in situ. No obstante, tenemos ganas de continuar nuestro trabajo y perfeccionar las distintas ideas que nos han llegado.

Lleva mucho tiempo en el fútbol femenino y ha sido testigo de muchos cambios. ¿Diría que los últimos años han sido apasionantes? El fútbol femenino es un deporte joven en lo que respecta a su organización global. El primer certamen de la FIFA no se celebró hasta 1988. Desde entonces el crecimiento ha sido exponencial. Yo participé en aquel torneo, frente a miles de escolares a los que se había llevado de público. Ahora la Copa Mundial Femenina de la FIFA llena estadios, con aficionados que pagan su entrada y millones de espectadores por televisión. Estoy ansiosa por ver evolucionar el fútbol femenino en lo que respecta a la afición, porque eso significa que atraeremos más patrocinadores e ingresos que convertirán a esta disciplina en un escaparate profesionalizado para que las niñas del mundo entero puedan soñar con ser futbolistas.

Podemos ver el comienzo de lo que ya es una realidad en el fútbol masculino: ligas profesionales, agentes de jugadores, conversaciones sobre traspasos, asuntos sobre el calendario internacional del futbol femenino, etc. Pero al mismo tiempo, hay mujeres a las que no se permite practicar el fútbol, a las que se castiga porque les gusta el fútbol, o que simplemente no pertenecen ninguna organización futbolística ni reciben ningún apoyo. Eso es lo que me motiva. Las cosas nunca nos han ido mejor, y aun así, me levanto cada día sabiendo que aún queda mucho por hacer para seguir adelante con nuestro deporte. Es una época apasionante para formar parte del fútbol femenino.