El anhelado reencuentro con Marta de una trotamundos sueca

A pesar de tener solamente 26 años, Sofia Jakobsson atesora una dilatada y variada experiencia en la élite del fútbol femenino. Ha representado a Suecia en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino, en el Campeonato de Europa Femenino de la UEFA y en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, tanto en categoría juvenil como absoluta. Sin embargo, la trayectoria a nivel de clubes de esta veloz atacante es extraordinariamente diversa, y le ha llevado a jugar en la primera división de países como Francia, Alemania, Inglaterra, Rusia y Suecia, su país natal.

“Nunca fue mi intención jugar en tantos países diferentes”, aseguró a FIFA.com. “Simplemente, se dio así. En el aspecto personal, disfruto viendo y conociendo cosas nuevas, gente nueva... No es algo que me incomode. Tengo facilidad para hacer amigos y siempre intento ver el lado positivo en cada situación. Sinceramente, puedo decir que he disfrutado de todos y cada uno de estos países, y que he evolucionado mucho como persona y como futbolista”.

“Dicho esto, sabía que no era lo ideal cambiar de club y de país prácticamente cada año. Por suerte, ahora llevo dos temporadas en el Montpellier, equipo en el que me quedaré al menos una campaña más. Quizá por fin haya encontrado mi hogar. Desde luego, Francia es como mi propia casa en estos momentos. Me gusta mi equipo, me gusta la liga, así que confío en quedarme unos años. Pero, en el futuro, ¿quién sabe? Podría plantearme regresar a Inglaterra, donde la liga está evolucionando mucho, o a Alemania. Y la opción de ir a Estados Unidos siempre es interesante”.

Si bien el estadounidense podría ser el último campeonato de élite que le queda por probar, Jakobsson tiene un objetivo más apremiante en su lista de tareas. Y no es otro que levantar un gran trofeo internacional con su selección, algo que le ha sido esquivo a Suecia de manera sistemática a pesar de haber disputado varias finales y semifinales. Con Río 2016 a la vuelta de la esquina, Jakobsson considera que podrían poner punto final a esta larga espera.

“Creo que tenemos un equipo realmente bueno”, señaló. “Podría ser nuestro año de cara a la EURO de 2017, pero también pienso que podemos hacer un buen papel en los Juegos Olímpicos. A todas nos hace mucha ilusión participar en un torneo así, en un país que adora el fútbol. Y el hecho de estar en el mismo grupo que Brasil lo hace aún más emocionante”.

A la delantera del Montpellier, el enfrentamiento contra el entramado anfitrión le permitirá además reunirse con una ilustre excompañera suya. Marta era la estrella del Umea, y estaba a medio camino de conseguir sus cinco galardones consecutivos como Jugadora Mundial de la FIFA, cuando la joven Jakobsson empezó a despuntar en el club sueco.

“Para mí, había sido un gran ejemplo a seguir cuando era pequeña, por lo que dar el salto y jugar con ella una temporada y media fue fantástico”, afirmó la sueca. “En aquella época, estaba en el cenit de su carrera, y aprendí muchas cosas al verla jugar y compartir cancha con ella. Su técnica y velocidad le permitían hacer lo que quería en el césped. Sigo pensando que es la mejor del mundo”.

“Yo quería ser como ella, pero está claro que no tenía las mismas cualidades. Es como si un futbolista quiere ser como Messi; es imposible imitar a alguien así. Pero no cabe duda de que fue un gran apoyo para mí, me ayudó un montón y me dio algunos consejos que me sirvieron de mucho en el inicio de mi carrera”.

Otra experiencia aleccionadora de la que Jakobsson sacó muchísimo provecho en aquel entonces fue la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2010. Fue una de las jugadoras destacadas de un combinado sueco que acabó en primera posición de su grupo, pero que cayó en cuartos de final a manos de Colombia. En la prueba reina absoluta del año siguiente, Jakobsson ayudó a las suyas a dejar en la cuneta precisamente a las Cafeteras.

“Fue fantástico jugar una Copa Mundial a una edad tan temprana”, recordó. “Y hacerlo en Alemania también, porque es un país donde el fútbol femenino goza de mucho apoyo y popularidad. Esto lo hizo aún mejor. Y fue un buen torneo tanto para mí como para la selección”.

“Creo que jugar bien aquel Mundial me ayudó a entrar en la expedición que viajó a la Copa Mundial absoluta del año siguiente. Algunas de nosotras demostramos que podíamos jugar al más alto nivel, y eso no pasó desapercibido. También nos permitió saber qué se siente. Cuando has jugado torneos así, lo único que quieres es repetir”.

Río será el próximo campeonato importante para Jakobsson, que tiene muchas esperanzas de volver a casa con una medalla. Si Suecia quiere alcanzar el podio, o subirse a lo más alto de él, el talento y la experiencia de esta trotamundos serán vitales en sus aspiraciones.