Vera Pauw es una voz más que autorizada dentro del fútbol femenino. Durante su carrera en activo, Pauw se convirtió en la primera neerlandesa en jugar como profesional en el extranjero. A continuación, pasó a ser la primera neerlandesa con el título de entrenadora. Desde entonces, ha estado al frente de las selecciones de Escocia, Países Bajos, Rusia y Sudáfrica.

Nacida en Ámsterdam, Vera Pauw ha añadido recientemente a su currículum a la República de Irlanda, combinado al que dirige desde septiembre de 2019. No fue una decisión fácil para esta entrenadora de 57 años, que tuvo que volver a dejar su hogar. Sin embargo, el hecho de que Ruud Dokter ejerciera allí como director de alto rendimiento le facilitó mucho las cosas.

"Para mí era importante trabajar en un entorno en el que no he de dar explicaciones constantemente, porque Ruud Dokter comparte la misma filosofía", cuenta a FIFA.com.

"El día que empecé a trabajar allí me sorprendió que todo estuviera dispuesto y organizado, y que todos estuvieran listos para ponerse manos a la obra. Lógicamente, discutimos mucho, pero la base de nuestra filosofía y las ideas son las mismas. También he de darle las gracias a Colin Bell, mi predecesor. Él sentó las bases y Dokter levantó la estructura sobre ellas. Es fantástico trabajar con ellos".

Pauw también se muestra encantada con la mentalidad de la selección irlandesa, que ocupa en estos momentos el 32º puesto en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. Sus futbolistas son ambiciosas y están preparadas para afrontar cualquier reto.

"Es un equipo muy maduro. Mucho más de lo que esperaba, y esto genera un ambiente positivo y da mucha fuerza al vestuario. Existe una unión entre el cuerpo técnico y las futbolistas: todas queremos lo mismo. Es un entorno en el que no hay lugar para los egos. Nuestro objetivo no es otro que estar en la Eurocopa de Inglaterra".

Este sentimiento de unión quedó reflejado en los últimos resultados. Irlanda suma cuatro victorias y un empate en la fase de clasificación para la EURO. ¿Su siguiente rival? Alemania, ocho veces campeona continental.

"Sabemos quiénes somos y no contamos con esos encuentros. Lo daremos todo por hacer un buen partido y plantar cara al rival, pero estos no son los partidos en los que debemos ganar o sumar puntos. Los puntos hay que sacarlos contra Grecia, Ucrania y Montenegro. Desafortunadamente, en Grecia dejamos escapar dos puntos en el minuto 93, aunque luego en Irlanda les ganamos. El partido fuera de casa contra Ucrania será el más importante, porque determinará quién será segunda de grupo".

Esta racha de buenos resultados demuestra que la selección de Pauw, que siempre intenta sacar lo mejor de sus jugadoras y hace hincapié en ello, se está beneficiando de su experiencia en los banquillos.

"Yo me considero más bien una herramienta que proporciona unas condiciones y unas posibilidades que facilitan el crecimiento de las futbolistas. Para ello, identificamos sus mejores cualidades y tratamos de aislar las peores", explica Pauw sobre su planteamiento. No obstante, el papel de seleccionadora ha ido cambiando con el paso de los años. Ahora, Pauw debe marcarse nuevos retos, porque apenas comparte unos días con sus jugadoras en las fechas del calendario FIFA.

"He tenido que trabajar mucho con vídeos, porque mis futbolistas estaban repartidas por todo el mundo. Era imposible ir a verlas jugar a todas en unos pocos días en la antesala del choque contra Ucrania [ndlr: victoria por 3-2 en el clasificatorio para la Eurocopa]. Les pedí que me enviaran los vídeos de sus mejores partidos. Así puedo ver de lo que son capaces. Tomo eso como referencia, y no aquello de lo que no son capaces. Exploto sus cualidades y, teniendo en cuenta la cultura futbolística del país, les proporciono a las futbolistas un marco en el que apenas deban enfrentarse a situaciones en las que tengan más dificultades para desenvolverse".

"Puedo afirmar que ahora ya estoy en disposición de preparar de la mejor manera posible a todas y cada una de las jugadoras en esos cinco días previos a un partido. Es complicado, porque hay que establecer un plan de entrenamientos para que las futbolistas sepan lo que pueden esperar unas de otras y, al mismo tiempo, ser conscientes de lo que pueden esperar de mí. Hasta ahora, hemos cumplido este objetivo".

Como también ha cumplido su objetivo la selección de su país, con la que jugó 89 partidos, aunque nunca logró clasificarse para un torneo importante. Sin embargo, los tiempos han cambiado, como demostró Países Bajos en el año 2017 al conquistar la Eurocopa y, dos años más tarde, al meterse en la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019. ¿El secreto del éxito? El fútbol mixto.

"Fuimos el primer país con fútbol femenino en practicar el fútbol mixto. Nos dio una base que no tiene nadie más", cuenta sobre este éxito. "Fue un proyecto de grandes dimensiones. En los años 90 empezamos en la categoría sub-12, y a finales de los 90 ya se amplió a todas las categorías inferiores. Llevamos a cabo una investigación con la universidad de Utrecht antes de dar el siguiente paso. Los resultados de esta investigación, que iban desde el desarrollo técnico hasta la experiencia con los equipos, con los padres, los administradores, los rivales, los entrenadores, los entrenadores de los rivales, etc., fueron tan positivos que nos permitieron poner en marcha competiciones juveniles de fútbol mixto".

"El último paso, el salto a las ligas sub-19, aún se dio a finales de los 90. Y son campeonatos para chicas y chicos. Esto aportó muchos conocimientos a la selección, que se sigue beneficiando de ello a día de hoy, porque todas las internacionales del momento han pasado por esas ligas. Todas y cada una de ellas han jugado con chicos y contra chicos".