“Mis primeros balones fueron envases de jugo o aceite rellenos con arena para que fueran más pesados. Hasta que un día agarré medias y las rellené con trapos viejos. Estaba mejor porque le pude dar forma redonda. Mi mamá casi me mata: eran las medias de la escuela…”.

Enyer Higuera se ríe con ganas. Tenía 9 años y en su casa no había dinero para balones, pero ella se las arreglaba. La actual delantera de la selección sub-20 de Venezuela se enamoró del fútbol por sus amigos, ya que era algo que no les interesaba ni a su papá Cristiano ni a sus tres hermanos varones.

Es más, su mamá Teresa la desalentaba. “Me decía que jugara al vóley, que ese sí era un deporte para niñas. Hoy nos acordamos y nos reímos, porque gracias al fútbol puedo ayudarlos”, continúa en su charla con FIFA.com.

A los 13 tenía permitido pasar más tiempo pateando pelotas de verdad, y a los 15, su papá extendía la jornada laboral de los viernes con el taxi para llevarla hasta Barinas, de donde la traía los domingos. Allí forjó su deseo de ser futbolista profesional.

“Por jugar en la selección de la ciudad tuve chances de hacer un ciclo con la selección, y luego llegó la llamada de la sub-17. Ese proceso no terminó bien, porque en 2018 no nos clasificamos al Mundial de Uruguay. Esperemos que esta vez sea distinto”.

Higuera, por su capacidad de moverse en todo el frente de ataque, es pieza importante de la Vinotinto que avanzó la fase final del clasificatorio sudamericano para la Copa Mundial Sub-20 Femenina de la FIFA Costa Rica Panamá 2020, que se jugó en Argentina y debió suspenderse en marzo por el coronavirus.

El torneo, que da dos plazas mundialistas, resumiría en octubre, anunció Conmebol. Colombia, a quien ya superó en su zona, Brasil y Uruguay serán los rivales a vencer.

“No hay desespero, sí ganas de volver a juntarnos. Lo importante será terminar el trabajo que empezamos y lograr el cupo, porque varias sufrimos la frustración de 2018”, explica desde Dolores, donde pasa la cuarentena a puro entrenamiento.

Higuera confía que el equipo, que sacó 10 de 12 puntos en la primera fase, engranará tras el receso. “En el primer tiempo del debut con Bolivia nos costó entrar en ritmo, pero luego todo fluyó. Ojalá que todo fluya rápido, porque no tendremos mucho margen de error”.

Los cuatro partidos previos dejaron conclusiones positivas. “La parte defensiva anduvo muy bien, tanto atrás como en el medio. Apenas recibimos un gol y fue Colombia, que terminó segunda”, recalca esta admiradora de Cristiano Ronaldo y Salomón Rondón.

Pero también hay cosas por mejorar. “Adelante nos faltó mayor efectividad aún. Será clave porque los rivales serán más difíciles”, analiza la punta de 19 años.

Una autocrítica extraña para un equipo que promedió 3,75 goles por juego, y que sólo fue blanqueado por Argentina, luego eliminada.

Pero Higuera, tan católica como inconformista, siempre va a más. Así fue en Deportivo Táchira, donde debutó con 17 años, y en Sol de América de Paraguay, club en el marcó 25 goles durante la temporada 2019.

Y nunca se resigna. De hecho, recién vio puerta en el Sudamericano en el último duelo de la zona, despachándose con un triplete en el 7-0 sobre Ecuador.

“Querer marcar y no poder genera ansiedad, y eso no ayuda. Pero no bajé los brazos, conté con el apoyo de mis compañeras y el cuerpo técnico, y por suerte me quité eso de encima antes de la fase final”.

Todo sea por cumplir el objetivo. “Para muchas es una segunda oportunidad, no podemos dejarla pasar. No queremos soñar con jugar un Mundial: queremos vivirlo”.

Referentes del fútbol femenino “Para ser sincera, no tengo. Cuando me preguntan si me gustaría ser como Deyna Castellanos, Marta o Alex Morgan, les digo que me prefiero forjar mi propio nombre”.

Su futuro a nivel clubes “Después de Paraguay hubo sondeos de Chile y Ecuador, y también algo de España, pero el coronavirus frenó todo. No me desespera, primero está la selección”.

Como pasa el tiempo en cuarentena “Haciendo cosas con mi familia, porque cuando estoy jugando casi no los veo. Ahora los aprovecho todo lo que puedo”.