viernes 16 septiembre 2016, 13:15

Hagen, de la lucha por vivir a ser inspiración

Uno de los hitos del fútbol femenino en 2016 ha sido el brillante debut del Pride de Orlando en la NWSL estadounidense. Inició su camino pulverizando en abril el récord del campeonato de asistencia a un partido, con más de 23.000 espectadores, y desde entonces entre la entidad y la ciudad se ha creado un fuerte vínculo, que ya es un modelo a seguir para los clubes que en el futuro se vayan incorporando a la liga.

Para una de las integrantes del Pride, jugar a este nivel es poco menos que un triunfo en sí mismo. De niña, Sarah Hagen tenía en la pared de su habitación un póster de Brandi Chastain, la heroína de la selección de Estados Unidos que se proclamó vencedora en la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en 1999. Todo apuntaba a que la joven, nacida en Wisconsin, lograría un día su objetivo de ser futbolista profesional. Y entonces el infortunio llamó a su puerta. A los 15 años de edad, a Hagen le diagnosticaron un cáncer de ovarios. Un cruel revés para cualquiera, más aún para una atleta en ciernes todavía en secundaria.

Ella, no obstante, hizo gala del espíritu de lucha propio de los campeones. Después de seis meses y tres extenuantes sesiones de quimioterapia, los médicos le dieron el alta. Cada año, tiene marcado en el calendario el día en el que recibió la buena noticia. Celebrarlo le permite hacer balance de lo que realmente importa en la vida y al mismo tiempo le sirve de motivación para seguir creciendo como persona. "Decididamente, ese día me inspira y me motiva y me recuerda especialmente lo que he pasado y superado", explicó Hagen a FIFA.com. "Me sirve de inspiración para seguir adelante y mejorar y espero que también para ayudar a otras personas".

Así Hagen, que también ha defendido los colores del FC Kansas City y del coloso alemán Bayern de Múnich, se ha convertido en todo un ejemplo para todos los aficionados al fútbol aquejados de una enfermedad como la suya o parecida. Y a ella le encanta hacer uso de su condición de futbolista profesional para inspirar a la gente: "Muchos aficionados se han dirigido a mí a lo largo de los años para decirme lo mucho que mi historia les ha inspirado a la hora de seguir luchando y salir adelante", declaró. "Hay seguidores que tienen cáncer, o lo han tenido, y oírles decir lo mucho que me admiran es a la vez alucinante y una lección de humildad".

Entre manzanas y cítricos Apodada "Apple" por su ciudad de origen, Appleton, en la región de los Grandes Lagos, ahora Hagen tiene el honor de jugar en el enorme estadio anteriormente conocido como Florida Citrus Bowl. El exseleccionador de Estados Unidos Tom Sermanni la convocó dos veces en 2014, y a comienzos de este año volvió a reclamar sus servicios, esta vez en las filas del Orlando. Hagen no ocultó su alegría por lucir la camiseta morada de este club tan popular, en el que además reina el espíritu de familia.

"Es increíble el ambiente que genera aquí la afición", afirmó nuestra protagonista. "La gente me reconoce hasta en el supermercado y está muy bien ser algo así como una celebridad a nivel local. Pero te llena de humildad, y al ver a todos los incondicionales que vienen a nuestros partidos y al interactuar con ellos en los diferentes eventos, tienes más la sensación de ser una atleta profesional ".

La relación con el equipo masculino del club, el Orlando City SC, es constante. Los dos conjuntos entrenan en las mismas instalaciones, comparten cantina y asisten juntos a los mismos eventos promocionales. "Jugar en la ciudad de Orlando, y con el Pride, está siendo una experiencia asombrosa. La organización, en conjunto, ha realizado un trabajo magnífico para que todo esté bien. Es, con diferencia, la organización más profesional de la NWSL. Yo nunca he estado en un equipo en el que los propietarios hablen contigo semanalmente. Los nuestros se esfuerzan para que nos sintamos tan importantes como el equipo masculino y se aseguran de que todo el mundo se sienta partícipe. Y creo que nuestra afición agradece su apoyo a la comunidad. Definitivamente, está es la experiencia más positiva que he tenido nunca".

Y si creen que eso es todo, se equivocan. Hay más. Su compañera en la línea de ataque del Pride no es otra que la delantera estrella de la selección estadounidense Alex Morgan. Aquellos sueños inspirados por Chastain hace tantos años, son hoy una realidad. "Hasta entrenando con ella es genial ver cómo aborda el juego y los ejercicios preparatorios", apuntó Hagen, cuya habilidad en el juego aéreo se complementa a la perfección con la velocidad de Morgan. "Es una jugadora de alto nivel, de modo que estar cerca de ella y verla en primera persona está muy bien".

Pero ante todo, lo que Hagen sabe hacer mejor que la mayoría es valorar lo que tiene. "Saber que he pasado por algo tan difícil o complicado siempre ayuda a poner las cosas en perspectiva".