No es extraño que los deportistas pongan fin a su carrera cuando están en lo más alto. Lo hizo recientemente el piloto de Fórmula 1 Nico Rosberg, quien anunció su retirada tras proclamarse campeón del mundo. En el caso de la seleccionadora alemana Silvia Neid, ya se sabía antes de que conquistara el oro olímpico que iba a dejar los banquillos. Eso sí, mientras la escudería de Rosberg todavía busca sucesor, en el combinado alemán ya sabían quién tomaría las riendas: Steffi Jones.

"Muy emocionantes", cuenta Jones, 111 veces internacional con Alemania, sobre sus primeros meses al frente de la Mannschaft en su charla con FIFA.com. "No sabía cómo era eso de sentarse en la banda como seleccionadora. Una ve a Jogi Loew o Silvia Neid, pero no sabe qué se siente estando en su piel. Por eso todo ha sido muy emocionante, y al mismo tiempo muy divertido. Yo soy una persona muy positiva y optimista. Mi deseo era empezar ganando, y el hecho de que haya sido así, a pesar de las ausencias y las bajas por lesión, ha sido un gran primer paso. En definitiva, ha sido un buen estreno".

Su balance provisional al frente de la selección femenina alemana es de cuatro victorias y un empate. De hecho, Jones pasó un año en el cuerpo técnico de Silvia Neid para ir reconociendo el terreno antes de tomar el testigo. "Fue muy importante tener la oportunidad de ver a las jugadoras en los entrenamientos y en los partidos, porque así pude ir pensando con qué futbolistas contaría en el futuro", señala la exdefensora internacional sobre el relevo.

"Ya tenía mi lista más o menos definida, y así pude ver cómo se comportaban las jugadoras cuando la situación se complicaba. En el torneo pasamos por algunas fases en las que no todo salía bien. Entonces, ves que alguna futbolista con la que quizá no contabas antes, se echa el equipo a la espalda y lo motiva. Esta experiencia me ha permitido elegir a las líderes del vestuario".

Jones, campeona del mundo en 2003 y tres veces campeona de Europa, ha tenido que hacer frente a la marcha de tres pesos pesados como Melanie Behringer, Saskia Bartusiak y Annike Krahn, que han puesto punto final a su etapa en la selección. ¿Qué significó esto para su equipo? "Cuando supe cuál sería mi filosofía de juego, antes de los Juegos Olímpicos, tuve en cuenta el papel que tenían para mí las jugadoras más experimentadas. Una empieza a plantearse si hacer una revolución total, y la marcha de estas futbolistas me facilitó mucho la decisión".

Marcar nuevas tendencias Tras los Juegos Olímpicos, Jones, de 43 años, hizo pública cuál era su idea de juego y dejó claro cuál sería el rumbo a seguir. El lema de la preparadora es marcar tendencia. "Muchas veces me preguntan qué selección es nuestro modelo a seguir, en quién nos fijamos. Y yo respondo que nosotras lo que queremos es marcar tendencia. Queremos ser esa selección en la que se fijen las demás y digan: 'La estructura, el trabajo de cantera y la formación están enfocadas en la misma dirección. Tanto en la Bundesliga como en las selecciones nacionales practican un fútbol con variantes, atractivo y bien organizado'. No miramos a las estadounidenses ni a las francesas. Son ellas las que deben querer compararse a nosotras. Mis jugadoras también han de tener esta confianza y saber que no tienen por qué esconderse, porque están entre las mejores del mundo. Ésta es mi filosofía, y así es como intento hacer fuertes a mis futbolistas".

Una sinceridad que demuestra que Jones no tiene ningún miedo a seguir los pasos de una gigante como Neid. En cualquier caso, prefiere evitar las comparaciones con la dos veces Entrenadora Mundial de la FIFA y tener su propio sello en su trabajo, como ya hizo al ejercer de presidenta del Comité Organizador de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011.

"Del mismo modo que Franz Beckenbauer fue el Káiser en el Comité Organizador del Mundial de 2006, al principio yo era la Beckenbauer femenina del Comité Organizador de la Copa Mundial Femenina 2011, del que fui presidenta. Pero hubo un momento a partir del cual ya empecé a ser Steffi Jones. Y así es como me gustaría que fuera ahora también. De momento, aún soy la sucesora de Silvia Neid, pero mi deseo es ser simplemente Steffi Jones algún día".

"También me hubiera gustado ser la mejor jugadora del mundo" Jones ve lógico que su predecesora en el cargo se encuentre entre los tres finalistas al mejor entrenador de fútbol femenino, independientemente de quien acabe ganándolo. "Para mí está muy claro: oro olímpico, Silvia. Conseguir un oro olímpico es algo grandioso".

Jones también considera extraordinario el hecho de que el fútbol femenino esté tan bien representado en los The Best FIFA Football Awards™, sobre todo en pos de la aceptación y la promoción. "Es más, Silvia fue la primera en recibir el premio a la mejor entrenadora. En mi opinión, es una distinción muy importante. No sólo para el fútbol femenino, sino también como reconocimiento. Lo que hacen los entrenadores y las entrenadoras en los equipos y en las selecciones maravilloso. Igual que el trabajo de las jugadoras", sostiene.

"Este premio es de suma importancia y significa un gran reconocimiento. Sé que todo aquel que lo recibe se siente muy, muy orgulloso. A mí también me hubiera gustado ser la mejor jugadora del mundo. Siempre me dio mucha pena, pero, como era defensora, nunca lo conseguí. De todos modos, me alegro por los jugadores, jugadoras, entrenadores y entrenadoras que lo reciben", concluye.

Quién sabe, tal vez Jones consiga como entrenadora aquello que no logró como jugadora y su nombre aparezca en un futuro en la lista de candidatas...