Todo era un déjà vu muy intenso. Tigres tenía ganada la final de la Liga MX femenil ante el archirrival Monterrey y en el tiempo de compensación las Rayadas anotaban el gol que forzaba a los penales.

Había pasado en el Clausura 2018 y pasó, también, en el Torneo Guard1anes 2020, cuando Annia Mejía al 90+3' empató el global a un gol y mandó todo a la definición desde el manchón penal.

“Ahorita todavía me acuerdo del partido y pienso que pude haber cortado esa última jugada. Pero el hubiera no existe y fue muy difícil. Pero me dije a mí misma que estaba bien, que la final era nuestra y que no pasaba nada. Lo habíamos hecho una vez y lo íbamos a repetir”, comenta la goleadora Katty Martínez en exclusiva a FIFA.com.

“Yo tenía toda la temporada practicando penales y en los últimos días me quedaba más tiempo para practicar todavía más. Yo pensaba que en ese momento no importaba mi campeonato de goleo ni nada, que ese era el momento de coronar todo lo que había demostrado en el torneo”.

Entonces Katty Martínez hizo gala de una de sus más grandes virtudes: hacerse grande en los momentos complicados:

“Me gusta mucho tirar el primero para darle confianza a las que siguen. En la primera final me había apuntado para el último penal y ni siquiera me tocó tirar, así que ahora sí quería hacerlo”.

Y tiró y anotó. Minutos más tarde, Tigres volvería a ganar y festejaría su tercer título de la Liga MX femenil en apenas seis torneos disputados en su corta historia.

"Siempre creí que Tigres iba a estar peleando por lo máximo. Cuando me contrataron y dijeron quiénes iban a jugar, fue una decisión muy fácil imaginarme estar jugando con gente de tanta calidad y experiencia. Tanta seriedad desde el principio fue lo que hizo distinto a todos los equipos".

Tiene apenas 22 años pero ya ha logrado mucho. Tres títulos, es la campeona goleadora vigente y los llamados al Tri femenil son ya una realidad en su vida.

A pesar de eso, hace una autocrítica y sabe que todo su talento no está desplegado y que hay áreas de oportunidad de mejora en su carrera.

“Físicamente me gustaría hacer un cambio muy notable. En la cancha eso de pensar más rápido y encontrar espacios, mejorar la técnica con ambas piernas. Atreverme, seguir intentando, creciendo y aprender de mis compañeras”.

Sin embargo, es inevitable que los aficionados mexicanos se ilusionen con la “Killer”.

“Un sueño mío es jugar en Europa. Creo mucho en los procesos y me encanta ser pionera en el fútbol mexicano femenil. Me gusta el equipo, lo estoy disfrutando. Entonces no pienso de más. Tengo que crecer mucho y el irme al extranjero me va a ayudar para luego traer esa mejora al país y seguir avanzando”.

Y todos estos logros a nivel de clubes son su esperanza para triunfar a lo grande en la selección mexicana, donde busca emular los pasos de Maríbel Dominguez, quien fue la referente en la delantera mexicana por muchos años y ahora dirige a la sub-17.

“Maribel es mi top de jugadora. Su mentalidad, su manera de pensar. Te transmite y te hace llegar todo de una manera increíble. Mónica Vergara es una persona que admiro mucho por todo lo que está haciendo por el fútbol mexicano”.

Las metas están trazadas y los primeros pasos dados. Ahora solo es cuestión de que el tiempo dicte sentencia.

“Tengo el sueño de ser un referente de mi país. Me encantaría poder representarlo de la mejor manera. Aspiro a eso. Estoy aprendiendo muchísimo cada que voy ahí. Maribel es una persona muy abierta para dar consejos y se me ha acercado muchas veces”.