“No somos conscientes aún de lo que hemos hecho”. Toña Is, seleccionadora española Sub-17, seguía en una nube a su regreso de Uruguay, donde la Rojita conquistó el Mundial femenino de la categoría el pasado 1 de diciembre.

Pero la frase puede aplicarse al increíble 2018 del fútbol femenino español, un año en el que la absoluta clasificó a su segunda Copa Mundial Femenina de la FIFA con pleno de victorias y ganó la Copa de Chipre; y en el que nadie igualó los éxitos de sus categorías inferiores: la Sub-20 ganó el Europeo y fue subcampeona mundial en Francia, y la Sub-17 se coronó en Europa… y en el mundo.

“Creo que este Mundial –el primero para el fútbol femenino español– va a marcar un antes y un después”, asegura Toña a FIFA.com.

“El mayor éxito es la regularidad”, apunta Jorge Vilda, seleccionador de la absoluta y director técnico de todas las selecciones españolas femeninas. “Este año es muy difícil que se vuelva a repetir, pero en lo que trabajamos es en seguir estando en semifinales y finales, mantener el nivel”.

Los datos de los últimos 5 años dejan claro que estos éxitos no surgen de la nada:

“Desde el día en que entré a trabajar en la federación, que Alemania nos podía ganar 7-0, miramos hacer las cosas lo mejor posible”, nos cuenta Pedro López, seleccionador Sub-20. Hoy, a pesar de que España cuenta con poco más de 42.000 jugadoras federadas, un número 15 veces inferior al de Alemania, no solo compite de igual a igual. En la final del Europeo Sub-17 la Rojita ganó 2-0 a las germanas.

“Desde hace 12 años se viene trabajando con la misma metodología, que parte de una filosofía de juego que es por todos conocida”, cuenta Vilda. Si la edad dorada del fútbol masculino español se explica a través del juego de toque y posesión, los éxitos del femenino parten de la misma raíz.

“Jugamos a algo que a las niñas les gusta muchísimo, que entienden bien y en lo que confían”, analiza Toña. Un estilo donde, frente a la condición física, se impone el talento. Patri Guijarro y Claudia Pina, mejores jugadoras de los Mundiales Sub-20 y Sub-17, son dos buenos ejemplos.

Ante Paraguay, en el Mundial Sub-20, Guijarro y Pina lucieron su faceta goleadora

Vilda, Toña y Pedro trabajan conjuntamente y son la cabeza visible de un sistema que permite encontrar a las jugadoras adecuadas. “La Federación y las federaciones territoriales ponen a nuestro servicio una estructura para que seamos capaces de llegar a cualquiera de las 42.000 jugadoras federadas”, asegura Vilda.

Y esa estructura incluye a gente que, en muchos casos, oficia de ‘ojeador’ de forma desinteresada. “Detectan a esa jugadora que juega en un pueblo a fútbol mixto, a la que nosotros no podríamos llegar, y nos informan”.

Llega entonces el siguiente paso: las selecciones autonómicas. “Es como nuestra cantera”, señala Pedro. “Siempre estamos en los campeonatos de selecciones autonómicas, donde juegan las mejores jugadoras sub-12, sub-15 y sub-17 de cada comunidad. Elegimos a las mejores para la selección nacional”, completa Vilda.

La participación de España en el Mundial de Canadá 2015 y la profesionalización de la Liga poco después visibilizaron el fútbol femenino español como nunca antes. ¿Resultado? Desde 2014 el número de jugadoras federadas creció casi un 30%, sobre todo entre las niñas entre 5 y 13 años. Y lo que viene…

“Los éxitos de este 2018 están teniendo mucha repercusión. Estamos entrando en todas las casas de España. Las niñas ven que el fútbol femenino está de moda y eso nos va a hacer seguir creciendo”, dice Pedro.

A 6 meses de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, ¿en qué medida será posible trasladar estos éxitos juveniles a la selección absoluta? En su debut mundialista en Canadá, el equipo no pasó la fase de grupos. Vilda es realista. “Hay que trasladarlos, sí, pero tenemos que tener los pies en la tierra. De momento estamos en el puesto 12 del Ranking FIFA y en el 5 en UEFA”.

Eso sí, el avance, es innegable: “lo mejor es que, en la carrera por mejorar, estamos corriendo más que otras selecciones que, sobre todo por la cultura de sus países, creyeron antes en la mujer y el deporte. Y esa distancia que nos sacan cada vez es menor”.