martes 22 septiembre 2020, 09:37

Nadia Belala, pionera del fútbol femenino argelino

  • Belala participó en el primer torneo de fútbol femenino en Argelia

  • También jugó con la selección argelina en su primer partido oficial, en 1998

  • Habla de los inicios del fútbol femenino en Argelia y de sus metas para el futuro

La idea de desarrollar y organizar el fútbol femenino en Argelia se propuso en 1997, pese a que el país atravesaba entonces por un periodo de inestabilidad. Los aficionados al fútbol de la época apelaron a las autoridades deportivas de las provincias más importantes de Argelia para que reuniesen al mayor número posible de jugadoras con el fin de participar en un torneo amistoso en Annaba. Así, a la cita acudieron chicas procedentes de Annaba, Argel, Bejaia, Constantina y Orán.

Entre las pioneras que disputaron ese certamen, considerado el punto de partida para el fútbol femenino organizado en Argelia, figuraba Nadia Belala, que actualmente forma parte del cuerpo técnico de la selección femenina sub-20 del país. Tras haberla visto jugar con amigos en la calle, las autoridades futbolísticas decidieron invitarla a unirse al equipo de Bejaia.

En conversación con FIFA.com, Belala relata la génesis del fútbol femenino en Argelia: “Cuando tenía 16 años, un amigo de mi padre oyó que una chica del barrio era especialmente buena. Decidió venir a verme en acción él mismo. Le impresionaron mis cualidades, y me dijo que estaba a punto de formar el primer equipo de fútbol femenino de Bejaia. Ya había encontrado algunas jugadoras, y me dijo que iban a organizar un torneo en Annaba y que Bejaia participaría. Mi hermano me animó a aceptar la oferta. Nunca imaginé que algún día haría historia para el fútbol femenino argelino representando al primer equipo femenino de Bejaia”.

“Solamente entrené una vez con el equipo antes de partir hacia Annaba para jugar el torneo. La verdad, no tenía ni idea de qué podía esperar. Pero la competición fue un éxito tan rotundo que luego se organizaron muchas más”, añade.

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Francia-Argelia, el estreno oficial

Finalmente, la selección femenina de Argelia hizo su debut oficial contra Francia. Frente a una de las selecciones más potentes del mundo, el combinado norteafricano sucumbió por un contundente 14-0.

“La selección francesa estaba llena de estrellas, mientras que nosotras carecíamos de toda experiencia”, recuerda Belala. “Solíamos ver en la tele a las jugadoras francesas como Marinette Pichon. Nuestro seleccionador nos dijo antes del partido que no teníamos nada que perder y que debíamos hacerlo lo mejor que pudiésemos. Hicimos todo lo que pudimos, y recuerdo a las jugadoras francesas animándonos porque era nuestro debut. Los aficionados también nos aplaudieron después del encuentro. Fue una experiencia maravillosa”.

Belala gozó de muchos hitos más durante su carrera futbolística, como disputar la edición inaugural de una competición nacional en Argelia. “La temporada siguiente, tuve el honor de participar en la primera Copa de Argelia, donde quedamos subcampeonas. También disputé el famoso encuentro entre el USMA y el JS Kabylie en el Estadio del 5 de julio, ante 80.000 espectadores. Había un magnífico ambiente y estuvimos muy concentradas. Recuerdo que jugué de defensa central, la posición en la que seguí hasta mi retirada. También jugué en el ASE Alger Centre, con el que gané muchos títulos”, rememora.

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La familia, el secreto del éxito

Como ocurre con cualquier jugadora argelina, la familia desempeñó un papel importante. A Nadia nunca le resultó fácil emprender una carrera como futbolista, y menos aún durante un periodo de inestabilidad. Además, no muchas chicas jugaban al fútbol entonces, y Nadia tuvo que practicar su deporte favorito con los chicos.

“Cuando era pequeña, jugaba al fútbol en mi barrio todo el día. Como era la mejor, mis amigos llamaban a nuestra puerta siempre que había un partido contra otro equipo local. Pedían permiso a mi padre para que me dejase jugar y así pudiésemos ganar, y mis padres siempre me dejaban ir. Era la única chica que jugaba al fútbol en el barrio donde crecí, y así siguió siendo desde los 12 hasta los 16 años”, recuerda.

“Mi padre era muy estricto y siempre estaba preocupado por la seguridad de sus hijos, especialmente las hijas; pero mi madre y mi hermano mayor me apoyaban y me dejaban jugar al fútbol porque tenía mucho talento. La única condición era que no descuidase mis estudios. Lo hice muy bien en el colegio porque temía que no me permitiesen jugar. Vengo de una familia de deportistas. Mi hermano era portero. Mi hermano mayor, que creía en mi capacidad para conciliar mis estudios con mi pasión por el fútbol, convenció a mi padre para que me dejase jugar. Le debo mi éxito a mi padre, a mi hermano mayor y a toda mi familia”, subraya.

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Entrenar, un sueño hecho realidad

Tras haber cumplido todos sus sueños en el terreno de juego, las ambiciones de Belala se centraron en ser entrenadora, algo con lo que llevaba tiempo soñando. Al preguntarle por esa faceta de su carrera, nos cuenta: “En 2007 decidí colgar las botas y dedicarme a entrenar porque mi pasión por ello era más fuerte. Debido a la falta de oportunidades, construí un equipo desde cero en Amizour en 2008, y trabajé de forma ininterrumpida hasta 2012. Tras fallecer mi padre tuve una depresión y decidí retirarme del fútbol. Sin embargo, regresé en 2015 y lo hice a lo grande con el Amizour, al que guié hasta la primera división”.

Tras su éxito en el fútbol de clubes, la Federación Argelina de Fútbol pidió a Belala que ayudase a entrenar a la selección femenina sub-20. A Belala todavía le quedan elevadas metas por alcanzar en una profesión a la que ha dedicado su vida, y en la que siempre aspira al éxito.