lunes 04 noviembre 2019, 12:17

Neville: "Llévenme de vuelta a esa semifinal"

  • El seleccionador de Inglaterra, Phil Neville, reflexiona sobre Francia 2019

  • No se arrepiente de ponerse el listón alto antes del campeonato

  • Neville: “Fueron los 52 mejores días de mi carrera”

Phil Neville es indefectiblemente directo. Hasta la fecha, su modo de enfocar su cargo de seleccionador femenino de Inglaterra ha consistido en encarar de frente cualquier asunto.

Desde el principio de su mandato, cuando se plantearon dudas sobre su conocimiento y su compromiso con el fútbol femenino –se trata de su primer puesto entrenando a mujeres–, hasta que tuvo que describir la capacidad de Inglaterra para proclamarse campeona mundial en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, rara vez ha esquivado una pregunta complicada.

Cierto es que Inglaterra no satisfizo la ambición expresada por Neville antes del campeonato de llevarse a casa el trofeo, pero el seleccionador inglés espera transformar su decepción de la semifinal en un aspecto positivo, dado que se perfilan muchas oportunidades para crecer en el horizonte. El próximo año, Gran Bretaña puede mirar con ilusión al Torneo Olímpico de Fútbol femenino. Y en 2021, Inglaterra albergará la Eurocopa Femenina.

De esos nuevos retos y lo sucedido en Francia hablamos con el técnico en esta entrevista exclusiva.

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Antes de la semifinal contra Estados Unidos, dijo que la derrota –y, con ella, no mejorar el resultado de Canadá 2015– sería un “fracaso”. ¿Considera Francia 2019 un fracaso?

Creo que el sentimiento predominante cuando el equipo quedó cuarto era de decepción y frustración; de que no habíamos conseguido los objetivos que queríamos. Cuando inicias una competición, tienes que poner el listón muy alto y tener objetivos que a veces no son alcanzables. Nos fijamos el de llegar a la final e intentar ganar un Mundial. Nos faltó estar un poquito a la altura en aspectos que ahora tenemos que mejorar.

No creo que haya nada malo en poner el listón alto, en marcarse metas que están un poquito fuera del alcance. También tengo una fe increíble en el grupo de jugadoras que tenemos. Son más que capaces de llegar a una final y ganar un gran campeonato. Lo que hay que hacer es seguir avanzando. Si te quedas quieto, la gente te adelanta.

La forma en la que está evolucionando el fútbol femenino, junto a las inversiones y las infraestructuras que están construyendo ahora todos los países, implica que las selecciones están avanzando a un ritmo rápido. Tenemos que asegurarnos de que, como selección que ha quedado entre las tres o cuatro mejores del mundo durante los cuatro o cinco últimos años, tampoco nos detendremos.

¿Cuáles fueron las principales lecciones que sacó de Francia 2019?

En el campeonato vimos que todas y cada una de las selecciones intentaban marcar goles. Todas las selecciones atacaban y se iban hacia arriba. Me pareció absolutamente extraordinario; la mentalidad de los seleccionadores, la positividad de las jugadoras. Creo que todas las selecciones tenían esa mentalidad de intentar entretener, de jugar al fútbol como es debido.

Las selecciones jugaban contra sistemas diferentes, diferentes desafíos tácticos. Había alternancia, fluidez. Fue un gran reto para todos los seleccionadores. Creo que las audiencias –más de mil millones de personas vieron el Mundial Femenino, lo cual fue increíble– se pusieron a verlo porque lo que vieron, les gustó. Hicieron correr la voz; les dijeron a sus amigos y familiares que el fútbol era realmente bueno.

Por la positividad del estilo de fútbol que todas las selecciones intentaban jugar, así como por los goles que se marcaron y su calidad, la consecuencia es que las jugadoras tienen que ser continuamente mejores. Eso significa que, dentro de otros cuatro años, posiblemente lleguemos a dos mil o tres mil millones de telespectadores, lo cual sería fantástico.

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Si pudiera volver a vivir el Mundial, ¿haría alguna cosa de forma distinta?

Si mirase retrospectivamente a dos cosas que aprendí en el verano, una fue que, sin duda, fueron los 52 mejores días de mi carrera. Vivir y respirar fútbol mundialista al máximo nivel contra los mejores entrenadores y las mejores selecciones fue una experiencia fenomenal.

La segunda cosa fue: llevadme de vuelta a esa semifinal otra vez. Tuvimos un penal a favor, tuvimos una decisión del VAR en nuestra contra… Llevadme de vuelta a esos momentos. Estoy seguro de que las jugadoras sentirían lo mismo: llevadnos de vuelta a esos momentos importantes del encuentro. ‘¿Podemos defender mejor el centro?’ ‘¿Podemos defender mejor retrocediendo en el mediocampo frente a los goles que encajamos?’ Y ‘¿podemos fabricar esos momentos para volver a meternos en el partido?’ Estuvimos tan cerca, pero a la vez tan lejos…

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¿Qué fue lo primero que le dijo a Steph [Houghton] después de que fallase ese penal?

Mi sentimiento predominante era que estaba muy orgulloso de que ella tuviese el valor de lanzarlo. Probablemente hubo gente cuestionándolo: ¿por qué lo lanzó Steph? Durante los seis meses anteriores, iniciamos un proceso para hallar quiénes eran las mejores lanzadoras en el equipo. Y en ese momento, Steph era una de las mejores lanzadoras que teníamos en el campo. Era la que tenía más confianza. Había convertido más que nadie en los entrenamientos. Era la que más había practicado. Había perfeccionado la técnica de dónde quería colocarlo; la velocidad, la trayectoria…

Teníamos mucha confianza en la elección. Aún más importante: ella y el equipo la tenían. Y en el fondo, fue una buena parada. Llevo viendo fútbol los últimos 40 años. Ha habido muchos penales fallados.

Después del encuentro, ella tuvo la valentía de enfrentarse a los medios y las entrevistas, y de sufrir posteriormente con la clase y la dignidad que atesora. Creo que, desde ese momento hasta probablemente el día que muera, nunca lo olvidará. Pero espero que por dentro esté orgullosa de que dio la cara en la semifinal de un Mundial y tuvo el valor de lanzarlo, porque, ¿sabes qué?, otras en el pasado probablemente no han tenido esa valentía.

Ha dicho repetidas veces que Lucy Bronze es la mejor jugadora del mundo. ¿Sigue pensándolo?

Ha tenido un año fenomenal. Creo que haber sido nombrada entre las tres mejores del mundo es de una importancia tremenda para ella y para Inglaterra, porque demuestra el nivel que están alcanzando ella y el equipo.

Uno piensa en que, 12 meses antes, ella estaba sexta o séptima en esa lista, y la gente probablemente no hablaba de ella. Pero por su dedicación, su trabajo y sus actuaciones, significa que ahora es –justamente como yo creo– una de las mejores jugadoras del mundo.

¿Cuáles son sus esperanzas para el año que viene?

Mi deseo para 2020 es que la selección de Gran Bretaña acuda a los Juegos Olímpicos y consigamos una medalla de oro. También espero que el fútbol femenino continúe con el crecimiento que ha tenido en 2019 y mucha gente vaya a los estadios a ver jugar a las chicas; que salgan en la televisión y la visibilidad siga mejorando junto con las infraestructuras y el aumento de los patrocinios. Tenemos que mantener el impulso del Mundial de 2019 en 2020; y el fútbol femenino tiene que seguir con ese crecimiento, esa mejoría y esa sensación especial que sentimos en Francia.