lunes 27 abril 2020, 06:00

NUR, mucho más que un equipo de fútbol femenino

  • Iqra Ismail fundó un equipo femenino para minorías étnicas

  • Con NUR ha tocado varias fibras sensibles

  • "La demanda fue mayor de lo que esperaba", dice a FIFA.com

Con lo fácil que parece: te enfundas la camiseta, te pones los pantalones cortos, te atas los cordones de las botas y sales a jugar al fútbol.

Pero, ¿siempre es así de fácil? Parece que la cosa cambia bastante cuando quien lo hace es una mujer de creencias musulmanas y piel oscura. Iqra Ismail lo sabe muy bien.

"Siempre me he llevado la peor parte en asuntos como la islamofobia, el racismo y el sexismo. Estoy en el lado equivocado en todos ellos", explica esta somalí nacida en Inglaterra.

"Como mujer musulmana que soy, es una lucha especialmente difícil. El fútbol femenino está creciendo, sí, pero seamos sinceras: está creciendo principalmente entre la comunidad blanca y aquellas personas con más privilegios y recursos. Si eres una mujer musulmana tienes más restricciones y te enfrentas a más estereotipos, no solo en tu propia comunidad, sino también en el resto del mundo".

"Es complicado", continúa, "porque mi equipación es distinta. Mis convicciones religiosas me impiden llevar pantalones cortos y cosas así. Es algo que he de explicar siempre, porque juego al fútbol, pero también entiendo que soy un poco diferente a las demás jugadoras. No es una gran diferencia; es más bien una pequeña falta de comunicación que se produce a veces y que me recuerda que no soy como todas las demás".

El hecho de tener que dar constantemente explicaciones, sufrir malentendidos o incluso discriminación, hicieron que a Ismail se le ocurriera crear un lugar en el que las musulmanas de piel oscura se sintieran a gusto y comprendidas.

"Cuando era más joven, hice varias pruebas en algunos equipos y lo comentaba mucho con un par de amigas mías: ‘Aquí no nos van a aceptar, pero un día tendremos un lugar en el que nos aceptarán y en el que estas chicas podrán jugar y sentirse cómodas’. Recuerdo que dije: 'Cuando tengamos hecha nuestra vida y hayamos ahorrado mucho dinero, podremos hacer algo'.

"El año pasado, cuando organicé un torneo, lo vi claro. La demanda fue mucho mayor de lo que esperaba, y muchas de estas chicas tienen talento de verdad. Solo les hacía falta un lugar en el que poder demostrarlo", explica Iqra Ismail sobre los inicios de NUR ('Never Underestimate Resilience' - 'Nunca subestimes la resiliencia'), un equipo de fútbol para mujeres de raza negra y minorías étnicas (BAME: personas de raza negra, asiática y minorías étnicas).

Gracias a la ayuda de sus amigas Amirah Jama y Badra Osman, la idea de Ismail no tardó en convertirse en realidad. Al término de la primera sesión de entrenamiento ya quedó claro que el proyecto NUR había tocado una fibra sensible y que no era una quimera.

"Después de completar el primer entrenamiento el día 21 de junio vimos el gran interés que había despertado. Y no paró de crecer. Empezó con 15 chicas, luego fueron 18, 23, 40... Creció de forma exponencial, de un modo que jamás habría imaginado", añade Ismail, que tiene la licencia de entrenadora nivel 1 de la FA.

La fundadora de NUR descubrió su pasión por el fútbol cuando aún iba a primaria. Uno de los culpables es su hermano, gran seguidor del Chelsea FC, con quien veía los partidos. Y, cada vez que alguien le decía que no podía jugar, ella pensaba: ¡Eso ya lo veremos!

"Es increíble que no existiera antes algo que hacía tanta falta. Tal vez la única que veía esa necesidad era yo, porque me afecta directamente. Me alegro de ser la persona que lo ha hecho. Y, si no hubiera sido yo, me habría gustado que lo hiciera otra. Mi único deseo es que las chicas puedan jugar y dispongan de este entorno".

Sin embargo, en la era de las redes sociales como Instagram, Facebook y Twitter, Ismail y sus jugadoras tampoco están a salvo del acoso. Un fenómeno que, por desgracia, han sufrido numerosos futbolistas, tanto hombres como mujeres, en todo el planeta.

"Las redes sociales pueden ser un lugar muy positivo, pero también muy tóxico. Yo utilizo mucho el botón de ‘bloquear’. La verdad, es una maravilla que exista ese botón", revela esta dinámica joven de 20 años.

"Lo hablamos entre nosotras, y les dije: ‘Habrá días en los que algunos nos dirán ciertas cosas, pero debemos recordar que solo es una persona, y que nosotras somos una unidad, un equipo. Nos representamos y nos protegemos las unas a las otras".

"No lo olvidéis nunca: solo son personas que se esconden detrás de una pantalla, no significan nada y no son personas cuya opinión deba importarnos’. Todas hemos sufrido el racismo en nuestras carnes y hemos tenido que oír cosas como: ‘Tú no puedes jugar, tu lugar es la cocina’. Y, cuando has pasado por todo eso, al final te ríes".

Para Ismail, que estudia actualmente un grado en Sociología y Psicología, es muy importante que las generaciones más jóvenes se beneficien también de NUR. Muchas chicas dejan de jugar a los 15 o los 16 años porque sus padres quieren que se centren en su educación, y no vuelven a jugar hasta cuatro o cinco años más tarde. Es un vacío que Ismail quiere evitar.

"Es muy importante en las categorías inferiores, desde la sub-10, sub-13, sub-16, o incluso en menores de seis y ocho años. Hay que inculcarles esta idea, así como la pasión por el fútbol, desde una edad muy temprana. Yo quiero decirles desde bien pequeñas: '¿Sabes qué? Si el fútbol es tu pasión, no lo dejes'".

"Por eso hay que empezar pronto, para que, conforme crezcan, se mantengan firmes en esa idea. Si es lo que quieren hacer, adelante. Al menos habrán tenido la oportunidad y el tiempo para saber lo que quieren. Muchas de estas chicas no la tuvieron. Mi gran objetivo es ampliar las categorías de edad que abarca el club y hacer algo que de verdad cambie las cosas".