jueves 31 marzo 2016, 05:38

Rachel Cuschieri, la pionera de Malta

En los últimos años, muchas asociaciones nacionales de fútbol de todo el mundo han centrado y coordinado sus esfuerzos en una iniciativa importante y muy bien recibida: desarrollar el fútbol femenino.

Y pocos países, al menos proporcionalmente, aventajan a Malta en cuanto a su determinación a la hora de hacer crecer el balompié femenino. La pequeña nación insular, ubicada al sur de Sicilia en el mar Mediterráneo, siempre se verá limitada en cierta medida por su reducido tamaño y población. Sin embargo, eso no ha sido óbice para la firme resolución de la Asociación Maltesa de Fútbol (MFA), que ha conseguido reproducir el crecimiento global del fútbol femenino a escala nacional en todos los niveles.

El fútbol femenino sólo lleva 20 años funcionando en Malta, y la selección nacional tiene poco más de una década de existencia. Por tanto, la modalidad está todavía en una fase bastante embrionaria, pero en términos relativos, ha crecido a una velocidad de vértigo.

La MFA está realizando campañas promocionales a escala nacional para concienciar a la población y cultivar una imagen positiva del fútbol femenino. Sus esfuerzos se han visto recompensados año tras año con un aumento considerable de la participación, cuyo total se ha multiplicado por 20 en las dos últimas décadas.

Asimismo, la MFA ha albergado varias iniciativas de la FIFA en los dos últimos años, incluida la popular campaña Live Your Goals, que se centra en fomentar la participación de las jugadoras más jóvenes; así como cursos de la FIFA para entrenadoras con una finalidad instructiva e inspiradora. Malta ostenta incluso una academia de élite para jóvenes jugadoras destinada a numerosas categorías de edad.

Nuevos horizontes      Ocho años después de su debut internacional, Malta ganó su primer partido oficial, contra Georgia en 2011. Las victorias sobre Letonia (2-0) y Luxemburgo (con una goleada récord: 6-0) durante la fase de clasificación para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™ ofrecieron nuevas muestras del crecimiento de la selección maltesa.

La veterana Dorianne Theuma –la que más veces ha sido internacional con Malta– ejerce una influencia positiva muy palpable como seleccionadora nacional sub-15. Otra centrocampista maltesa, Rachel Cuschieri, va aún más allá, y es una especie de ídolo para las nuevas generaciones. Cuschieri recaló en el ambicioso Apollon Limassol chipriota en 2014, convirtiéndose en la primera futbolista que abandonaba las soleadas tierras maltesas para jugar profesionalmente en un club extranjero.

“El fútbol femenino maltés ha mejorado mucho en los últimos años, sobre todo gracias a la ayuda de la FIFA y a los diversos torneos y programas como Live Your Goals, que ayudan al fútbol femenino a avanzar”, cuenta Cuschieri a FIFA.com.

Aunque sólo tiene 23 años, Cuschieri lleva casi un decenio jugando en categoría absoluta, por lo que está muy bien colocada para valorar los recientes avances del fútbol femenino maltés. “Ha mejorado radicalmente, especialmente en que nuestros equipos locales y combinados nacionales compiten ahora contra conjuntos extranjeros más fuertes”, resalta. “Eso sólo contribuye a mejorar nuestro juego, pues Malta pretende ser competitiva”.

Cuschieri disfruta de la vida en el Apollon Limassol, un equipo que ha ganado 8 ligas chipriotas consecutivas. Allí ha podido enfrentarse a clubes como el potente Brondby danés; y ha jugado al lado de la estrella de la selección inglesa Lianne Sanderson y de la internacional estadounidense Yael Averbuch, por citar algunas. Muy lejos quedan aquellos días en su patria trabajando como camarera…

La centrocampista ofensiva admite que le gusta la idea de ser un modelo a imitar para sus compatriotas que deseen jugar en el extranjero, y considera que la selección seguirá creciendo año tras año. “Siempre hay aspectos positivos que sacar de cada reto”, señala. “Eso es lo que hace seguir mejorando en su carrera a cualquier futbolista, pues nunca es tarde para aprender cosas nuevas”.