jueves 02 abril 2020, 06:58

Inka Grings, de goleadora a entrenadora de un equipo masculino

  • Inka Grings no solo hizo historia como jugadora

  • Es la primera mujer en entrenar a un equipo masculino en una de las cuatro primeras categorías del fútbol alemán

  • "Es increíble que no se mire más allá"

A ella no hay que explicarle cómo se juega al fútbol. En sus 96 partidos con la selección alemana, Inka Grings marcó un total de 64 goles y conquistó las Eurocopas de 2005 y 2009. Su olfato goleador ayudó a Alemania a conquistar estos títulos y le reportó la distinción de máxima realizadora del torneo en ambas ediciones.

Grings, que ya hizo historia como futbolista —se proclamó máxima artillera de la Bundesliga en seis ocasiones—, ha hecho historia también como entrenadora. Después de dirigir durante tres años al MSV Duisburgo femenino, fichó por el Viktoria Koeln para entrenar al equipo masculino del juvenil B.

Desde abril 2019 ocupa el banquillo del SV Straelen, y de este modo se convirtió en la primera mujer en entrenar a un equipo masculino en una de las cuatro primeras categorías del fútbol alemán. Antes del parón futbolístico debido al COVID-19 su equipo marchaba líder en la clasificación. No obstante, Grings tira de humildad.

"Cuando se concretó que iba a tomar las riendas del equipo de la liga regional, enseguida fui consciente de la atención que iba a atraer y me hice a la idea. Pero yo vengo de un contexto en el que se entrenaba mucho, como por ejemplo con la selección. No es que haya llegado hasta aquí sin tener ninguna preparación", cuenta a FIFA.com.

"No me molesta, pero tampoco me hace sentir extremadamente orgullosa. Simplemente, me alegro de que me hayan encomendado esta misión. La verdad es que me sigue pareciendo alarmante que haya tan pocas mujeres. Por otro lado, yo nunca he sido una abanderada del lema ‘mujeres al poder’. Creo que han de encajar ambas partes".

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Grings toca de este modo un tema muy importante. Porque todavía cuesta mucho encontrar a mujeres en los banquillos de equipos masculinos, y apenas un puñado de excepciones confirman la regla. Corinne Diacre, la actual seleccionadora de Francia, dirigió entre 2014 y 2017 al Clermont Foot, de la segunda división francesa, y Yuen Ting Chan se convirtió en la primera mujer en conquistar un título liguero con un equipo masculino de élite, el Eastern AA de Hong Kong son algunos ejemplos.

"Es increíble que no se miré más allá y no nos preguntemos de qué manera podemos incorporar a las mujeres, sea en el cargo que sea. En circunstancias sociales normales, las mujeres y los hombres funcionamos muy bien juntos, en armonía. Cada persona piensa y actúa de una manera, y eso acaba conduciendo al éxito. ¿Por qué no pasa en el fútbol?", pregunta Grings, que también señala que, para ello, debe haber mujeres dispuestas a ocupar esos cargos.

"Tal vez no haya muchas mujeres que se sientan con la capacidad suficiente como para dar ese paso o como para proponérselo. No olvidemos que no existe un ‘tipo’ determinado de persona para esto. Yo no sé si antes de mí hubo alguna entrenadora que dijera explícitamente que quería entrenar equipos masculinos. No lo he buscado. Yo siempre he tratado de seguir mi propio camino. Por ahí es por donde quiero ir. Me siento con fuerzas y preparación suficientes. Yo lo he vivido todo en el fútbol, cosa que muy pocos de los que ocupan puestos más relevantes han vivido. Lo primero que has de hacer es probarte y demostrar tu valía".

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No es nada nuevo que las mujeres tengan que demostrar a menudo el doble que los hombres en un mundo predominantemente masculino, y Grings es muy consciente de ello. ¿Ha sufrido experiencias o comentarios negativos? Si los ha habido, a ella no le han afectado.

"La verdad es que a mí apenas me llegan. Y, cuando lo hacen, me entran por una oreja y me salen por la otra. Estoy segura de que ha habido algún que otro comentario, pero no me molestan en absoluto. No reacciono a ellos. Eso sí, creo que podemos relativizar estas cosas en nuestra sociedad actuando de manera razonable y afrontándolo de manera razonable", sostiene Grings.

"No me entra en la cabeza que alguien se crea capaz de juzgar a otros y pensar que él es mejor. Puede que yo sea demasiado inteligente para esas cosas. La sociedad se está abriendo cada vez más a los cambios, lo cual me parece fantástico, pero es triste que sigamos teniendo estos problemas en pleno siglo XXI".

Es la contundencia de las palabras de una mujer con mucha fuerza.

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