Kumagai es la actual mejor jugadora del año de la AFC
Se hizo famosa al marcar el penal que decidió el título en Alemania 2011
Es capitana de la selección japonesa y aspira a su primer oro olímpico
Saki Kumagai ya está acostumbrada a ganar trofeos.
A sus 20 años, contribuyó a la conquista del primer título de Japón en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011, y cuatro años más tarde, en Canadá 2015, fue subcampeona del mundo. Desde 2017 luce el brazalete de capitana de su selección nacional, y como tal ganó con las Nadeshiko la Copa Asiática Femenina de la AFC 2018.
En los torneos de clubes, se proclamó campeona de la Nadeshiko League con el Urawa Reds en 2009, para luego adjudicarse seis títulos consecutivos de la división de honor francesa con el Olympique Lyonnais, además de las cuatro últimas ediciones de la Liga de Campeones Femenina de la UEFA. Su último logro ha sido la distinción de mejor jugadora del año 2019 de la AFC.
Quizás el único título que continúa escapándosele sea la medalla de oro olímpica. Tuvo un papel destacado en el combinado japonés que arrolló a sus rivales hasta plantarse en la final de Londres 2012, aunque terminaría cayendo ante Estados Unidos. Japón no consiguió el pase a Río 2016, aunque la desilusión que supuso ese fracaso no ha hecho sino aumentar sus ganas de desquitarse.
FIFA.com ha entrevistado a la futbolista, de 29 años, cuyo único objetivo en Tokio 2020 será colgarse el oro.
Volviendo la vista atrás, ¿qué balance hace de su carrera futbolística?
Creo que hasta ahora mi carrera futbolística ha sido muy afortunada, aunque, por supuesto, no habría llegado hasta aquí sin el enorme apoyo de muchísima gente. Siendo franca, estoy más que contenta por todo lo que he logrado. Estoy orgullosa de todos los resultados que conseguido junto a mis grandes compañeras.
Usted transformó el penal decisivo de la final en 2011. ¿Qué significa ese hito para usted?
Cuando participé en el Mundial Femenino de 2011 solo tenía 20 años. El único recuerdo que me queda es que nos esforzamos al máximo durante todo el torneo. No lo considero el momento cumbre de mi carrera, pero ganar el Mundial Femenino y haber experimentado esa victoria fue algo verdaderamente maravilloso y feliz.
También transformó el penal decisivo con el Lyon en la final de la Champions de 2016. ¿Se considera una especialista?
Bueno, ¡no se me dan bien ni tampoco me gustan mucho! Pero desde la final del Mundial sí he tenido muchas oportunidades de lanzarlos. He acumulado muchísima experiencia y con el tiempo he llegado a ser bastante competente. Ahora disfruto batiéndome con las arqueras. Me concentro en el balón, y probablemente por eso consigo imponerme y acabar marcando tantas veces.
En 2011, Japón pasó de ser una selección prometedora en Asia a la mejor del mundo. ¿Cómo llegó ese cambio?
El éxito del Mundial de 2011 es mérito, en primer lugar, de nuestras veteranas, a las que respetamos mucho. Se esforzaron muchísimo y tuvieron que superar grandes dificultades para alcanzar ese nivel y llevar al equipo a la conquista del título mundial. La selección hizo progresos notables durante aquel torneo, y lo que nos impulsó fue nuestra voluntad de no darnos nunca por vencidas.
Después de 2011 dio el salto Europa: estuvo dos años en el Fráncfort y desde entonces juega en el todopoderoso Lyon. ¿Cómo valora la experiencia europea?
He perfeccionado mis habilidades y me he curtido compitiendo contra equipos del máximo nivel. Es una experiencia muy valiosa para futbolistas de Japón en lo que respecta a medirse con los mejores del mundo y poder ganarles.
La generación anterior ya se ha retirado y ahora hay un grupo de jóvenes integradas por completo en el plantel. ¿Qué opinión le merece la selección actual?
En este equipo hay varias jugadoras muy prometedoras que tienen una técnica estupenda. Su potencial es muy alto.
¿Y cuál es su función como capitana?
La idea es tener una comunicación fluida y sincera dentro del equipo. Confío en que las jugadoras puedan decir todo lo que les parezca oportuno. Yo tengo que contribuir creando un ambiente propicio y fomentando la química necesaria para un equipo como este.
La transición entre generaciones ha sido fluida: ganaron la Copa Asiática 2018 y Campeonato del Este de Asia. ¿Qué objetivos se fijan para el Torneo Olímpico?
Nuestra meta es ganar la medalla de oro en casa en los Juegos Olímpicos de 2020, nada más y nada menos.
¿Y cuáles son sus objetivos particulares para este 2020?
El objetivo es apreciar cada día, disfrutar del presente y seguir yendo a por más. Los logros de las Nadeshiko han tenido una gran repercusión sobre el fútbol femenino en Japón. Como futbolista, yo quiero hacer todo lo que pueda para ayudar a la selección y conseguir que el fútbol femenino avance más todavía.
