viernes 21 agosto 2020, 06:01

Las estadounidenses rememoran la alegría de Beijing

  • Brasil y EEUU se midieron el 21 de agosto de 2008 en la final olímpica femenina

  • La ausencia de Abby Wambach incrementó el favoritismo de las brasileñas

  • Pero las Barras y Estrellas dieron la sorpresa y se colgaron el oro

Las noticias habían minado las esperanzas de la selección femenina estadounidense de cara al Torneo Olímpico de Fútbol Femenino China 2008. Brandi Chastain, Joy Fawcett, Kristine Lilly y Mia Hamm, figuras clave en el oro de Atenas 2004, se retiraron después de aquella cita. Ahora, Abby Wambach acababa de romperse la tibia y el peroné en el último partido de preparación, y tenían que ponerle una placa metálica en la pierna izquierda.

Por si fuera poco, la derrota por 2-0 ante Noruega en el primer partido del certamen soterró cualquier atisbo de recuperación de las norteamericanas.

“Perder justo antes de que empezase el torneo a una jugadora tan influyente, a Abby, que se rompió una pierna, fue absolutamente devastador”, explicaba recientemente Christie Rampone a FIFA.com. “En aquel partido contra Noruega todo lo que podía salir mal salió mal. Los medios de comunicación ya nos descartaban. Fue la primera vez que tuve la impresión de que no nos daban como favoritas. Representó un golpe importante”.

Por un lado, se descartaba al combinado estadounidense y, por el otro, había una selección que parecía predestinada a levantar el trofeo. Brasil, una versión mejorada del equipo que goleado 4-0 a Estados Unidos en las semis del Mundial de 2007, tenía a Marta y Cristiane en plenas facultades y había pasado por encima de Alemania, flamante campeona del mundo, en su camino a la final (4-1).

Sorprendentemente, se daba casi por hecho que el conjunto estadounidense iba a ser poco menos que la dama de honor de Brasil en su grandiosa coronación. Y, lo que es aún más sorprendente: la centrocampista Angela Hucles, que jugó en lugar de la lesionada Abby Wambach, se había quedado “atónita” al enterarse de que sería la punta de lanza de Estados Unidos. No obstante, fue precisamente ella quien las llevó hasta allí.

Hucles marcó cinco goles en otros tantos encuentros, incluido uno en el triunfo por 2-1 sobre Canadá en los cuartos de final y un doblete en la victoria por 4-2 sobre Japón en las semifinales. Todo estaba listo para la final americana.

La selección brasileña hizo honor a su papel de favorita, pero, a pesar de dominar el juego, fue incapaz de superar a Hope Solo a lo largo de los primeros 90 minutos. Ya en la prórroga, Carli Lloyd firmó una diana digna de sentenciar cualquier campeonato.

“Fue, sin duda, uno de mis momentos más increíbles”, declaró Carli Lloyd al Olympic Channel. “Subir al podio y que me entregaran la medalla fue muy emotivo”.

“Era la primera vez que participaba en unos Juegos Olímpicos, y la primera medalla que ganaba. Nuestra selección hizo algo espectacular, porque la mayoría de la gente no pensaba que íbamos a ganar. Fue tremendo. Recuerdo volver a casa y sentirme en el séptimo cielo. Marqué el gol decisivo de la final. Recibir la medalla fue un momento increíble para mí, para mis compañeras, y es algo que siempre valoraré”.

“Aquella selección me inspira respeto, porque no nos habíamos labrado un nombre”, dijo Rampone. “Fuimos mejorando poco a poco, partido a partido. Escribimos nuestro propio guion”.

“Las cuatro atacantes que asumieron la responsabilidad de suplir a Abby respondieron. Carli Lloyd estuvo asombrosa en aquel torneo, Angela Hucles, Amy Rodríguez y Natasha Kai estuvieron de verdad a la altura y ayudaron a conducir a aquella selección a la victoria. Tuvimos muchísima suerte de contar con Pia [Sundhage] como nueva seleccionadora, con su energía, que nos hizo apreciar todavía más el juego”.

“Ser también madre de dos hijas en aquel momento, y poder regresar después de tenerlas y liderar al equipo como capitana, fue el broche a todo el esfuerzo que había dedicado al deporte. Es algo surrealista. En el momento en que suena el pitido final prácticamente te olvidas de todo lo que has hecho”.