lunes 01 agosto 2016, 14:39

Milbrett: "Todavía no me lo creo"

No todo el mundo puede decir que ha marcado el gol de la victoria durante el partido por la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Y muy pocos pueden añadir que, además, lo consiguieron en su propio país. Menos deportistas todavía pueden asegurar que lo consiguieron en el debut de su deporte en el programa olímpico.

Tiffeny Milbrett sí que puede.

Su gol en el partido por la medalla de oro contra la RP China en Atlanta 1996 hizo historia en el fútbol femenino. Cuesta mucho imaginar la emoción que se puede llegar a sentir en un momento como ese. Posiblemente se trate de una mezcla de alegría, júbilo, incluso éxtasis. Pero ahora sabemos que en esta mezcla figura además una sensación que jamás habríamos sospechado.

“¡Alivio!”, ha confesado Milbrett en una entrevista en exclusiva para FIFA.com. “Soportábamos una presión enorme. Nuestro objetivo era ganar la competición. Pero, como atleta, tienes que entender que debes fijarte unos de requisitos mínimos de estricto cumplimiento. Nosotros teníamos que llegar a la final”.

“Atlanta 1996 resultó una experiencia realmente fantástica, porque todas éramos muy ingenuas", continúa la exatacatante. "Nunca habíamos participado en algo tan grande. Nunca habíamos estado en los Juegos Olímpicos. Vivimos cada momento de aquello como algo muy puro, orgánico, natural e inmaculado”.

Milbrett explica que en los siguientes Juegos Olímpicos, en Sídney, los preparativos fueron más estresantes, y las jugadoras estuvieron menos relajadas, puesto que ya sabían lo que tenían por delante. Sin embargo, en la edición inaugural del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino, las futbolistas se embarcaron en un viaje hacia lo desconocido.

“Cuando no conoces el entorno del que formas parte, no te pones nerviosa, porque, al contrario que la siguiente vez, no sabes a lo que te expones. En 1996, habíamos hecho realidad nuestros sueños y, por fin, nos permitían participar en los Juegos. Recuerdo la sensación de que todas las jugadoras estábamos absolutamente relajadas, tranquilas y felices”.

Un sueño de la infancia Puesta a describir qué sensación produce marcar un gol tan importante, Milbrett sorprende con su respuesta, en la que deja claro que el equipo se encontraba completamente concentrado en el triunfo.

“Sinceramente, hice mi trabajo", contesta. "Mi trabajo como delantera consistía en marcar goles. Una vez pasado el momento, puedo decir: ‘¡Madre mía, he marcado un gol en un partido por el oro!’. En aquel instante, sin embargo, sólo tuve la sensación de que estaba haciendo el trabajo que me correspondía en el equipo”.

“Anotar aquel tanto formaba parte del objetivo último: colgarnos la medalla de oro. Mis compañeras habían trabajado tanto como yo. Todo el equipo hizo su trabajo para conquistar la victoria aquel día”.

“Recuerdo que levanté el ramo de flores en el podio. De hecho, me acuerdo más de aquel ramo de flores que del momento en el que marqué el gol. No oí al público en todo el encuentro , ni siquiera me enteré de que estaba allí”.

¿Llega un momento en el que se comprende cabalmente la importancia de marcar un gol tan decisivo?

“Puede que todavía no lo haya digerido del todo”, afirma 20 años después de aquel histórico día Atlanta. “Pero me lo recuerda constantemente la gente que está más eufórica porque tengo una medalla de oro que yo misma. La diferencia es que soy yo quien la consiguió”.

“Cuando tenía ocho, nueve, diez años, soñaba constantemente con convertirme en atleta olímpica. Y mi sueño se cumplió … No, todavía no me lo creo del todo. He sido una de las pocas personas afortunadas que han conseguido hacer realidad el sueño de la infancia”.

Milbrett prevé competitividad en Río 2016De camino a Río 2016, cientos de futbolistas han luchado por cumplir sus sueños. ¿Cómo cree Milbrett que le irá a la selección de Estados Unidos en Brasil, en su empeño por hacer historia y convertirse en el primer equipo que conquista el oro olímpico un año después de haberse proclamado campeón de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™?

“Talento no nos falta”, asegura Milbrett. “Disfruto mucho viendo al equipo y siguiendo el crecimiento de estas jóvenes. No hay duda de que son todo lo atléticas que se puede ser. Tenemos muy buenas jugadoras”.

“Creo que el resto del mundo nos está enseñando un poco más cómo se juega al fútbol y creo que necesitamos aprender todas esas lecciones, desde el punto de vista de la creatividad, los toques, la visión de juego, las sutilezas y la sabiduría. Con suerte podemos aplicar todo eso y mejorar. Se trata de lo único que nos falta, y lo quiero ver todo en nuestros equipos de alto nivel”.

A la pregunta de qué selección cree que ganará el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino en Río 2016, se fija en un gigante dormido procedente de Europa.

“En los últimos años, admiro enormemente a Francia. El equipo y sus jugadoras son absolutamente fantásticos. Están a un paso de convertirse en algo soberbio. Me gusta cómo juegan”.

“Pero, al fin y al cabo, independientemente de quién se convierta en el número uno o de quién termine ganando, tienes que ir allí a competir. Tienes que ir a rendir al máximo en los seis partidos. No hay nada como los Juegos Olímpicos. Te pueden sorprender”.

Los equipos que se preparan para participar en Río 2016 harán bien en escuchar las palabras de Milbrett. No en vano, representa un nuevo amanecer para el fútbol femenino y se colgó la primera medalla de oro del fútbol olímpico femenino, pese a que todavía no acabe de creérselo del todo.