El triunfo de Japón en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011™ cambió para siempre el fútbol femenino nipón. Un buen ejemplo de ello es la jugadora Yui Hasegawa.

Esta centrocampista de amplio recorrido y campeona mundial sub-17 en 2014, vio a Homare Sawa y las suyas levantar al cielo de Frankfurt el codiciado trofeo. Esa imagen le ha acompañado desde siempre, desde que soñaba con ser futbolista.

Mientras se prepara para afrontar el Mundial de Francia en apenas un mes, marca en rojo otro evento en su calendario:

Y el futuro le ofrece ahora la posibilidad de ganar el oro olímpico en Tokio 2020, donde las Nadeshiko tienen asegurada su participación en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino como anfitrionas.

FIFA.com dialogó con Hasegawa, inmersa en los preparativos para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, para averiguar cómo están sus ánimos y los de su selección de cara a Tokio 2020.

¿Qué significa para usted disfrutar de un evento global como los Juegos Olímpicos en casa, tan cerca de su ciudad? Sería maravilloso poder estar allí y jugar ante mi familia, mis amigos y todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, como mis entrenadores. Me gustaría poderles devolver algo.

El hecho de que Japón ganara la Copa Mundial Femenina de 2011 tuvo una gran repercusión en el crecimiento del fútbol femenino en su país, pero ¿qué efecto tuvo en usted personalmente? Fue tremendo. Tuvo una enorme repercusión en Japón, después de la tragedia [ndlr: el desastre nuclear de la central nuclear Daiichi de Fukushima]. Sin embargo, lo que pasó fue mucho más que una sorpresa para mí: me corroboró en mi convicción de querer conseguir lo mismo algún día.

Japón se ha consolidado como una de las mejores selecciones y una firme candidata en los grandes torneos internacionales. ¿Cuál es la receta de su éxito? Bueno, para ser sincera, me resulta difícil analizar las cualidades del fútbol femenino japonés. Lo que sí puedo decir es que el Nippon TV Beleza, la sección femenina del Tokyo Verdy, ha sido muy importante en mi carrera. Ambos [el combinado nacional y el NTV Beleza] han encontrado una buena fórmula para sacar jóvenes con talento. Y, sobre todo en la historia del fútbol femenino, el NTV Beleza ha sido muy importante en su éxito a lo largo de estos años.

¿Ganar la medalla de oro en su país sería el colofón perfecto a todo su esfuerzo? ¿Es algo que imagina a menudo? Bueno, intento no pensarlo demasiado [ganar el oro]. Yo siempre doy el cien por cien, independientemente del partido que sea, bien en un entrenamiento o en la final de los Juegos Olímpicos. Para mí, no hay diferencia.

¿Qué recuerda de los Juegos Olímpicos que ha visto hasta ahora? Me acuerdo mucho de Eri Tosaka, una luchadora que compitió en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Lo hizo fenomenal. Pero era una gran admiradora de la legendaria luchadora Saori Yoshida, y su derrota en Río le afectó mucho, por lo que Eri no disfrutó de su triunfo. Me gusta su personalidad.

Consciente de sus posibilidades reales de representar a Japón en los Juegos Olímpicos que albergará su país, ¿podría describirnos su motivación de cara a cumplir este sueño? Para mí, representa la oportunidad de demostrar mi gratitud a aquellos que me han traído hasta donde estoy ahora, y esa es mi motivación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Tengo la oportunidad de jugar ante ellos en el estadio, algo que no sería tan fácil si los Juegos se celebraran en otro lugar. Será especial.

¿Quiénes eran sus ídolos de pequeña? Siendo centrocampista, seguro que Homare Sawa será una de las primeras de la lista. Sí, Sawa es la primera. Creo que es el ejemplo perfecto a seguir, como persona y como futbolista. Tenemos estilos diferentes, pero he aprendido mucho de ella.