Desde que descolgó las botas, Zhang Xin ha brillado con su club y con su selección
Madre de un niño, la internacional fue clave en la clasificación para los Juegos Olímpicos
Zhang quiere contribuir a que las Rosas de Acero alcancen la final de Tokio 2020
Retirada a los 25 años, regreso a los 27 y, si no hay imprevistos, Juegos Olímpicos a los 29. Es la extraordinaria historia de Zhang Xin, de RP China y del Shanghai Agricultural and Commercial Bank FC, quien se encuentra actualmente en un gran momento de forma.
Contra todo pronóstico, Zhang anunció su retirada del fútbol en 2017, poco después de proclamarse con el Shanghai campeona de los Juegos Nacionales de la RP China que tuvieron lugar aquel año. Tras una decisión -recibida con decepción y pesar por afición y prensa- que parecía poner punto y final de forma a abrupta y prematura a una carrera prometedora, la futbolista de Shanghai, ya madre de familia, sorprendió incluso a sus propios seguidores al regresar a los terrenos de juego a principios de 2019.
“Si he descolgado las botas es probablemente porque mi vida y el fútbol son entidades inseparables”, declaró a FIFA.com la jugadora, que tiene actualmente 29 años. “Tras casarme y tener un bebé, me he dado cuenta de que sigo sintiendo auténtica pasión por el fútbol. Disfruto tremendamente con este deporte”, confesó.
Figura clave en el sueño olímpico
Como no podía ser de otro modo, Zhang no ha regresado únicamente para conformarse con participar. Tras completar un laborioso proceso de aclimatación, nuestra protagonista no tardó en hacerse con un puesto en el once inicial del Shanghai que logró el subcampeonato en la Liga y Copa chinas. En la temporada de 2020, Zhang sumó cinco goles y cinco asistencias y contribuyó así a que su equipo conquistase el tercer puesto en la competición de la regularidad.
Asimismo, la atacante brilló con la elástica de su selección en la competición preliminar del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020. Zhang fue titular en los cinco partidos que sirvieron al combinado asiático para sellar su pase para la cita olímpica.
La internacional china vio puerta en el contundente 6-1 que las Rosas de Acero infligieron a Tailandia en la fase de grupos, y anotó el tanto que abrió la lata en la decisiva eliminatoria frente a República de Corea en cuyo partido de ida RP China acabó imponiéndose por 2-1. En el encuentro de vuelta, que resultó disputado y rebosante de tensión, Zhang y sus compañeras arrancaron un empate a 2-2 que les dio la clasificación con un resultado global de 4-3.
“Me limité a hacer lo que el seleccionador Jia Xiuquan me había pedido”, explica con modestia Zhang en alusión a la victoriosa competición preliminar. “Traté de dar lo mejor de mí en cada entrenamiento y de ceñirme al plan de juego en cada partido. He recuperado gran parte de mi fuerza y fondo físico, y ahora estoy en condiciones de competir con las rivales en todos los sentidos”, añade.
“Logramos el billete para los Juegos Olímpicos, y si lo hicimos fue gracias al esfuerzo de todo el equipo, tanto del cuerpo técnico como de la plantilla. Se trata de mi primera cita olímpica y me hace mucha ilusión. En cierta forma, representar a mi país en unos Juegos Olímpicos es un sueño hecho realidad para mí”, celebra.
A la conquista de una medalla olímpica
Zhang es una jugadora de gran versatilidad que suele actuar por el costado derecho. Además de su velocidad y capacidad de desborde, la internacional china destaca por la potencia de su disparo con los dos pies. Sus goles contra Tailandia y República de Corea los marcó con la zurda, pero la futbolista asegura que su pierna buena es la derecha. “Le pego bien con las dos, pero, en cuanto a precisión y toque, la derecha es más fiable”, aclara.
La selección china conquistó la medalla de plata en su estreno olímpico en Atlanta 1996 y, un cuarto de siglo más tarde, Zhang espera que el combinado asiático emule en Japón aquella hazaña. “De cara a mis primeros Juegos Olímpicos, el objetivo es simple: espero estar en la final”, revela.
“No hemos salido demasiado mal paradas del sorteo”, añade en referencia al grupo que compartirán con Brasil, Países Bajos y Zambia. “No habrá rivales fáciles y lo que tenemos que hacer es seguir empleándonos al máximo y jugando bien en cada partido”, advierte.
El duelo de la fase de grupos frente a Zambia deparará un interesante reencuentro de Zhang con Barbra Banda, compañera en el Shanghai y goleadora prolífica que la pasada temporada se proclamó máxima realizadora de la liga china con 18 tantos. “Tengo ganas de jugar contra Banda”, asegura en referencia a la capitana de la selección zambiana. “Será un duelo interesante. En el Shanghai compartimos vestuario, pero en los Juegos seremos rivales. El fútbol siempre te reserva sorpresas y ese es el encanto de este deporte”, vaticina.
Su hijo cumple tres años este mes, así que Zhang siente que tiene una responsabilidad añadida a la hora de hacer un buen papel sobre el campo. “Además de mi pasión por el fútbol está la motivación que me da mi hijo: quiero regalarle una vida mejor”, concluye.