domingo 12 abril 2020, 22:58

Wu: "Nuestra garra puede clasificarnos"

  • La selección femenina china buscará su lugar en el Torneo Olímpico

  • Wu Haiyan recuerda los complicados primeros clasificatorios de febrero

  • La capitana confía en que sus Rosas de Acero lograrán el objetivo

La vida está recuperando poco a poco cierta normalidad en la RP China gracias a los enormes esfuerzos realizados por el país para combatir la COVID-19 durante los últimos meses.

En particular, esto significa un regreso al trabajo para la selección nacional femenina, que empezó el 2 de abril una concentración de cuatro semanas en el Centro Futbolístico Suzhou Taihu, en Suzhou.

“El objetivo de esta concentración es ayudar a las jugadoras a recuperar la forma y la fortaleza física”, explica a FIFA.com la capitana de las Rosas de Acero, Wu Haiyan. “Estamos haciendo algunos ejercicios de calentamiento y practicando también el ataque y la defensa”.

La salud y la seguridad, por supuesto, siguen siendo la máxima prioridad, y para ello se han implantado estrictas medidas de protección. “Excepto cuando nos entrenamos en la cancha, siempre llevamos mascarillas”, señala la defensora de 27 años.

“En el hotel nos alojamos en habitaciones individuales y en el comedor cada una tiene su propia mesa, para mantener las distancias”.

Las medidas de distanciamiento social se adoptaron por todo el país en los últimos meses, pero aun así las futbolistas se mantuvieron atareadas, como nos cuenta Wu.

“El seleccionador, Jia [Xiu Quan], nos había pedido que nos entrenásemos en casa todos los días, nos preparó planes adaptados a cada una. Pero al no tener en casa instalaciones de entrenamiento, teníamos que arreglárnoslas como pudiésemos”.

“Yo usaba todo lo que tenía a mano para entrenarme, una bolsa o un tarro llenos para levantar pesas. Y también iba a correr cuando había poca gente fuera”.

Esta concentración sirve para poner en marcha los preparativos del combinado chino de cara a la decisiva eliminatoria final del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino ante la República de Corea, prevista hasta hace poco para el mes de junio.

Sin embargo, después de que el Comité Olímpico Internacional anunciase que las Olimpiadas de Tokio se celebrarían en 2021, este duelo a doble partido se ha pospuesto para una fecha posterior.

“Es difícil decir si esto [el aplazamiento] nos beneficia o nos perjudica”, afirma Wu. “Las jugadoras queremos disputar los partidos lo antes posible, porque estamos deseando conseguir la clasificación para los Juegos Olímpicos. Pero vamos a afrontar la dificultad a medida que vaya llegando”.

La garra de las Rosas de Acero

Y lo cierto es que la campaña olímpica ya ha planteado numerosas turbulencias a las chinas este año, debido a los continuos problemas causados por la COVID-19. China esperaba disputar en febrero en casa el partido de la tercera ronda clasificatoria, que en un principio iba a jugarse en Wuhan.

Pero la sede se cambió hasta dos veces, primero a Nanjing y luego a Sydney. De este modo, el equipo tuvo que hacer apresuradamente las maletas para desplazarse hasta Brisbane, donde se le pidió ponerse en cuarentena en un hotel.

“Fue un momento complicado”, recuerda. “No podíamos entrenarnos como de costumbre, ni en la cancha ni en el gimnasio. Conseguimos entrenarnos un poco en el hotel y en la víspera del primer partido pasamos una hora en el campo de entrenamiento”.

“Antes de ese primer partido, el seleccionador nos dijo: ‘Ya vemos que surge una dificultad tras otra. ¿Qué debemos hacer?’. Todas supimos a qué se refería. Habíamos pasado por todo eso juntas y queríamos demostrar de lo que éramos capaces”.

Así pues, China recurrió a la característica garra de las Rosas de Acero para practicar su mejor juego, a pesar de no haber podido preparar la campaña como quisiera. Empezó goleando 6-1 a Tailandia, para luego endosar un 5-0 a Chinese Taipei. Y se puso con un 1-0 a favor a falta de cuatro minutos para la conclusión contra Australia, aunque las locales empatarían en el tiempo añadido, por lo que ese choque se saldó con un reparto de puntos.

“La solidaridad y el trabajo en equipo son siempre la base de nuestra garra”, insiste Wu. “Las dificultades nos unen como equipo. Afrontamos los retos juntas y nos esforzamos como una sola”.

Su adversario en una eliminatoria final a todo o nada es ahora la República de Corea, y Wu considera que ella y sus compatriotas estarán bien preparadas para lograr la clasificación.

“Es un buen equipo, cuenta con varias jugadoras peligrosas en ataque, pero nosotras ya tenemos mucha experiencia contra ellas y vamos a entregarnos a fondo para preparar este partido”.