domingo 09 junio 2019, 07:00

Wilkinson y el poder de la música

  • Tuvo una grave lesión en octubre pero llegó a tiempo a Francia 2019

  • Es también una cantante de gran talento

  • Sigue el Blog en VIVO del #NZLNED

Por Brendan Bradford, con Nueva Zelanda 🇳🇿

Hannah Wilkinson creyó que jamás podría cumplir su sueño de jugar en una tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA cuando se desgarró el ligamento anterior cruzado el pasado octubre.

Sin embargo, tras una operación de rodilla y largos y solitarios meses de rehabilitación, se encuentra en Francia con sus compañeras de la selección de Nueva Zelanda y la ambición de pasar a la fase eliminatoria del Mundial por primera vez en la historia.

Fuera de los terrenos de juego, Wilkinson se dedica a la música y es una artista de gran talento. La jugadora asegura que la música ha desempeñado un papel decisivo en su increíble regreso. “Contribuyó de forma necesaria e importantísima a mi recuperación”, ha declarado.

“Sentía tanta presión en algunos momentos que me sorprendía a mí misma dando vueltas y más vueltas a mi situación. La música me permitió distraerme y perderme en una canción o en una melodía”.

“Tocar la guitarra y encerrarte a cantar hace muchísimo bien. Te evades de todo, lo que me parece muy necesario”.

A Wilkinson le regalaron la primera guitarra cuando tenía 12 años, recibió clases durante un año y empezó a cantar a los 16. Acaba de publicar dos canciones y actúa en los escenarios siempre que puede.

“Me atrapó y tengo la intención de seguir tocando”, asegura. “Me encanta la música. He crecido escuchando todos los géneros, pero crear mi propio estilo representa para mí una evasión muy saludable de las presiones del fútbol”.

“Tocar ante el público impone bastante, pero disfruto mucho. Me gustaría actuar más veces en acontecimientos que tengan que ver con el fútbol. Participé en algunos en Suecia y supuso un rodaje magnífico, porque tocar en directo es muy diferente a todo”.

opq5xwuqdsuvvx6rduom.jpg

Cuestión de estilo 🎸

“Diría que tengo un estilo parecido al de Ed Sheeran”, afirma. “No necesita percusión en sus canciones, da la impresión de que el ritmo se cree dentro de él. Lo consigue por cómo compone y por su forma de tocar. Me gusta muchísimo”.

Aunque ha logrado entrar en la convocatoria de una Nueva Zelanda que llega a la competición con confianza renovada bajo la batuta del seleccionador Tom Sermanni, Wilkinson recuerda que pasó momentos muy difíciles durante su recuperación.

“Los aspectos mentales son la parte más dura”, manifiesta. “Físicamente, lo tenía todo bajo control, pero la parte mental y emocional no es fácil. Pasé días muy malos”.

“Se trata de una experiencia que te aísla. Te sientes fuera, alejada de todo. El apoyo que he tenido durante la rehabilitación ha resultado decisivo para mi regreso”.