La mayoría de futbolistas presentes en esta Copa Mundial Femenina de la FIFA han tenido que hacer grandes sacrificios para alcanzar este nivel. Sin embargo, muy pocas habrán tenido que llegar al extremo de adoptar un nombre falso para poder practicar el deporte que aman.

Y por esto precisamente tuvo que pasar de pequeña la estrella neerlandesa Kika van Es. “Cuando tenía cinco años, empecé a jugar en un equipo de chicos”, explica en su charla con FIFA. “En aquella época, la gente creía que el fútbol era un deporte exclusivamente masculino”.

“Para que me aceptaran, me hacía pasar por un chico cuando jugaba al fútbol. Entre semana, todos me llamaban Kika. Pero, los sábados, cuando había partido, la gente me llamaba Randy”.

Apenas dos años después de empezar a jugar al fútbol en el Olympia 18, el club de su localidad, Van Es llamó la atención de los ojeadores infantiles de dos equipos masculinos profesionales: el PSV, el equipo del que Van Es era aficionada, y el NEC Nijmegen. No obstante, sus sueños de jugar en un entorno profesional se vieron truncados cuando sólo tenía siete años.

Al enterarse de que Randy, aquel talento que había llamado su atención, era en realidad una chica, los ojeadores le dijeron que no podía jugar en ninguno de los dos clubes. Para la defensora, que ya ha cumplido 27 años, aquella experiencia le permitió saborear aún más su posterior ascenso.

Su trayectoria despegaría poco después de aquella decepción. Tres años más tarde, Van Es fue convocada por un equipo juvenil regional que se concentró en las instalaciones de la federación neerlandesa. Esta vez, eran todo chicas. “Ahí fue cuando me di cuenta de que había otras niñas que también soñaban con convertirse algún día en futbolistas profesionales”, recuerda.

Nueve años después, Van Es debutó con la selección neerlandesa absoluta, y su carrera ha estado plagada de éxitos. Conquistó la EURO en 2017, torneo en el que disputó todos los minutos hasta que fue sustituida en el descuento de la final. Además, ha jugado para los que probablemente sean los tres clubes de fútbol femenino más importantes de Países Bajos: PSV, FC Twente y, más recientemente, Ajax.

La zaguera anunció hace poco que abandonará la disciplina del gigante de Ámsterdam, y confía en que una buena actuación en la Copa Mundial atraiga el interés de clubes punteros. Con todo, ¿habría preferido vivir como un chico? “¡Por el sueldo, quizá sí!”, responde con una carcajada.

Sobre si estaría dispuesta a dar una pierna por ganar el Mundial, contesta sin dudar: “¡Claro! Pero, si pudiera elegir, daría mejor la derecha [ndlr: es zurda]… O tal vez un brazo. Un brazo estaría bien”.

Ahora, sólo el tiempo dirá hasta dónde llegarán Van Es y Países Bajos en este Mundial. Eso sí, con semejante trayectoria, puede que el capítulo más emocionante de la carrera futbolística de Kika todavía esté por escribirse...