A menudo vemos a Phil Neville intercambiar impresiones con una aplicada compañera en la línea de banda, a la que consulta con avidez para conocer sus observaciones tácticas. Esta asesora de confianza no es otra que su segunda, Bev Priestman.

La clave está en los detalles para Priestman, cuyo trabajo permite a Neville concentrarse en la gestión de las jugadoras y en sacar el máximo partido posible de su equipo. Ella se centra en el meollo táctico de los encuentros y en los rivales, y ha participado activamente en la formulación del plan de juego contra Noruega del choque de cuartos del jueves.

"Hasta ahora, nuestro enfoque ha sido bueno en términos de descanso, recuperación y análisis del contrincante, y el papel que desempeño tiene una gran influencia en eso", declaró la avezada Priestman, quien anteriormente trabajó con Nueva Zelanda y Canadá. "Creo que lo que he aportado a este grupo es experiencia en competición".

"Opino que, en comparación con el partido que acabamos de disputar contra Camerún, frente a Noruega vamos a ver un futbol completamente distinto. Son muy estructuradas, saben qué se les da bien, son organizadas y pueden contraatacar. Pienso que es un estilo al que estamos acostumbradas".

"Son más predecibles que un equipo africano, incluso que uno sudamericano, de modo que tenemos que estar organizadas y preparadas para lidiar con sus mejores jugadoras. [Caroline Graham] Hansen será clave para ellas, así que tenemos que tener paciencia. Vamos a tener que ser buenas con el balón y duras de batir. Creo que la manera en la que jugamos es una de nuestras bazas".

Parte de la visión táctica proviene de las jugadoras más veteranas del equipo. "Karen Carney analizará vídeos y como cuerpo técnico involucramos a las jugadoras, lo que han visto, lo que han notado sobre la cancha", afirmó nuestra protagonista.

"A Karen Bardsley y Jill Scott también les gusta esa parte del trabajo. Lo que hemos hecho es poner la responsabilidad de cómo jugamos sobre las jugadoras. Creo que estamos trabajando con las entrenadoras del futuro. Tenemos un grupo muy bueno en el que todas las jugadoras podrían ser grandes entrenadoras en los años venideros".

Priestman colaboró durante muchos años con John Herdman, al que atribuye su formación hasta convertirse en la perfecta segunda de a bordo de Neville.

"Seguí a John en todos sus trabajos", apuntó. "Lo sustituí como director técnico de Nueva Zelanda y después él me llevó a Canadá, por lo que ha sido una relación bastante estrecha".

"Diría que muchas de mis cualidades se desarrollaron a través de lo que aprendí con él, mientras que trabajando con Phil he tenido una perspectiva muy diferente. Es un jefe brillante y un fantástico primer entrenador, así que realmente he disfrutado mi traslado a Inglaterra".