“¿Tú qué vas a saber de fútbol?”

Amy Macdonald ya lo ha oído todo. Pero esta respuesta —salpicada de insultos y palabrotas— a un tuit suyo sobre la selección femenina de Escocia provocó el contraataque de la cantautora. “Fue por el hecho de que una mujer opinara sobre fútbol. Era algo que no cabía en una mente tan cerrada”, añadió poco después.

Si este agitador de Twitter se hubiera informado antes, habría descubierto que Macdonald sabe mucho de fútbol, un deporte que adora. Hincha de Escocia y del Rangers, creció devorando estadísticas con sus amigos y amigas del colegio, y no ha dejado de seguir el fútbol desde entonces.

Macdonald también actuó en la ceremonia de los premios de la FIFA en 2013. “Fue impresionante, una experiencia increíble”, recuerda con una sonrisa. Por si fuera poco, está casada con Richard Foster, lateral del St Johnstone.

“En casa hablamos de fútbol sin parar”, cuenta a FIFA.com. “Pero he pasado de ser una aficionada más a enterarme de todo lo que pasa lejos de los focos, y algunas de esas historias le quitan un poco el encanto”.

Por suerte, el romanticismo futbolero de Macdonald se ha reavivado últimamente, y todo gracias a la histórica clasificación de Escocia para la inminente Copa Mundial Femenina de la FIFA.

“Está siendo increíble”, afirma con entusiasmo. “Nunca había vivido una época en la que tanta gente hablara de fútbol femenino aquí en Escocia, y hay mucho respeto e ilusión. Hemos comprendido que estas mujeres nos hacen sentir orgullosas. La gente ya está contando los días que faltan para el primer partido. Es genial”.

“Tenía diez años cuando la selección escocesa masculina jugó su último Mundial en Francia 98, y lo recuerdo como si fuera ayer. Desde entonces, no hemos tenido mucho que celebrar con la selección nacional y, como mujer que soy, me siento muy orgullosa de que ahora sean las mujeres quienes ondeen la bandera. Son un equipo muy inspirador. Cada vez que las veo, pienso que son modelos a seguir fantásticas para todas las mujeres y niñas”.

No cabe duda de que el espíritu, la calidad y el éxito del combinado dirigido por Shelley Kerr está cambiando el panorama futbolístico en Escocia, así como la mentalidad de muchos. El resultado es una mayor aceptación y un mayor estímulo para que las chicas practiquen el fútbol, algo que, como bien sabe Macdonald, hacía falta desde hace tiempo.

“Mi hermana era muy buena jugando al fútbol, mucho mejor que yo, y entró en el equipo del colegio. Pero era la única chica, y acabó teniendo que soportar algunas burlas. Fue complicado y, al final, dejó de jugar, porque no le valía la pena”, explica.

“Pero las cosas han ido mejorando desde entonces. Creo que este Mundial será muy importante, porque animará a las más pequeñas a jugar al fútbol. Y también demostrará a los demás que hay que aceptarlo así”.

Muchos confían en que la repercusión de esta Copa Mundial sea aún mayor. ¿Servirá este torneo para, por ejemplo, minimizar las opiniones retrógradas y los insultos sin sentido a los que, desafortunadamente, se han acostumbrado las futbolistas, las periodistas y las aficionadas -entre ellas Macdonald-?

“Espero que sí”, señala. “Creo que se han dado pasos muy importantes en la buena dirección últimamente. Me vienen a la cabeza las magníficas comentaristas de televisión que trabajan ahora en el fútbol británico. Los amplios conocimientos que poseen estas mujeres demuestran, o deberían demostrar, que cualquiera que nos diga aquello de ‘¿Y tú qué sabes?’ vive en otro siglo”.

“Y este Mundial también contribuirá a eso, estoy segura. Ver a todas esas grandes deportistas en un certamen tan importante debería hacer que la gente olvide esos prejuicios que todavía tiene”.

Tanto le ha inspirado este torneo y la clasificación de Escocia, que Macdonald va a publicar una versión remezclada de su gran éxito Woman of the World en homenaje. La canción, con una letra que habla de independencia y empoderamiento, no podía ser más oportuna.

“Me pareció que encajaba muy bien con lo conseguido por la selección femenina”, apunta. “Cuando la escribí, iba básicamente sobre mí y sobre cómo, siendo mujer, tienes que evitar dar tu brazo a torcer algunas veces. Lo apliqué a la industria de la música, pero también es perfectamente válido en el mundo del fútbol. Y creo que es algo con lo que pueden identificarse las mujeres de cualquier condición social”.

“Lo más alentador es que la balanza, en la música, en el fútbol y, ojalá, en muchos otros ámbitos, parece estar nivelándose. Y, con todo lo que ha pasado en estos últimos años, da la impresión de que las mujeres por fin empiezan a tener igualdad de oportunidades. En Escocia, la clasificación de la selección femenina para el Mundial no podría haber llegado en mejor momento. Estoy deseando que empiece”.