lunes 19 enero 2015, 12:14

Beth quiere volver a tierras canucks

Una biblioteca universitaria es un lugar extraño para citarse con un futbolista, pero Bethany Mead es una mujer muy ocupada. La artillera del Sunderland Ladies se reunió con FIFA.com entre las clases y seminarios de su curso de Formación Deportiva, sus muchos compromisos con las escuelas de su localidad, en las que se dedica a entrenar a los alumnos, y los cuidados de su perrito, un Jack Russell al que también entrega parte de su tiempo. Además de sus estudios y de sus aportaciones voluntarias a la comunidad, la prolífica delantera anotó 13 goles en 15 partidos con el equipo de Wearside, que desbancó al Doncaster Rovers Belles en la pugna por el ascenso a la Superliga Femenina 1 de la FA (FAWSL1), la máxima división del fútbol femenino en Inglaterra.

Mead se hizo famosa el pasado verano, cuando su soberbio gol contra México en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA causó furor en Internet.

“Fue un momento irreal”, recuerda la delantera. “En cuanto el balón salió del pie, supe que iba a entrar, de lo bien que lo golpeé. Las redes sociales se volvieron locas con el gol. Jamás pensé que sucedería, porque nunca pensé que las mujeres consiguieran tanta cobertura”.

Pese a la gesta individual de Mead, el equipo de Mo Marley quedó eliminado al final de la fase de grupos, donde cosechó sólo dos puntos en una sección muy difícil que compartía con la selección a la postre subcampeona, Nigeria.

“Nos llevamos una gran decepción, porque sabíamos que habríamos podido jugar mejor en todos los partidos que disputamos”, afirma Mead. “Cometimos fallos muy tontos, la verdad, que nos irritaron más si cabe porque habíamos invertido un esfuerzo enorme y habíamos trabajado muy intensamente durante muchos meses antes de la competición”.

El revuelo que causó el maravilloso gol de Mead forma parte de una tendencia creciente en su país natal, donde la popularidad del fútbol femenino sigue creciendo sin cesar. La selección femenina de Inglaterra se enfrentó a su homóloga alemana en un amistoso celebrado en Wembley en noviembre, y el estadio registró una entrada de público espectacular. Además, la asistencia a los partidos de la remodelada liga FAWSL1 sigue aumentando, y un contrato televisivo de récord ha contribuido a que, en Inglaterra, el fútbol femenino disfrute de una cobertura más amplia que nunca.

“Para mí, que soy parte interesada, todo esto está sucediendo en el momento ideal”, se congratula Mead. “Estamos viviendo una época emocionante. Ojalá el fútbol femenino siga prosperando. 55.000 aficionados en Wembley me parece una cifra alucinante”.

Canadá 2015: un reto al alcance de la mano A la delantera del Sunderland le sobra ambición. En estos momentos confía en progresar de Canadá 2014 a la competición absoluta, la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2015™. Una plaza en la lista definitiva de las 23 convocadas no es fácil de conseguir, ni siquiera para una goleadora con la solera de Mead. Mark Sampson, el técnico de la absoluta, dirige un equipo que cosechó un pleno de victorias en los clasificatorios, y llevó a su selección a la fase final con un registro de 52 goles a favor y un único en contra en diez partidos.

“Asistí a una concentración de entrenamiento en octubre. El seleccionador me llamó para hablar con él en un aparte”, comenta Mead sobre Sampson. “Me dijo que estoy muy dotada técnicamente, pero que necesito perfeccionar aspectos físicos. Lo único que puedo hacer es seguir haciendo lo que siempre hago. Me gustó mucho que me comentara lo que piensa y que hablara conmigo personalmente, porque la verdad es que no tenía por qué hacerlo”.

“Jugar un Mundial con mi país se convertiría en el momento más importante de mi carrera. Tan sólo el hecho de formar parte de la selección sería fantástico. Trabajaré todo lo que pueda para entrar en los planes de Mark, aunque todavía habrá que esperar un tiempo para ver a quién selecciona al final”.

Pese a sus ambiciones y a su nueva categoría como profesional, Mead tiene los pies en el suelo. La joven seguirá adelante con sus estudios universitarios y ha acordado con su universidad que retomará el último curso de la carrera después de la celebración de Canadá 2015. Durante el descanso invernal, con una nueva temporada la liga profesional en el horizonte y un posible viaje a la fase final del mundial a meses vista, a Mead le queda una deuda que saldar. La jugadora recibió fondos de sus antiguos jefes cuando trabajaba en un pub de la ciudad durante sus años de formación futbolística.

“Ahora que es invierno y no tengo tantos entrenamientos, me iré al pub a echar una mano”, revela Mead. “Se han portado muy bien conmigo durante años. Los dueños se interesaron de verdad por mi fútbol y quisieron patrocinarme. ¡Y me subieron de categoría! Me quitaron de fregar platos y me pusieron a trabajar en la barra”.

Con este bonito recuerdo, Mead debe regresar a los libros. Las defensas de la liga nacional, y posiblemente en Canadá el próximo verano, tendrán que hacer los deberes para pararle los pies a la prolífica 9 del Sunderland.