martes 07 julio 2020, 09:49

Catley: "2023 cambiará para siempre el fútbol en Australia"

  • Hablamos con la figura de Australia Steph Catley del Mundial Femenino de 2023

  • “Esto inspirará a jugar a toda una nueva y nutrida generación de niñas”

  • La defensa, recién fichada por el Arsenal, ha jugado 6 temporadas en la NWSL

Steph Catley, segunda capitana de Australia, disputará su tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en casa, después de que Australia y Nueva Zelanda fuesen designadas recientemente organizadoras conjuntas de la edición de 2023. La afable y elocuente Catley, presencia habitual en las filas de las Matildas, ha disfrutado de una popularidad adicional en los últimos tiempos como una de las caras más conocidas de la candidatura.

Y al poco volvió a acaparar titulares tras su fichaje por el potente Arsenal inglés, donde estará a las órdenes de un viejo conocido, Joe Montemurro, también natural de Melbourne.

A sus 26 años de edad, y con casi una década de experiencia internacional en su haber, esta lateral izquierdo con vocación ofensiva estará en la cúspide de su carrera en 2023, cuando la élite planetaria se dé cita en Australia/Nueva Zelanda.

Antes de partir rumbo al norte de Londres, FIFA.com habló con ella sobre sus sensaciones al anunciarse la sede de 2023, su experiencia en Francia 2019 o sus expectativas de cara a una Copa Mundial en casa, entre otras cuestiones.

¿Qué sintió al anunciarse que Australia y Nueva Zelanda serían las sedes de 2023?

Honestamente, me sorprendió el alcance de la experiencia. Estar ahí en la sala con toda la gente que ha trabajado tan duro y ha dedicado tiempo, pasión y esfuerzo... Fue un momento muy especial cuando nos enteramos de que íbamos a organizar la Copa Mundial. Como jugadoras, obviamente jugar en casa una Copa Mundial es muy especial y algo con lo que sueñas.

¿Cuáles cree que serán algunas de las repercusiones positivas de albergar el certamen?

Esto tiene muchos puntos positivos diferentes. Atraer la atención del mundo sobre Australia es algo que cambiará el fútbol para siempre aquí. De niña no tenía acceso a mujeres futbolistas, no podía verlas por televisión y simplemente no estaban en el ojo público para que las niñas pudieran verlas e inspirarse en ellas. Tener a las mejores jugadoras del mundo aquí inspirará a jugar a toda una nueva generación de niñas y niños.

Siempre ha tenido un fuerte vínculo con el fútbol base. ¿De qué manera se fomentará en Australia y Nueva Zelanda?

Con toda la atención añadida, muchos niños y niñas encontrarán la inspiración para jugar. Aquí en Australia el fútbol compite con muchos otros deportes, pero esto creará un camino incluso más real para las niñas, que podrán ver el certamen de primera mano y pensar ‘Quiero ser futbolista’.

¿Cómo será para las Matildas la experiencia única de jugar en casa?

Se me pone la carne de gallina. He estado en dos Copas Mundiales y la mayoría de mis mejores recuerdos futbolísticos tienen que ver con alinearme con mi equipo y escuchar el himno nacional. Imaginar eso en casa, frente a un estadio repleto de nuestro público, frente a familiares y amigos, de verdad es un sueño hecho realidad. El equipo ha disputado muchos amistosos internacionales en casa y siempre resulta mucho más fácil cuando tienes a tu afición contigo y sabes que tienes ese apoyo. Para nosotras es un gran aliciente como equipo. Tenemos que hacerlo todo bien de cara al torneo, y si es así, creo que será fantástico para nosotras.

Echando la vista atrás, a Francia 2019, donde Australia cayó eliminada en octavos, ¿qué aprendió el equipo de esa experiencia?

Creo que aprendimos mucho. Fue un torneo difícil para nosotras. Tuvimos un contratiempo antes del certamen con el cambio de seleccionador y cosas así. A todas nos decepcionó el resultado, pero hicimos un repaso y miramos las estadísticas y la manera en la que jugamos y ese tipo de cosas nos enorgullecieron mucho. Estuvimos entre las mejores en términos de posesión y algunas estadísticas clave, junto a las número uno y dos del mundo, así que nos dimos cuenta de que definitivamente vamos por el buen camino. Hay un par de cosas que necesitamos ajustar y mejorar, y nunca se sabe, podemos llegar lejos.

A nivel personal, ¿supone un giro su marcha al Arsenal tras desarrollar su carrera entre Estados Unidos y Australia?

Estoy entusiasmada. Llevo los últimos seis, siete años en Estados Unidos, así que tengo muchas ganas de cambiar de aires y de afrontar nuevos retos. Me apetece volver a jugar después del largo parón por el coronavirus, en especial en un club tan increíble como el Arsenal. Es muy, muy emocionante.

¿Le influenció su conexión con el técnico del Arsenal, Joe Montemurro, al que conoce bien por las temporadas que pasó en el Melbourne City?

Ya había decidido que este año quería ir a Europa y había considerado diferentes opciones. Pero cuando llegó la hora de tomar la decisión, claro que fue un factor. Principalmente porque sé cómo le gusta jugar y sé que mi manera de jugar se ajusta a su mentalidad. Es un estilo de juego muy divertido, con mucha posesión, muy ofensivo y a la vez muy disciplinado. Hubo algunos factores que contribuyeron a mi decisión, pero sin duda es agradable tener una cara amiga australiana allí.