Siempre hay algún momento especial, algo que recordaremos incluso dentro de varias décadas. Uno de esos instantes llegó el 10 de julio de 1999, cuando Brandi Chastain transformó el penal decisivo en la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Estados Unidos 1999™ contra RP China.

La imagen de la delantera celebrando el gol sin camiseta, arrodillada sobre el césped y dando rienda suelta a su euforia con los ojos cerrados es todo un icono de la historia del fútbol femenino estadounidense. Es un momento que no solo muestra a una deportista festejando un triunfo, sino el inicio de una nueva era en el fútbol femenino.

10 de julio de 1999 | Rose Bowl, Los Ángeles

El 10 de julio de 1999, 90.185 espectadores —entre ellos el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton— se dieron cita en el Rose Bowl de Pasadena (California) para presenciar en directo la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, récord de asistencia a un evento deportivo femenino. El público disfrutó de un duelo vibrante en el que la selección local consiguió doblegar a las asiáticas en los penales (5-4).

"Solo de pensarlo se me pone una sonrisa en la boca. Fue un hito maravilloso, un sueño hecho realidad. Noventa mil personas, máxima emoción, 0-0 en el marcador... Ni los mejores guionistas de Hollywood habrían podido firmar semejante desenlace del partido", recuerda Briana Scurry, guardameta de aquella selección estadounidense.

En la final, las estadounidenses dominaron el centro del campo y la posesión con claridad, pero fueron incapaces de derribar la muralla china. Su rival llegó a la final con el mejor ataque del torneo y un bagaje de 19 goles a favor y solo 2 en contra. Sin embargo, ni Sun Wen ni las suyas lograron perforar el arco contrario en el tiempo reglamentario.

Eso sí, el combinado asiático podría haber aguado la fiesta de las estadounidenses en la prórroga, porque estuvo a punto de convertir un gol de oro. Tras apenas dos disparos a puerta en los primeros 90 minutos, RP China chutó tres veces entre los tres palos en los 30 minutos del tiempo extra. Uno de esos remates fue una ocasión clarísima de gol. Fan Yunjie remató un córner botado por Liu Ying, y la pelota voló en dirección a la portería. La arquera ya estaba batida y todo hacía indicar que la jugada iba a acabar en gol. Sin embargo, en una gran acción defensiva, Kristine Lilly acertó a despejar el balón de cabeza sobre la misma línea de gol.

La final se decidió desde los once metros. Xie Huilin y Qiu Haiyan anotaron los dos primeros lanzamientos para China. En su tercer disparo, Scurry se tiró a la izquierda y desvió el penal de Liu Ying. Después de que Carla Overbeck, Joy Fawcett, Kristine Lilly y Mia Hamm marcaran los cuatro primeros lanzamientos para las estadounidenses, Brandi Chastain se encargó de transformar el quinto y decisivo penal.

Sun Wen guió a su equipo hasta la final y fue distinguida con el Balón de Oro adidas y la Bota de Oro adidas a la mejor jugadora y la máxima goleadora. Al año siguiente, una votación por Internet la encumbró, junto a Michelle Akers, como la Jugadora del Siglo de la FIFA. A lo largo de su carrera participó en 4 Mundiales.

"Por suerte, durante la tanda de penales no le di demasiadas vueltas a la cabeza. Estaba emocionada de estar ahí, y tenía el presentimiento de que íbamos a ganar. Nos habíamos esforzado mucho y teníamos la convicción de que íbamos a vencer, de que íbamos a darlo todo por conseguirlo". Brandi Chastain, delantera de Estados Unidos

"Creo que no es solo cuestión de haber ganado el Mundial. Representó también un cambio social. Ganamos en una época en la que el fútbol no era gran cosa [en Estados Unidos]. La gente no nos conocía, y el deporte femenino en general no gozaba de mucho reconocimiento. Las niñas se identificaban con nosotras, pero las mujeres de 30 años también. Fue una transformación cultural". Kristine Lilly, centrocampista de Estados Unidos

"Perdimos en la tanda de penales, pero creo que el resultado ya es lo de menos. Lo importante es que llevamos el fútbol femenino a otro nivel. Para mí, como futbolista, fue un momento de gran orgullo en mi vida". Sun Wen, delantera de RP China