Italia llegó a Francia 2019 con el sueño de aguantar el tipo contra algunas de las selecciones más potentes del planeta y sobrevivir a un grupo muy complicado.

Al cabo de dos partidos, la selección italiana suma dos victorias, siete goles y ya tiene en el bolsillo el billete para octavos de final. Una de las grandes responsables de esta gesta es Cristiana Girelli, delantera del Juventus, que anotó una tripleta vital en el triunfo por 0-5 sobre Jamaica el viernes. El triunfo italiano, y el posterior pase, nunca corrieron peligro.

“Aún no me creo que haya marcado tres goles en un partido del Mundial. Es extraordinario”, dijo Girelli al término del encuentro. “Pero los goles así, y las victorias como esta, te dan una idea del equipo tan bueno en el que estoy. Para nosotras es un placer jugar juntas, y creo que eso se nota”.

Pero los goles de Girelli no fueron lo único que captaron la atención del público: sus celebraciones también fueron muy especiales. Llevándose una mano al ojo, la delantera formó la letra C —de Cristiana—, mientras que con el otro brazo hizo un movimiento en espiral: un giro o girello, en italiano, en un claro guiño a su apellido.

Tras firmar esta tripleta —la segunda de una jugadora italiana en una Copa Mundial después de la de Carolina Morace en 1991 contra China Taipéi— Girelli fue nombrada la mejor jugadora del partido. Sin duda, otro momento muy emotivo para esta futbolista de 29 años.

Aun así, lo que más le alegró fue saber que el último partido de Italia en la fase de grupos, que le enfrentará a Brasil, se retransmitirá en directo y en RAI Uno, en horario de máxima audiencia. Cabe destacar que se trata del canal nacional de mayor audiencia del país, el mismo en el que Girelli vio a sus ídolos Roberto Baggio y Alessandro del Piero lucir el dorsal 10 de Italia.

El sábado por la mañana, la goleadora vio como su foto ocupaba las portadas de los periódicos deportivos de tirada nacional, algo que jamás imaginó que llegaría a ocurrir.

“La atención mediática que estamos recibiendo tiene un valor incalculable para el crecimiento del fútbol femenino en Italia”, subraya. “Nosotras hemos venido aquí a intentar ganar, pero también a lanzar un serio mensaje a la sociedad italiana, porque todavía queda mucho por hacer. Estamos aquí para servir de ejemplo a las niñas que empiezan a jugar al fútbol y que, algún día, podrían estar jugando partidos como los que hemos jugado nosotras contra Australia y Jamaica”.

A nivel de clubes, Girelli lo ha ganado prácticamente todo en Italia: siete Ligas, seis Copas y siete Supercopas. Y pensar que estuvo a punto de renunciar al fútbol femenino…

“Empecé a jugar al fútbol en cuanto aprendí a andar, y crecí jugando en equipos de chicos”, explica. “Después, a los 14 años, mis padres querían que me apuntara a un equipo femenino. ‘De eso nada. No quiero jugar con chicas’, les dije”.

“Entonces, me dieron a elegir: o jugaba en un equipo femenino o adiós al fútbol. Por suerte, aquello me ayudó a tomar la decisión correcta de seguir jugando. Y eso me ha traído hasta donde estoy ahora”.