viernes 03 julio 2020, 11:09

Groenen: "Había imaginado muchas veces participar en los JJOO, ¡aunque en judo!"

  • Un año atrás resolvió brillantemente una semifinal de Francia 2019

  • Recuerda aquel momento y las emociones vividas en el torneo

  • También nos habla del Manchester United, Johan Cruyff y las Olimpiadas

Jack Groenen no tendrá problema en reconocer que no hay ningún padre más apasionado por el fútbol que él. El suyo, Jef, jugó en el Willem II. Y él mismo competiría en las ligas inferiores de los Países Bajos, aunque no pudo hacer realidad su sueño de vestir los colores de la Oranje en un gran torneo.

Sin embargo, estaba decidido a materializarlo a través de su hijo, a quien iba a poner el nombre de Jack. Pero Jack nunca llegaría. Sí nació Merel, a mediados de 1993. 18 meses más tarde le siguió Jackie. Después de ver jugar a Jack en un partido, Merel declaró que quería ser futbolista. Jackie, que por aquel entonces tenía apenas tres años, también lo dijo.

Y Jack tuvo que abandonar pronto su trabajo para dedicarse a sus hijas y ayudarlas a que puliesen sus cualidades. Las dos hermanas veían vídeos de Johan Cruyff y Dennis Bergkamp, y su padre las llevaba en coche por toda Bélgica, donde se criaron, para jugar al fútbol. Muchas veces la lluvia incesante les impedía entrenarse, y Jack, arriesgándose a recibir una reprimenda de su mujer, Lisette, decidió construir una cancha de seis por cinco metros dentro de la vivienda familiar.

¿Hizo bien Jack? Lo cierto es que Merel se convirtió en futbolista profesional, y Jackie llegaría aún más alto. “En 2016 me convencí de que Jackie iba a ser campeona olímpica”, dijo su progenitor.

Jackie disputó la que virtualmente era una eliminatoria de repesca por un puesto en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Río 2016. Vivianne Miedema hizo que la selección neerlandesa llegase a rozar la clasificación, pero un tanto del empate de Olivia Schough y los extraordinarios reflejos de Hedvig Lindahl provocaron el silencio en Rotterdam y dieron el pase a Suecia.

Aun así, Jack no imaginaba a Jackie colgándose el oro como organizadora de juego en la cancha del Maracaná, sino ejecutando llaves de cadera al estilo de Ronda Rousey, derribos con la pierna y estrangulamientos en tatamis de paja, puesto que era una de las mejores judocas de Europa, quíntuple campeona neerlandesa de esa disciplina.

Jackie acabaría dejando el judo para centrarse en el fútbol, y va camino de participar en los Juegos Olímpicos del año que viene. En el día en que se cumple un año del maravilloso gol que clasificó a los Países Bajos para la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, FIFA.com entrevista a esta centrocampista.

Tenía la posibilidad de dedicarse al judo o al fútbol. ¿Fue una decisión complicada?

En cierto modo siempre supe que si podía triunfar en el fútbol iba a decantarme por él. Crecí con él, y es algo que está más arraigado en nuestra familia que el judo. Empecé a jugar al fútbol cuando tendría unos cuatro años. El judo era como una afición que se fue de las manos. Pero cuando tuve que tomar la decisión, me resultó muy complicado, porque llevaba entrenándome con el mismo entrenador en los mismos clubes desde los seis años, de diez a doce veces a la semana.

Lo estábamos haciendo muy bien, habíamos ganado muchos títulos y nos estábamos abriendo paso hacia las Olimpiadas. Así que cuando tuve que decir que no iba a hacerlo me resultó dificilísimo, porque sentí que iba a decepcionarle. En el fondo creo que yo siempre había sabido que optaría por el fútbol, aunque tenía la esperanza de poder compaginar los dos deportes.

¿Cómo compararía su actitud y los nervios que se sienten al entrar en el tatami en el judo y al pisar el césped para jugar al fútbol?

Creo que el judo era algo más angustioso que el fútbol. En el judo todo tiene que hacerlo una misma. Y antes de entrar en la colchoneta también te das cuenta de que un error te puede costar el torneo. En el fútbol se tiene el apoyo de las compañeras y hay más tiempo, es posible solucionar un 2-0 en contra. Para mí el judo era más estresante de lo que nunca ha sido el fútbol. La gente me veía luchar y estaba muy nerviosa. Creo que el judo me preparó para disputar los grandes partidos de fútbol, el Mundial, la Eurocopa, porque sabía lo que era afrontar una gran presión.

Hablando ya de aquel Mundial, ¿qué les dijo Sarina Wiegman a las jugadoras neerlandesas cuando estaban apiñadas antes de que empezase la prórroga?

Nos dijo que teníamos que estar tranquilas, porque en aquel momento controlábamos el partido. En la primera parte pasamos algunos apuros, Suecia dominaba, pero en la segunda ya lo hicimos. Antes de que la árbitra señalase el final del partido, yo tenía la sensación de que podía llegar un gol en cualquier momento. Me dio la impresión de que nosotras teníamos más energía y fuerza para imponernos en la prórroga.

La seleccionadora nos dijo que estuviésemos tranquilas, que siguiésemos haciendo lo que estábamos haciendo y que llegaría [el gol]. Pero no me acuerdo de todo lo que dijo, ¡porque estaba algo estresada y tenía sed! (risas)

Ha dicho que Suecia dominó en la primera parte. ¿Qué le pareció la actuación de Sari van Veenendaal?

Estuvo increíble. Estuvo increíble durante todo el torneo. Consiguió mantenernos vivas en el torneo en más de un par de ocasiones. Fue muy importante para nosotras durante toda la competición, especialmente en aquel partido. Suecia tuvo dos o tres buenas oportunidades en la primera parte, y ella respondió con grandes atajadas.

Usted solo ha marcado dos goles en más de 50 internacionalidades. ¿Qué le pasó por la cabeza cuando le llegó el balón a tanta distancia?

No pensé en disparar, la verdad. Fue algo que ocurrió, así de sencillo. Lo gracioso es que, en cuanto golpeé la pelota, supe que iba a entrar. No recuerdo verla introducirse entre los tres palos, simplemente supe que había entrado. Disparar desde lejos no es algo que esté muy presente en mi repertorio. Yo no marco muchos goles. Mi papel en la selección es bastante distinto. Pero era algo que había estado practicando antes del Mundial, ¡y era un buen momento para mostrarlo!

¿Y qué sintió?

Fue algo distinto. Fue muy especial para mí y para mi familia. En aquel estadio, con aquella atmósfera. Es muy egoísta decirlo, ¡pero casi esperaba que no marcase nadie más! (risas) La selección neerlandesa tiene muchas jugadoras que resuelven partidos. Yo no estoy acostumbrada, ¡así que quería que acabase 1-0!

¿Y qué le pareció la final?

Fue un partido muy duro para nosotras. Creo que cuando el rival marcó el 1-0, nos rompió. El torneo nos había requerido muchísima energía, habíamos tenido que entregarnos al máximo y ganar muchos partidos cerca del final, acabábamos de jugar la prórroga contra Suecia, tuvimos un día menos para recuperarnos, y cuando ellas marcaron fue como si a todas nosotras nos diese un calambre. Normalmente, habríamos pensado ‘el rival acaba de hacer un gol, ahora nosotras vamos a hacer dos’, pero creo que el esfuerzo que habíamos hecho durante el torneo nos lo impidió.

¿Qué opina de los ambientes que se vivieron en Francia 2019?

El torneo fue una locura. Los ambientes fueron increíbles, sobre todo para la selección neerlandesa. En muchos de los partidos que jugamos, sobre todo al principio, había muchísimos hinchas. La gente solo tenía que hacer un trayecto de tres o cuatro horas en coche desde los Países Bajos para ir a ver los partidos. Y nuestra afición es muy apasionada. Daba la impresión de que estábamos jugando otra vez en casa. Los partidos se volvieron más importantes, y los estadios más grandes, fueron unos ambientes muy especiales. No lo olvidaré nunca.

¿Le entusiasma ir a participar en los Juegos Olímpicos?

Estoy muy entusiasmada. Había imaginado muchas veces participar, aunque en judo. Teníamos un plan, estábamos trabajando para las Olimpiadas de Río. Habría sido una buena edad para competir en judo en aquellas Olimpiadas. Va a ser muy especial ir ahora a los Juegos Olímpicos en otro deporte.

¿El objetivo es ganar una medalla olímpica o después de Francia 2019 no les vale nada que no sea el oro?

Somos un país con los pies bastante en la tierra. Siempre que vamos a un torneo queremos darlo todo y ya veremos qué pasa. Pero creo que después de los dos últimos torneos, de ser campeonas de Europa y subcampeonas del mundo, queremos una medalla. Siempre hemos sido competitivas, pero creo que después de que ya se ha ganado un torneo una vez, se quiere más. Queremos ir a las Olimpiadas a demostrar que practicamos un buen fútbol, aunque también aspiramos a ganar.

Estados Unidos es favorito para colgarse el oro olímpico. ¿Cree que está en un nivel distinto al de los Países Bajos o piensa que ustedes pueden igualarlo?

He visto muchos partidos suyos, tienen un gran plantel. Pero nosotras hemos progresado mucho en los últimos años y estoy convencida de que podemos plantarles cara. Creo que la fuerza de nuestro equipo radica en contar con tantas jugadoras distintas entre sí, que tienen estilos diferentes, y que se complementan. Creo que tenemos un equipo muy potente.

Hablemos ahora del fútbol de clubes. Hay una fotografía suya de niña con una camiseta del Manchester United…

El Manchester United era mi equipo de niña. Mi madre va mucho al extranjero por trabajo. Cuando éramos niñas teníamos la regla de que cada vez que fuese al extranjero tenía que traernos la camiseta del equipo de fútbol de donde estuviese. ¡Tengo unas 50 de distintos clubes en talla infantil! La primera fue la del Manchester United, así que se me pegó. Me encantaba esa camiseta, la llevaba puesta todo el día.

¿Qué sintió al fichar por el Manchester United?

Fue lo mejor, sinceramente. Era un sueño. Empecé a seguir al equipo en cuanto se puso en marcha, en 2018, pero tenía contrato con el Fráncfort, y no podía irme. Cuando me llamaron, la decisión de fichar no fue nada difícil.

¿Y cómo ha sido su primer año en el club?

He conocido a mucha gente estupenda en el club y lo he pasado muy bien en la ciudad. En el aspecto futbolístico, la mejor experiencia fue cuando ganamos al Manchester City. Es evidente que es un partido importantísimo, así que estuvo muy bien. En el Manchester United somos críticas, aunque estamos satisfechas de haber sido cuartas en nuestra primera temporada [en la Women’s Super League]. Vamos por el buen camino, y creo que si no dejamos escapar un par de puntos que se nos escaparon de forma absurda esta temporada, el año que viene podemos hacerlo todavía mejor. Nuestro objetivo es llegar a lo más alto muy pronto.

Usted es neerlandesa y viste el dorsal número 14…

Siempre veía el fútbol con mi padre y mi abuelo, y a los dos les gustaba mucho Johan Cruyff. Tenía muchos vídeos suyos desde muy pequeña, veíamos sus entrevistas, mi padre me regalaba libros sobre él. Tengo muchísimos libros de Johan Cruyff. Así que se convirtió en alguien a quien tenía como modelo, y cuando firmé mi primer contrato en Alemania elegí el número 14, desde entonces nunca he jugado con ningún otro número. No es que yo me compare con él, para nada, pero cuando se tiene a alguien como modelo y se puede vestir el mismo dorsal, la sensación es especial.

¿Qué opinión le merece que el próximo Mundial sea en Nueva Zelanda y Australia?

Honestamente, me va a costar esperar ese momento... He estado en Nueva Zelanda una vez y amo ese país. Creo que será un evento muy especial.