miércoles 05 junio 2019, 21:21

Ji y Jang lideran un cambio en la República de Corea

  • El fútbol femenino surcoreano ha venido padeciendo actitudes anticuadas

  • Pero eso está cambiando gracias a jugadoras como Ji Soyun y Jang Selgi

  • Blog en vivo: Francia – República de Corea

Por Hounche Chung, con la República de Corea

El fútbol femenino se ha desarrollado contra viento y marea en la República de Corea, donde durante mucho tiempo se ha considerado al balompié como un símbolo de masculinidad.

A pesar de la ola de cambios que se ha extendido por todos los ámbitos de la sociedad surcoreana, no ha resultado nada fácil modificar las mentalidades anticuadas en algunos sectores del país. Absurdos dichos tradicionales que parecen disuadir a las mujeres de realizarse y progresar socialmente, como “Cuando tres chicas se juntan, un plato se rompe en pedazos”, o “Cuando una gallina cacarea, la casa se cae”, todavía persisten.

Pero desde que jugadoras como Ji Soyun y Jang Selgi empezaron a brillar a escala mundial hace casi una década, las actitudes hacia las mujeres en el fútbol han ido cambiando poco a poco por todo el país. Y al preguntarle sobre platos rotos, gallinas que cacarean y mentalidades desfasadas, Soyun emplea una respuesta original.

“Sé que hay otro dicho coreano, ‘Debes abrocharte tu primer botón’, que nos será útil ahora. Porque el primer partido en cualquier campeonato siempre es importante, y siempre estamos hablando de cómo plantear el nuestro contra Francia. El partido inaugural marca la pauta de cada campeonato, y todas lo sabemos”.

“Francia es una de las mejores selecciones del mundo. Es superior a nosotras en cuanto a velocidad y físico, con jugadoras que también sobresalen técnicamente”, admite Ji. “El partido será complicado, pero al mismo tiempo, jugar contra unas rivales así puede ayudarnos a subir nuestro nivel. Además, contamos con el espíritu combativo de las mujeres coreanas, y esa será nuestra principal fortaleza”.

A su vez, Selgi, amiga y compañera de selección de Soyun (y cuyo nombre significa literalmente “sabiduría”), aporta un juicioso punto de vista sobre conseguir un equilibrio entre juventud y experiencia, y entre defensa y ataque.

“Me satisface el hecho de que hemos crecido lo suficientemente bien para apoyar a nuestras jugadoras más veteranas, y también espero que podamos ayudar al equipo en su conjunto”, afirma Jang, que convirtió el crucial lanzamiento que supuso la victoria en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2010.

“Creo que antes, cuando nos enfrentábamos a selecciones más fuertes, solíamos replegarnos atrás y defender, pero ahora tenemos confianza mutua entre todas para salir al campo y atacar a nuestras rivales”, añade la polivalente lateral. “Dicho esto, desde que iniciamos nuestra concentración de entrenamiento hemos estado concentrándonos en nuestra organización defensiva, así que ya no creo que nuestro punto débil radique en la retaguardia”.

Al concluir nuestra entrevista, Jang no puede evitar emocionarse: “El fútbol femenino no es tan famoso ni popular en Corea comparado con Europa, donde las jugadoras parecen tener más orgullo y profesionalismo”, señala, con lágrimas en los ojos. “Pero si conseguimos rendir bien en este Mundial, creo que las jóvenes surcoreanas nos admirarán y se darán cuenta de que ellas también pueden jugar al fútbol”.