sábado 06 julio 2019, 21:35

Lágrimas de alegría para despedirse de Francia

  • Suecia corona su campaña mundialista con un bronce

  • Francia 2019 ha impulsado la popularidad del fútbol femenino en su país

  • "Esto generará un efecto dominó"

Al sonar el pitido final en Niza, la alegría de las jugadoras suecas era inequívoca. “Ha habido muchas lágrimas, te lo puedo asegurar”, afirmaba la capitana Caroline Seger a FIFA.com.

Para Suecia, derrotar a Inglaterra por 2-1 para colgarse el bronce en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™ no ha sido un logro modesto. Las suecas acudieron a este campeonato ocupando la 9ª posición en la clasificación mundial y se marchan con un lugar en el podio.

“Hemos conseguido muchísimo”, subraya la centrocampista Kosovare Asllani. “Nadie pensaba que obtendríamos una de las tres plazas olímpicas ni que ganaríamos el bronce. Debemos estar orgullosas”.

Históricamente, Suecia ha venido siendo una potencia del fútbol femenino –esta es la cuarta vez que queda entre las tres primeras en un Mundial–, pero con el crecimiento de la modalidad, otros países le han ido ganando terreno.

No es ningún secreto que hay países que invierten mucho más que nosotras”, señala la guardameta Hedvig Lindahl. “Tenemos que trabajar aún más duro para poder jugar a este nivel”.

Se trata de la tercera medalla mundialista para Lindahl y la segunda de bronce, pero la arquera asegura que valora muchísimo esta última presea.

“Es el mismo resultado que en 2011”, observa. “Pero personalmente, me parece que he jugado mejor esta vez. También creo que, hace ocho años, Suecia probablemente estaba más avanzada competitivamente que otros países, y ahora muchos nos han adelantado. En ese sentido, este bronce es un logro más importante. Me hace sentir muy orgullosa”.

“Es difícil expresarlo con palabras”, apunta la defensa Nilla Fischer. “Nuestro espíritu competitivo de hoy ha sido una característica regular durante toda la competición. Es algo de lo que deberíamos estar orgullosas”.

Sin embargo, las jugadoras suecas sostienen que no todo se reduce a haber conseguido una medalla de bronce; se trata también de lo que este logro ha creado para el fútbol femenino en su país.

“Creo que esto generará un efecto dominó”, estima Seger. “Que sigamos estando ahí arriba ganando medallas es un paso de gigante. Ahora se puede ver fútbol femenino por televisión, lo puedes seguir. Hemos crecido con la población sueca”.

“Cuanto más avanzaba el campeonato, más se notaba el efecto que estaba teniendo”, señala Linda Sembrant. “Todo lo que ha pasado en nuestro país; cuánta gente lo ha estado siguiendo, prestando atención y empezando a interesarse… Es fantástico haber participado en crear ese impacto en Suecia y para las chicas jóvenes. Es algo verdaderamente especial”.

Para Lindahl, Seger, Sembrant y Fischer, posiblemente este haya sido su último partido en un Mundial. Todas ellas se iniciaron en el fútbol en circunstancias diferentes a las que ahora están dejando a la nueva generación. Han contribuido a abrir el camino.